Una vez más las diferencias entre Washington y Caracas podría trasladarse al sector energético y dar un nuevo golpe a la producción global de crudo.

Estados Unidos analiza por estas horas reponer las sanciones al petróleo de Venezuela, medida que genera preocupación por el impacto que tendría en los precios internacionales del crudo, en un contexto de producción en baja a partir de las reducciones voluntarias de la OPEP+. con Arabia Saudita y Rusia a la cabeza.

El restablecimiento de las restricciones se daría en abril, cuando llegue a su fin el plazo de alivio que se había planteado a fines del año pasado, y que la situación política del país bolivariano ahora pone en duda.

La posibilidad de reponer las sanciones se abrió nuevamente en medio de una escalada en el enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición de cara a las próximas elecciones en el país bolivariano.

«El régimen de Nicolás Maduro hizo algunos compromisos sobre los partidos políticos de oposición, sobre elecciones libres y justas, y no han tomado esas acciones. Tienen hasta abril para hacerlo», advirtió en conferencia de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

Aunque rechazó dar más detalles de los planes de Washington, Kirby dejó entrever que hasta abril el gobierno de Joe Biden no adoptará una nueva decisión.

La situación del petróleo de Venezuela

En la década de 1990, la producción de petróleo de Venezuela alcanzó los 3 millones de barriles por día que reinstalaron al país como una potencia energética global.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) confirmó el viernes pasado la prohibición que impide a la exasambleísta María Corina Machado ocupar cargos públicos.

Machado ganó las internas de la oposición y es la más firme rival del oficialismo para las elecciones del segundo semestre.

Estados Unidos había condicionado la continuación del alivio de las sanciones contra Venezuela, dispuesto en octubre en respuesta al acuerdo firmado entre el Gobierno y la oposición en Barbados, a que el presidente Maduro liberara a prisioneros, incluidos estadounidenses «detenidos injustamente».

Nicolás Maduro, Joe Biden, sanciones al petróleo de Venezuela.
El gobierno de Venezuela y la oposición habían llegado a un acuerdo para dar garantías electorales y ahora todo el proceso quedó en teñido de nuevas irregularidades.

En diciembre, Venezuela liberó a más de 20 de sus ciudadanos y a 10 estadounidenses a cambio de la libertad de un funcionario de Maduro y la extradición de un empresario malayo buscado por Estados Unidos.

Pero la decisión judicial contra Machado y las recientes detenciones de al menos tres miembros de Vente Venezuela -el partido de la candidata- llevaron a la Casa Blanca a amenazar con el regreso de las sanciones.

Impacto en el sector energético

Tras conocerse en octubre de 2023 el alivio a la sanciones impuestas al sector energético venezolano se estimó en que el impacto inmediato se traduciría en una producción adicional de 200 mil barriles por día (bpd), lo que representaba un aumento de aproximadamente el 25% en la producción total del país.

Esa situacion significaba un gran paso que permitía a compañías estadounidenses comprar petróleo a Venezuela por primera vez en años.

Sin embargo, los analistas habían advertido que para que este aumento en la producción finalmente se concretara en esa magnitud, el levantamiento de las sanciones debería ser sostenido en el tiempo. Algo que ahora quedó en entredicho.

Las exportaciones de petróleo de Venezuela a Estados Unidos se detuvieron a principios de 2019, cuando el Tesoro impuso sanciones a la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa).

En ese entonces, el país gobernado por Maduro exportaba cerca de 365 mil barriles diarios desde sus puertos hacia las refinerías instaladas en los Estados Unidos.

La producción actual de petróleo venezolano se sitúa aproximadamente entre 750 mil y 800 mil bpd. En la década de 1990, alcanzó los 3 millones de barriles por día que convirtieron al país en una potencia energética global. Su punto más bajo fue en junio de 2020, con 374 mil barriles.

Esa recuperación, junto con un aumento en la producción en Irán, ayudó a regular los precios de los futuros en 2024 y a compensar parte del impacto de los recortes de Arabia Saudita y Rusia.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tiene interés político en mantener el flujo de barriles globales, ya que eso puede ayudar a mantener limitada la inflación de los combustibles. Pero la estrategia podría ahora naufragar al calor del enfrentamiento electoral en Venezuela.

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