El gasto en la ayuda del Estado, que en 2024 alcanzó los U$S 6.252 millones, se reduciría un 29% este año. De ese modo, representaría apenas el 0,7% del PBI, el nivel más bajo desde 2007.
Los subsidios a la energía tendrán un nuevo recorte en 2025, con una reducción cercana a los 2.000 millones de dólares, según proyecciones de la consultora Economía & Energía. El cálculo anticipa que el del Estado en este ítem, que en 2024 alcanzó los 6.252 millones de dólares, bajaría un 29% este año, quedando en 4.433 millones, cifra que representaría apenas un 0,7% del PBI, el nivel más bajo desde 2007.
En el segmento eléctrico, las transferencias estatales a Cammesa se reducirían de 3.911 a 2.752 millones de dólares, impulsadas por el aumento en la cobertura de la demanda, que ya alcanza el 83%.
“De mantenerse las condiciones macroeconómicas, el elevado grado de cobertura actual permitiría que, sin grandes modificaciones tarifarias, los subsidios al sector eléctrico continúen su tendencia decreciente durante el corriente año”, señalan desde Economía & Energía.
“De mantenerse las condiciones macroeconómicas, el elevado grado de cobertura actual permitiría que, sin grandes modificaciones tarifarias, los subsidios al sector eléctrico continúen su tendencia decreciente durante el corriente año”, señalan desde Economía & Energía.
El análisis de la consultora indica que los usuarios residenciales de ingresos altos (N1) y los comerciales cubrirían casi la totalidad del costo monómico, mientras que los hogares de ingresos medios (N3) y bajos (N2) pagarían precios estacionales de 44 USD/MWh y 32 USD/MWh, respectivamente, muy por debajo de los 74 USD/MWh que abonarían los N1.
En cuanto al gas natural, los subsidios caerían de 2.080 a 1.418 millones de dólares, impulsados por una mayor cobertura de la demanda y, sobre todo, por la reducción en el costo gracias al reemplazo reemplazo de importaciones desde Bolivia.
“En el primer bimestre de 2025 el PIST representó el 82% del costo de abastecimiento de gas natural, gracias a la cobertura plena de los usuarios residenciales de ingresos altos, así como de los no residenciales”, explican desde la consultora de Nicolás Arceo
“De todos modos, dado el incremento previsto en el costo de abastecimiento de gas natural durante el período invernal, y previendo que no se implementarán incrementos tarifarios significativos, el porcentaje de cobertura durante los meses de menor temperatura se ubicaría alrededor del 50%”, puntualizan.
Con atención al precio de la energía y el dólar
De todas formas, desde Economía & Energía advierten que el sector es extremadamente sensible a cualquier variación en la demanda, los precios o el tipo de cambio, “lo que podría generar un impacto significativo en el gasto en subsidios”.
Por ejemplo, un aumento del 10% en el precio monómico implicaría un incremento de 612 millones de dólares en los subsidios eléctricos, mientras que un alza del 10% en la demanda de electricidad elevaría el costo en 91 millones.

Además, si el tipo de cambio al cierre del año supera en un 10% la proyección inicial y no se introducen cambios en la política tarifaria respecto al escenario base, los subsidios al sector energético subirían en 233 millones de dólares.
Subsidios energéticos en 2024
En 2024, los subsidios a la energía representaron el 76% del gasto total y, aunque aumentaron un 107% en términos nominales, registraron una caída real del 38%.
El mayor desembolso dentro de este segmento correspondió a las transferencias a Cammesa, que al cierre del año acumularon un incremento nominal del 104%, lo que en términos reales significó una reducción del 36%.
Según el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet, durante los doce meses del año pasado se ejecutó el 95% del presupuesto vigente para los principales rubros analizados.
En paralelo, las transferencias destinadas a Energía Argentina (Enarsa) crecieron un 105% en valores nominales, pero con una baja real del 43%, mientras que los fondos asignados al Plan Gas.Ar —en concepto de incentivos para la producción de gas natural— aumentaron un 181%, aunque en términos reales cayeron un 17%.

En total, los subsidios nominales de 2024 sumaron $8,31 billones, pero ajustados por inflación equivalieron a $10 billones, reflejando una caída real del 39% respecto al año anterior.
Este descenso se explicó en gran parte por la reducción en las transferencias a Enarsa y Cammesa, que juntas representaron 28 de los 39 puntos porcentuales de la baja total, según el informe.
Además, el gasto en subsidios reales a agua, energía y transporte al cierre de 2024 se redujo un 58% en comparación con el pico alcanzado en junio de 2022.
Otro dato clave es que, a diciembre de 2024, los subsidios se enmarcaron en un escenario de superávit primario, mientras que un año antes representaban el 61% del déficit primario acumulado.