Lo informó el presidente de la petrolera estatal, Pablo González, quien se mostró preocupado por los efectos en la actividad de la formación neuquina de las dificultades para importar insumos clave.
Mientras la industria hidrocarburífera en general y Vaca Muerta en particular enfrentan el desafío de sortear las dificultades que impone la restricción externa a la hora de importar insumos clave para su operación, YPF anunció que busca proveedores de China como una salida ante esta difícil coyuntura.
En ese sentido el presidente de la petrolera con mayoría estatal, Pablo González, se mostró este jueves preocupado por las restricciones a las importaciones que ponen en riesgo la actividad en Vaca Muerta, y señaló que trabajan alternativas.
En diálogo con Radio Nacional, González adelantó que trabajan en la búsqueda de proveedores chinos de manera de utilizar los yuanes que dispone el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para el comercio bilateral con ese país a partir de la ampliación del swap de monedas acordado en la misión que encabezó el ministro de Economía Sergio Massa al gigante asiático a principios de junio.
El titular de YPF reconoció que las restricciones a las importaciones «son un problema» que, como sucede con la macroeconomía, influyen en los planes de la compañía en Vaca Muerta.
Se trata de un acuerdo que permite pagar las importaciones provenientes de China con los yuanes de swap y así evitar echar mano a las exiguas reservas de dólares del Banco Central.
YPF y el swap
“A través de la Gerencia de Desarrollo de Proveedores estamos trabajando con las SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) de nuestros proveedores y abriendo otras posibilidades», confió González.
«Por ejemplo, teniendo en cuenta que el Banco Central tiene disponibilidad de yuanes, estamos buscando proveedores chinos que estén en Vaca Muerta para pagarles con yuanes”, amplió el titular de la petrolera de bandera.
Y agregó: “No hay una solución milagrosa. Estamos nosotros trabajando con el Ministerio de Economía y el Banco Central, tomando las SIRA de nuestros proveedores como si fueran propias para que no se nos caiga la actividad”.
González reconoció que las restricciones a las importaciones “son un problema” que, como sucede con la macroeconomía, influyen en los planes de la compañía en Vaca Muerta.
“Estamos tratando de que no se nos caiga la actividad porque todos saben lo que cuesta recuperar actividad y hoy venimos con un empujón que sería lamentable perderlo”, advirtió González.
En ese sentido el titular de YPF destacó que es necesario sostener la dinámica de crecimiento que viene mostrando la actividad petrolera, y “que nos exige estar en el día a día y ese es un problema, pero estamos permanentemente trabajando con las SIRA, hablándolo mucho con el ministro de Economía”.
El alerta que dio DLS Archer
Las declaraciones de González se dan unas horas después de que un actor de peso en Vaca Muerta salió a dar cuenta de que la falta de acceso a importaciones empieza a poner en riesgo los niveles de actividad.
DLS Archer informó que tuvo que suspender los trabajos asociados al acondicionamiento y posterior puesta en servicio de un equipo perforador de última generación que estaba programada para septiembre de este año. El motivo: la incapacidad de acceder a los dólares necesarios para importar insumos. La decisión, advirtió, también pone en peligro 50 puestos de trabajo.
La compañía tiene en operación 8 equipos perforadores en Vaca Muerta. Sin embargo, crece la preocupación por el riesgo de tener que suspender sus planes si no se logra revertir las trabas a las importaciones.
En septiembre de 2019, apenas un mes después de que se decretara el congelamiento del barril de crudo luego de una brusca devaluación, DLS Archer inició un plan para modernizar ocho plataformas perforadoras, ante la previsión de que el contexto del país no sería propicio para la llegada de nuevas torres al país.
La modernización de torres de perforación permitió desde entonces generar pozos laterales más extensos, con récords de producción en los dos últimos años. Ahora, DLS afirma que esa situación podría verse afectada e incluso, invertirse, de no poder avanzar.
Hoy en Vaca Muerta operan ocho sets de fractura y la mayoría son flotas antiguas. Ante las dificultades para importar, el desafío para el sector es trabajar contra rotura, no con reparaciones planificadas, o con el sobre stockeo de insumos y repuestos.
Esta situación, repiten en el sector, implica inmovilización de capital y una consecuente carga a la salud financiera de las empresas, sobre todo para las pymes.
