Se trata de la convocatoria para incorporar al SADI 3.000 MW de generación eléctrica, que generó un aluvión de ofertas. El equipo de Javier Milei espera informes técnicos para definir si hace falta esa potencia, o podría ser menor.
El proceso de transición de gobierno iniciado tras el triunfo de Javier Milei en el balotaje reunió a las autoridades salientes con los referentes de la nueva gestión, y en ese contexto el próximo secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, mantuvo un encuentro con la actual titular de esa cartera, Flavia Royón, con sus respectivos equipos.
El cónclave se realizó con el objetivo de avanzar en el traspaso de áreas estratégicas que en la próxima gestión estarán agrupadas bajo un super ministerio de Infraestructura, a cargo de Guillermo Ferraro, con la cartera energética entre una de ellas.
El primer cónclave del área dio el escenario para debatir sobre proyectos que ya están en marcha. Y en el ámbito de la Energía hay dos que tienen singular trascendencia: la reversión del Gasoducto Norte y la incorporación de 3.000 MW al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Desde la cartera nacional esperaban incentivar el abastecimiento y uso eficiente para minimizar los cortes en períodos de alta demanda.
Esta última no ofrece la misma urgencia que la reversión del gasoducto, necesaria para garantizar el abastecimiento de las provincias del Norte en el prósimo invierno, pero igualmente representa una importante posibilidad de inversión y un paso hacia una matriz energética más limpia.
El proceso licitatorio comenzó en julio tras la publicación de la Resolución N° 621/2023, y la apertura de sobres se realizó a fines de septiembre con un sorprendente volumen de ofertas.
Récord de ofertas para la generación eléctrica
En total se recibieron 66 proyectos para incorporar 7.112 MW, por parte de 20 empresas de 13 provincias del país. Según informaron las autoridades, las propuestas presentadas significarían compromisos de inversión por 9.000 millones de dólares.
El objetivo de la Secretaría de Energía apuntaba a la incorporación de tecnología de generación térmica o cogeneración de energía eléctrica, incluyendo la instalación de equipamiento nuevo o con menos de 15.000 horas de uso verificado.
En esa línea, desde la cartera nacional esperaban incentivar el abastecimiento y uso eficiente para minimizar los cortes de luz en períodos de alta demanda, en especial en las épocas de invierno y verano, cuando suelen registrarse los picos de consumo residencial más altos. Por ello, uno de los requisitos quew se impuso para poder participar de la licitacion, es que los oferentes estuvieran en condiciones de garantizar la continuidad del suministro de energía eléctrica a largo plazo.
En definitiva, la iniciativa esperaba fortalecer el SADI y al mismo tiempo consolidar una matriz energética más sustentable.
En cuanto a la estructuración concreta de la convocatoria, se dividió en dos partes: en el Renglón N° 1 se propone incorporar nueva oferta térmica de hasta 3.000 MW; y el Renglón N° 2 consiste en potenciar la oferta térmica de Tierra del Fuego sumando entre 30 y 70 MW.
Las principales interesadas en adjudicarse el primer renglon fueron: MSU Energy, que a través de sus sociedades (la homónima y SCC Power), propuso instalar 1.623 MW de energía térmica. El podio lo completaron Sullair Argentina y Juan F. Secco con proyectos por 1.393 MW y 1.281 MW, respectivamente.
Sin embargo, el proceso quedó en stand by, debido al inminente cambio de autoridades y ahora, la nueva gestión deberá determinar los pasos a seguir.
Según adelantó Javier Milei en distintos medios, su idea es llevar a cabo un fuerte ajuste para revertir el déficit fiscal, por lo que muchos proyectos del gobierno saliente ya se están empezando a analizar con rigurosidad para definir si se convalida el gasto previsto.
En lo que refiere a la incorporación térmica y a la reversión del gasoducto, aún no hay determinaciones contundentes. Los referentes energéticos de LLA, según trascendió, buscarán tener mayor información de la que se conoce hasta ahora tanto sobre la Reversión del Gasoducto Norte, como del plan para fortalecer el SADI.
En lo que concierne a la iniciativa de energía térmica, el equipo de Milei busca tener claro si efectivamente hay una necesidad técnica de incorporar 3.000 MW y no podría apuntarse a una potencia menor, sobre todo teniendo en cuenta que son contratos a 20 años en dólares. La comitiva de Chirillo analizará en detalle los fundamentos técnicos del proyecto para analizar la conveniencia de la licitación.
Respecto del gasoducto, las definiciones estarán atadas a las alternativas que se evalúen para sustituir las importaciones de Bolivia, cuyo compromiso de venderle el fluido a la Argentina expira a mediados del año próximo. La reversión, en ese escenario, se plantea como imprescindible para poder llegar con gas de Vaca Muerta a las provincias del Norte.
