La Dirección Provincial de Puertos de Tierra del Fuego perdió los recursos para hacer nuevas obras y crece la preocupación sobre la actividad en la temporada de cruceros.
El puerto de Ushuaia, en Tierra del Fuego, podría comprometer su futuro como plaza antártica de la temporada de cruceros en el verano.
En medio de una crisis financiera, la provincia utilizó los fondos que la Dirección Provincial de Puertos (DPP) disponía para realizar distintas obras que permitieran mantener la agenda de recaladas de los cruceros.
En ese contexto, los trabajadores del puerto advirtieron que, de no mediar cambios, la temporada de verano está en riesgo: “si no se hacen obras y se pierden los fondos de dos años, las empresas van a optar por puertos más competitivos”, señalaron en distintas protestas que se realizaron frente al puerto de Ushuaia.
Entre las obras previstas estaba la implementación de nuevos muelles para catamaranes y cruceros, que permitieran optimizar la operatoria local, así como la generación de una plazoleta de contenedores en Río Grande.
Por la falta de fondos para mantener la obra social estatal, la legislatura fueguina aprobó una ley que dispone utilizar las ganancias de la DPP del ejercicio 2024 y 2025 como parte del pago de la deuda que mantiene con sus prestadores médicos.
La decisión generó una fuerte polémica política y gremial, y se acordó realizar una revisión a fin de año.
Sin obras en 2025 ni 2026, en 2027 tampoco habrá fondos como para iniciarlas. Tres años sin avances significa perder competitividad y trabajo.
La DPP, además, otorgó un préstamo de 4.000 millones de pesos al gobierno provincial para distintas tareas, que serán devueltas en 18 cuotas.
Sin una comunicación formal de la DPP, los trabajadores manifestaron su preocupación en torno de la demora de nuevas obras de infraestructura portuaria.
Y agregaron un dato central: por su ubicación y condiciones climáticas, la ventana de tiempo para realizar obras portuarias se reduce al período estival. “Sin obras en 2025 ni 2026, en 2027 tampoco habrá fondos como para iniciarlas. Tres años sin avances significa perder competitividad y trabajo”, señalaron.

La problemática crece cuando se considera que los recursos de la DPP no son suficientes para pagar la deuda de la obra social provincial. “Si hoy quitan los recursos para obras y los destinan a este fin, ¿qué garantiza que no pase lo mismo en los próximos años?” preguntaron los referentes gremiales.
Cruceros antárticos y coordinación de servicios
Llamada a ser la “puerta de entrada a la Antártida”, Tierra del Fuego es una parada importante en los cruceros que recorren “el fin del mundo”.
El puerto de Ushuaia recibe cada año a los cruceros, de menor tamaño que los que operan habitualmente en el Puerto de Buenos Aires, en un circuito que suele incluir viajes a las Islas Malvinas y la Antártida, y continuar posteriormente hacia la Patagonia chilena.
La llegada de las naves, en tanto, implican un fuerte desafío a la logística y la oferta turística de la ciudad, que busca adaptar sus horarios y actividades para poder hacer frente a la llegada de cientos de pasajeros cada día.
Desde las navieras, sin embargo, señalaron la falta de un reglamento que ordene la operatoria. Con más de 500 recaladas por temporada, no hay una prioridad establecida para los cruceros, con lo cual pueden pasar hasta dos días esperando permiso para atracar en el puerto de Tierra del Fuego.
En ese marco, muchas veces las empresas tienen que pagar servicios (de provisiones, por ejemplo) que no saben si efectivamente utilizarán, debido a que los tiempos de viaje y permanencia en la ciudad se ven constantemente alterados por esa falta de certezas.
La provincia había anunciado los proyectos de construcción de una terminal de cruceros y catamaranes, separada de la operatoria portuaria habitual, pero las obras no se concretaron. Sin sus propios recursos, su realización suma incertidumbre.