La renuncia del Subsecretario de Puertos profundizó las dudas en torno del organismo, cuando persisten las demandas de respuestas del sector de las vías navegables en todo el país.
Con fuerte trayectoria en el sector, Pablo Martín Piccirilli llegó a la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación exactamente 45 días antes de presentar su renuncia indeclinable.
Su salida, anunciada por “motivos personales”, exhibió una vez más las dificultades para poner a funcionar la dependencia a cargo del control de las obras portuarias, la legislación nacional y el control de la Vía Navegable Troncal, para cumplir cabalmente sus tareas.
Mariano Mirotti, secretario de concesiones del ministerio de Economía de la Nación, aseguró que se buscará avanzar con una licitación para una concesión a largo plazo, pero advirtió que la misma llevaría mucho tiempo de preparación.
De hecho, Piccirilli había confirmado su presencia en el Encuentro Argentino de Transporte Fluvial, que se desarrolló en Rosario el martes 30, pero sorpresivamente desistió a último momento. Su salida ya era un secreto a voces. Esa misma tarde oficializaría su renuncia “a partir del 1° de mayo”.
Ahora, el gobierno deberá designar un nuevo funcionario para llevar adelante la gestión del área, que en los últimos meses sufrió (como otros) el recorte presupuestario y la salida de agentes especializados que llevaban años en el sector.
Río revuelto en las vías navegables
La renuncia de Piccirilli a la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables abrió nuevas interrogantes sobre la agenda en el sector.
Apenas un par de días antes de su salida, el ahora ex funcionario había compartido acto con otros representantes del Ejecutivo en un evento de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se adelantó la voluntad del gobierno nacional respecto de la Hidrovía, que desde 2021 está a cargo de la Administración General de Puertos.
Ahora, el gobierno deberá designar un nuevo funcionario para llevar adelante la gestión del área, que en los últimos meses sufrió (como otros) el recorte presupuestario y la salida de agentes especializados que llevaban años en el sector.
Para el sector, coordinar los deseos del rubro agroexportador y la gestión pública es una demanda urgente.
Allí, Mariano Mirotti, secretario de concesiones del ministerio de Economía de la Nación, aseguró que se buscará avanzar con una licitación para una concesión a largo plazo, pero advirtió que la misma llevaría mucho tiempo de preparación.
Más allá del devenir de la denominada Vía Navegable Troncal, el gobierno también deberá definir si concede el pedido de la provincia de Buenos Aires, que reclama una vez más por la realización del Canal de Magdalena, una obra con fuerte respaldo político en el kirchnerismo.
La Subsecretaría de Puertos formó parte del proceso licitatorio que se llevó adelante el año pasado respecto del dragado del Canal Magdalena que quedó desierto por falta de ofertas, producto de los errores de gestión del proceso de licitación y de los mismos promotores del proyecto.
En la agenda también está la presión de los poderosos gremios del sector portuario. Más allá de la medida de fuerza anunciada en rechazo del regreso del Impuesto a las Ganancias, el debate de fondo por la recuperación de una marina mercante nacional sigue siendo un eje central para desarrollar empresas y revalorizar el trabajo de los marinos argentinos.
En este contexto, el gobierno de Javier Milei deberá designar un nuevo encargado de un organismo clave, que sufre hace años por la falta de presupuesto, falta de recursos humanos especializados y la pérdida de relevancia en la agenda urgente de la logística del país.
