En contraste, el no convencional retrocedió fuerte. Y el fenómeno se sostiene: estiman que la cuenca neuquina recibirá durante 2025 desembolsos por algo más de 10.000 millones de dólares.
Durante 2024, Vaca Muerta reafirmó su lugar como el motor del sector energético argentino, al captar el 76% de las inversiones destinadas al segmento de exploración y producción de hidrocarburos.
Así lo indica un informe de Aleph Energy basado en datos oficiales de la Secretaría de Energía, que revela que ese año el upstream recibió un total de 12.800 millones de dólares, con un claro foco en el desarrollo no convencional.
La actividad no convencional absorbió el 76% del total invertido, mientras que el segmento convencional se achicó a un 22%.
El crecimiento respecto a 2023 fue del 10%, impulsado sobre todo por el petróleo, que vio un salto del 21% interanual. En contraste, el gas natural retrocedió un 39%, evidenciando una reorientación de prioridades en el mapa energético nacional.
Del total de inversiones, el 77% de los fondos fue al petróleo, mientras que el gas recibió el 23% restante.
La Cuenca Neuquina —que incluye a Vaca Muerta— explica además el 78% del total nacional, confirmando que el shale oil domina la agenda energética. Neuquén lidera cómodamente el ranking de inversiones, con 9.700 millones de dólares, seguida por Chubut (1.222 millones) y Santa Cruz (794 millones).
El no convencional avanza, el convencional se retrae
La actividad no convencional absorbió el 76% del total invertido, mientras que el segmento convencional se achicó un 22%.
Buena parte de ese retroceso está asociado a la salida de operadoras de áreas maduras y a decisiones como la de YPF de lanzar el Proyecto Andes, por el que se retira de cuencas maduras del sur patagónico para concentrarse en el shale neuquino.
A esto se suma el hecho de que solo el 4,5% del total invertido fue a tareas exploratorias y apenas un 5,5% a offshore convencional, donde se destacan los últimos movimientos en la Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1), especialmente la inversión sísmica del Concurso Abierto 2018 y la etapa final del Proyecto Fénix, previsto para completarse a fines de este año.
En cifras, de los 12.830 millones de dólares desembolsados, 9.893 millones se destinaron al petróleo y 2.585 millones al gas, confirmando que la decisión de invertir está hoy profundamente inclinada hacia el crudo.
Neuquén sostiene el ritmo en 2025
Según las declaraciones juradas que las petroleras presentan ante la Secretaría de Energía, la Cuenca Neuquina recibirá este año alrededor de 10.051 millones de dólares. De ese total, el 97% se destinará a desarrollos en la provincia de Neuquén, con unos 9.740 millones de dólares.
El nivel de inversión se mantendrá prácticamente sin cambios en Neuquén (+0,43%), mientras que otras jurisdicciones muestran un panorama más complejo.

En Chubut, por ejemplo, la inversión caerá un 25% hasta los 915 millones de dólares, y en Santa Cruz el retroceso será más severo: un 67%, para quedar en apenas 259 millones.
La Cuenca del Golfo San Jorge será la segunda en términos de montos, con 1.133 millones de dólares. Sin embargo, esto implica una caída de casi el 40% respecto al año anterior. Las desinversiones de YPF en varios bloques de esa cuenca explican buena parte de ese derrumbe.
Las áreas que lideran en Vaca Muerta
Entre los bloques que más inversión concentrarán este año destacan La Amarga Chica (US$954 millones), Loma La Lata – Sierra Barrosa (US$936 millones) y Bandurria Sur (US$750 millones), todos operados por YPF. Con estos montos, La Amarga Chica, que ahora suma a Vista como socia, volverá a cerrar el año como el área con mayor nivel de inversión.
Completan el top seis Loma Campana (US$704 millones, también de YPF), Bajada del Palo Oeste (US$694 millones, operada por Vista) y La Calera (US$678 millones, a cargo de Pluspetrol). De estas seis, solo Loma La Lata – Sierra Barrosa no está en el top cinco de bloques más productivos.
Un dato clave: las inversiones en Loma La Lata crecerán un 75% interanual y serán siete veces mayores a las de 2023. A esto se suma que en marzo Neuquén otorgó a YPF cuatro nuevas concesiones no convencionales, dos de las cuales —La Angostura I y II— se desprenden justamente de Loma La Lata.