Una empresa internacional compró la mina sanjuanina, que en 2025 iba a dejar de producir.  Cómo se encuentra el proyecto que ya agotó dos veces su reserva y por el que ahora apuesta un nuevo dueño.

Gualcamayo es la segunda mina de oro en tamaño de San Juan y desde hace dos años transita un proceso de baja continua en su producción ya que el yacimiento está cerca de agotarse. Había dos caminos posibles: que Mineros SA, la empresa a cargo iniciara el cierre de mina o invirtiera para empezar a explotar otra zona cercana, conocida como Carbonatos Profundos. Pero en septiembre estas posibilidades se ampliaron, porque una nueva compañía compró todas las acciones.

La noticia se conoció el 8 de septiembre y el cambio de manos se concretó este 21 de septiembre, si bien es una operación cerrada, hay todavía muchas dudas sobre el futuro de la mina. Pero la versión que suena fuerte en el sector minero es que los nuevos dueños, el fondo de inversión ERIS LLC optará por un tercer camino, distinto a los escenarios posibles que planteaba Mineros.

Es que si bien está pendiente que la nueva gerencia anuncie oficialmente su plan de trabajo, la versión que dieron en reuniones con autoridades sanjuaninas es que invertirán para mantener el empleo en el yacimiento actual, en lugar de poner todas las fichas (o millones) en abrir un nuevo frente.

La segunda resurrección de Gualcamayo

La mina ubicada en Jáchal empezó su construcción en 2007 cuando todavía era propiedad de Yamana Gold. En ese momento se hablaba de una explotación de alrededor de 10 años. Pero este plazo se extendió, como es habitual cuando las empresas hacen las cosas bien y continúan buscando mineral mientras funciona la mina.

La exploración continua permitió descubrir que la zona mineralizada, conocida como Quebrada del Diablo, tenía más para ofrecer de lo que suponían en un principio. Así fue como Gualcamayo pasó en 2017 de ser una mina a cielo abierto a ser también subterránea cuando empezaron a explotar Quebrada del Diablo Oeste Inferior.

Solo un año después el proyecto ubicado en Jáchal cambió de manos por primera vez. Yamana Gold anunció en 2018 la venta del 100% de sus acciones a Mineros SA, que se hizo cargo del trabajo y continuó a su vez explorando. La estimación de vida útil de la que se habló en este paso de manos marcaba entre 2020 y 2021 el posible agotamiento del mineral.

Mina subterránea
Desde 2017 Gualcamayo comenzó la explotación de su mina subterránea.

La historia parece repetirse seis años después: el proyecto cambia de manos cuando están cerca de agotar el yacimiento en el que trabajan. Mineros había anunciado, luego de que Gualcamayo fuera su proyecto de menor rendimiento en 2022, que iban a extraer mineral hasta 2023 y en 2025 iniciarían un cierre de mina provisorio.

Pero, al igual que años antes, tenían todavía una esperanza posible. Así como en 2017 Yamana anunció que se podía seguir trabajando el yacimiento de forma subterránea, ahora Gualcamayo podría seguir activa con Carbonatos Profundos. Pero el desafío técnico y financiero es mayor esta vez.

Carbonatos Profundos, una joya difícil de pulir

El nuevo yacimiento que descubrió Mineros SA era el principal objetivo de la empresa. Se trata de otro cuerpo mineral que calculan que tiene 2 millones de onzas de oro más. Se encuentra a mayor profundidad, debajo de la actual mina subterránea.  

Pero para empezar a extraer el mineral es necesaria una inversión de aproximadamente USD 500 millones. Esto debido a que la nueva zona tiene una mineralización distinta y por lo tanto cambia completamente el sistema de trabajo y el equipamiento necesario.

La inversión y el trabajo necesario para avanzar en este sector es prácticamente como iniciar una mina nueva. Esto incluye hacer el Estudio Económico Preliminar (PEA), prefactibilidad y factibilidad nuevamente. Luego la construcción de nuevas instalaciones nuevas, aunque ahorrando el costo de campamento, líneas eléctricas y otras obras de servicio.  La ventaja es que Carbonatos Profundos promete entre 10 y 20 años de vida más a Gualcamayo.

Aunque en un principio ERIS LLC no avanzaría con la mega inversión. Los nuevos dueños estarían pensando en mantener la producción con el materia y yacimiento actuales. Tal vez extrayendo mineral de las escombreras, el material que un momento se consideró estéril o no tan interesante.

Los compradores, outsiders mineros, pero con caras conocidas

ERIS LLC no es una empresa minera, es un fondo de inversión estadounidense que tiene otros negocios en Argentina, pero no había incursionado en el sector. Tal vez por eso a cargo de Gualcamayo eligieron a una de las caras más conocidas de la minería sanjuanina.

Es que entre las nuevas autoridades se encuentra Ricardo Martínez, geólogo que descubrió Veladero, presidente de la Cámara Minera y uno de los referentes de la provincia con más peso a nivel nacional. El empresario no dio declaraciones a la prensa durante el proceso de cambio de manos, ya que como anunciaba el comunicado de prensa en el que confirmaron la venta, había un acuerdo de confidencialidad.

Durante las próximas semanas, una vez haya terminado la transacción, podría ser él uno de los voceros que aclararán cómo seguirán. Mientras tanto, los 450 puestos de trabajo en la mina jachallera estarían asegurados, aunque resta que aclaren si será con planes para Carbonatos Profundos y para cuándo.

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