Los yacimientos ya entregaron esa cantidad de crudo y otros 100 millones equivalentes en gas natural ¿Cuáles son los colosos a nivel local e internacional?
Según los registros de la Secretaría de Energía de la Nación, Vaca Muerta alcanzó en junio un acumulado de 609 millones de barriles de petróleo extraídos desde que comenzó su desarrollo. Aunque su mayor riqueza está asociada al gas natural, fue el crudo el que terminó de catapultarlo al rango de “elefante” en la jerga petrolera internacional.
Se usa ese término para referirse a aquellos yacimientos capaces de superar la marca de 500 millones de barriles de crudo producidos a lo largo de su vida útil. Son gigantes por donde se los mire: no sólo por su volumen, sino también por el flujo de divisas que generan. A partir de los últimos datos oficiales, el shale neuquino ya puede considerarse parte de ese selecto club.
Detrás de esa cifra récord hay un actor principal: YPF, que lidera con holgura la producción en la cuenca no convencional y ya suma más de 361 millones de barriles desde la roca generadora.
Sumando crudo y gas, la cuenta total para Vaca Muerta desde 2013 asciende a 731 millones de barriles equivalentes de petróleo, y se proyecta un futuro de crecimiento sostenido.
El crecimiento fue exponencial. En 2013, primer año con producción operativa, apenas se alcanzaron 505.000 barriles. Pero al año siguiente, esa cifra se multiplicó por diez: 5,5 millones.
Desde entonces, el salto fue sostenido, con una curva ascendente que refleja el proceso de maduración de la técnica y la eficiencia del desarrollo.
El gas de Vaca Muerta también suma
Aunque el petróleo llevó los reflectores, el gas natural es el recurso dominante en Vaca Muerta. Si bien aún espera su gran salto con los proyectos de GNL, el volumen acumulado ya representa 122 millones de barriles equivalentes de petróleo (boe).
Sumando crudo y gas, la cuenta total desde 2013 asciende a 731 millones de barriles equivalentes de petróleo, y proyecta un futuro de crecimiento sostenido.
En ese camino se inscriben megaplanes como el proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) y la infraestructura para exportación de gas natural licuado.
El ranking de los «elefantes» argentinos
En Argentina, son pocos los yacimientos que pueden ostentar el título de “elefantes”. Aunque la categoría suele aplicarse a áreas definidas, en el caso del shale —por sus características geológicas y de explotación— el concepto se extiende a toda la cuenca.
Con sus 731 millones de boe, Vaca Muerta ocupa hoy el tercer lugar en el ranking nacional.
Por encima, se ubica el histórico Anticlinal Grande – Cerro Dragón, en la Cuenca del Golfo San Jorge, con una cifra monumental: 1.034.512.445 barriles equivalentes de petróleo. Un “mamut” argentino que superó la mítica barrera de los mil millones de boe, un nivel que muy pocos yacimientos del mundo han logrado alcanzar. Pero que, sin embargo, desde hace unos años está en declive y ahora, en proceso de virar al gas no convencional

El segundo lugar lo ocupa otro convencional, pero mar adentro: la Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1). Este bloque offshore productor de gas acumula 745 millones de barriles equivalentes, y continúa creciendo gracias a la reciente incorporación de la plataforma Fénix frente a las costas de Tierra del Fuego, que ya comenzó a aportar nuevos volúmenes.
Apenas por debajo de Vaca Muerta se encuentra otro peso pesado de la Cuenca Neuquina: Loma La Lata, el bloque de gas convencional que fue durante décadas el principal abastecedor energético del país.
Su producción acumulada suma 678 millones de barriles equivalentes, lo que lo ubica como el cuarto “elefante” argentino. Después le sigue Manantiales Behr, en Chubut, pero a una distancia considerable, con 190 millones de boe. También en baja, YPF ya anticipó que va a desprenderse del área para seguir concentrándose en su plan de expansión en el shale neuquino.
Los gigantes globales
A nivel internacional, los “elefantes” argentinos palidecen frente a los colosos de Medio Oriente. El más grande de todos es Ghawar, en Arabia Saudita, que ha producido más de 88.000 millones de barriles de petróleo. Lo sigue Burgan, en Kuwait, con cerca de 70.000 millones, y en tercer lugar aparece Rumaila, en Iraq, con 17.000 millones de barriles.
Más allá de esa escala inalcanzable, lo logrado por Vaca Muerta en poco más de una década no es menor. El desafío hacia adelante será consolidar su rol como vector exportador, tanto en petróleo como en gas, y posicionarse como una fuente clave de divisas para el país.