Germán Burmeister asumirá en agosto al frente de la filial para Argentina, Uruguay y Chile. La compañía espera mover este año unos U$S 500 millones en la formación neuquina, donde está hace más de una década.
Desde el 1° de agosto, Shell tendrá al argentino Germán Burmeister como presidente de la compañía para Argentina, Chile y Uruguay. «Vuelvo a la Argentina con la ambición de llevar nuestras operaciones en Vaca Muerta al próximo nivel», adelantó.
La llegada de Burmeister a la cúpula de Shell tiene un objetivo principal: reforzar la presencia de la petrolera en Vaca Muerta, movilizando una inversión de 500 millones de dólares durante este año.
En poco más de una década, la compañía ha desembolsado unos 3.500 millones en bloques de la formación shale, como operadora única o junto a distintos socios.
«Vuelvo a la Argentina con la ambición de llevar nuestras operaciones en Vaca Muerta al próximo nivel»
Germán Burmeister, futuro presidente de Shell para Argentina, Chile y Uruguay
El flamante directivo reemplazará al actual titular de la filial local, el venezolano Ricardo Rodríguez, quien asumirá nuevas funciones para la compañía en Houston, Estados Unidos.
Burmeister, ingeniero en Petróleo por el ITBA y con un MBA de IAE Business School, cuenta con 23 años de carrera en Shell.
Ha ocupado roles comerciales, de estrategia y de gerencia en América Latina, África, Asia y Europa, y hasta ahora se desempeñaba como Senior VP y Country Chair de la compañía en Kazajistán.
La actividad en Vaca Muerta llama la atención de grandes compañías, que observan cómo se alcanzan cifras históricas en producción de hidrocarburos y fracturas.
Las operaciones de Shell en la formación fueron elegidas «Asset of the Year» por la compañía en 2023, consolidándose como un activo en crecimiento en su portafolio de Upstream.
«Es un orgullo asumir este rol a poco de cumplirse los 110 años de Shell Argentina el próximo 10 de septiembre», celebró Burmeister.
Shell, entre los mayores productores de Vaca Muerta
Shell cuenta con 12 años de participación en el no convencional de Vaca Muerta, desde que logró la concesión de las primeras áreas en 2012. Es una de los cinco mayores productores en ese segmento, luego de YPF y Vista, y antes que PAE y Tecpetrol, según los últimos datos de mayo.
Actualmente, posee cuatro bloques operados en distintas etapas avanzadas de desarrollo masivo: Sierras Blancas (10% GyP), Cruz de Lorena (10% GyP), Coirón Amargo Sur Oeste (10% GyP) y Bajada de Añelo (50% YPF). Además, tiene participación en Bandurria Sur (operado por YPF), Rincón La Ceniza (TotalEnergies), y La Escalonada (TotalEnergies).
Según se informó, la capacidad de procesamiento de la petrolera en la formación ha crecido progresivamente con inversiones en las plantas de Sierras Blancas, con una capacidad de 42.000 barriles diarios; la Planta EPF (Early Production Facilities) de 12.000 bpd; la Planta CPF (Central Processing Facility) de 30.000 bpd y una nueva Planta EPF en construcción en Bajada con capacidad de 15.000 bpd y 2 millones de m3/día.
Oleoducto Sierras Blancas
Entre los últimos desarrollos de la compañía, se suma la capacidad de transporte con la construcción del oleoducto Sierras Blancas – Allen, que alcanza una extensión de 104 kilómetros y tiene una capacidad de transporte de crudo de 20 mil metros cúbicos por día, lo que equivale a un tercio de la producción de la formación.
El oleoducto fue inaugurado en febrero del año pasado y se espera que facilite una evacuación más fluida. Si bien Vaca Muerta representa el segundo yacimiento con la mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo, la producción no puede ser trasladada con eficiencia debido a las cantidades de gas y petróleo que se extraen.
El gobierno anterior le concesionó los derechos de explotación del nuevo oleoducto tanto a Shell como a Pan American Energy (PAE) y a Pluspetrol, durante un plazo de 35 años.
El desafío de liderar Shell Argentina también se da en un contexto donde la industria energética global enfrenta numerosos retos, incluyendo la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Burmeister tendrá la tarea de balancear el desarrollo de recursos fósiles con las crecientes expectativas de sostenibilidad y responsabilidad ambiental. Su experiencia en diferentes mercados y su enfoque en la estrategia y la competitividad pueden contribuir a alinear las operaciones de la compañía en el país con estos objetivos globales.
Por otra parte, Shell tiene también importante participación en otro de los secotres hidrocarburíferos que despiertan alto interés en el país: la explotacion offshore de petróleo en el Mar Argentino, con un proyecto junto a Qatar Petroleum y como socio de YPF y Equinor en las exploraciones en la zona del Pozo Argerich.