El también presidente de la petrolera nacional se reunió con el intendente Federico Susbielles y recorrió las instalaciones de dos empresas del complejo portuario de la ciudad.
La visita del presidente YPF, Horacio Marín, a las instalaciones de Profertil y Compañía Mega, en el polo petroquímico de Bahía Blanca, no pasó desapercibida en momentos en que la provincia de Buenos Aires disputa con Río Negro por el proyecto de GNL que lleva adelante la petrolera estatal con la malaya Petronas.
Marín, antes de visitar esas instalaciones, mantuvo una reunión con el intendente de la localidad, Federico Susbielles y otros funcionarios de la ciudad, y luego hubo algunas referencias concretas respecto a la decisión que debe tomar la petrolera nacional en relación al plan de instalar, en territorio bonaerense o rieonegrino, una planta de GNL para venderle al mundo el gas de Vaca Muerta, que implica una inversión de 40 mil millones de dólares.
Marín ya les avisó a los gobernadores Axel Kicillof y Alberto Weretilneck que se definirá por la opción que presente mejores ventajas competitivas.
Marín ya les avisó a los gobernadores Axel Kicillof y Alberto Weretilneck que se definirá por la opción que presente mejores ventajas competitivas.
Las autoridades municipales recibieron en el Puerto de Bahía Blanca a la comitiva encabezada por Marín para “abordar aspectos del proyecto de exportación de GNL de YPF – Petronas y destacar las ventajas del puerto local para su desarrollo”, según se informó desde la Municipalidad.
Lo cierto es que esta aproximación podría bajar las tensiones luego de las presiones para que la provincia de Buenos Aires adhiera al RIGI por parte del presidente de la petrolera, y el fuerte rechazo del gobernador Axel Kicillof a ese régimen de promoción de las inversiones de la Ley Bases.
«Obviamente tienen que adherir al RIGI. Si no adhieren al RIGI ya se terminó la discusión. Si no adhiere la Provincia no hay que discutir nada, irá a la provincia que adhiera al RIGI. Es obvio, ¿quién va a poner la plata si no?», había advertido el directivo.
En contrate, tras la promulgación de la ley Bases, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, decidió apurar el paso y envió un proyecto a la legislatura provincial para adehrir al RIGI, para así sacar ventaja en la disputa por la millonaria inversión que supondría la instalación de una planta de gas licuado en Punta Colorada, en la costa atlática de la provincia patagónica.
Sin embargo, no es esa la única variable en juego para que YPF y Petronas definan si aprovecharán el potencial del Golfo San Jorge para crear un hub energético que facilite la exportación de gas y petróleo o, en cambio, se inclinarán por la infraestructura ya exiostente en Bahia Blanca, uno de los puertos más importantes del país y creucIAL para el sector hidrocarburífero del país.
La visita de Horacio Marín y los diferenciales de Bahía Blanca
«De establecerse en el Puerto de Bahía Blanca, la propuesta será competitiva en términos de tasas e impuestos, comparándose con los principales puertos del mundo en este aspecto», afirmó Susbielles a la prensa luego del encuentro con Marín.
Además, añadió que la ciudad que administra «también presenta características que la diferencian notablemente de otras opciones en el país, como la calidad y formación del recurso humano especializado en licuefacción y regasificación, empresas de servicios, universidades, institutos científicos y licencias sociales y ambientales vigentes».
El intendente también resaltó el proceso de evaluación que las compañías deberán llevar a cabo para determinar la ubicación del proyecto.
«Ahora es el turno de YPF y Petronas para analizar en profundidad las variables económicas y logísticas de ambas locaciones y así decidir el lugar de emplazamiento».
«Una vez tomada esa decisión, el presidente de la compañía se reunirá con los gobernadores para comunicar la decisión final, tras lo cual ambas provincias deberán trabajar en las condiciones legales requeridas por ambas compañías para facilitar las inversiones necesarias para el proyecto», indicó.
El plan de una planta de GNL
El proyecto es fundamental para poder capitalizar la actividad de Vaca Muerta: la licuación de gas permitirá trasladarlo en barco a todo el mundo, para extender las exportaciones más allá de la región.
La puesta en marcha de la primera etapa del proyecto se estima para 2027 con un nivel de producción que oscilará entre una y dos millones de toneladas de GNL al año a través de la planta flotante PFLNG SATU. Esa fase inicial demandaría unos 200 millones de dólares.
El buque está diseñado para operar a profundidades de hasta 200 metros, es de la clase Det Norske Veritas (DNV) e incluye estructura flotante, disposición de amarre y tecnología de licuefacción de gas natural.
Hace unos días, Marín, celebró el acuerdo entre Pan American Energy (PAE) y la empresa noruega Golar para la producción de GNL, que significa el primer paso en firme para que el gas Vaca Muerta compita en los mercados globales.
“Tenemos que recontra felicitarlos porque con eso cambia la Argentina. El proyecto de GNL es de todos, no de una compañía, nosotros lo estamos analizando, y seguramente si vemos el valor que están viendo ellos, vamos a estar en el proyecto porque es lo lógico”, señaló.
