La titular del área, al frente de Energía en el gobierno anterior, aseguró que el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones que incluye la Ley Ómnibus “puede ser un punto de inflexión en el desarrollo minero en la Argentina».
Flavia Royón fue secretaria de Energía de la Nación en la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía y actualmente foirma parte del gobierno de Javier Milei, aunque ahora al frente de la Secretaría de Minería.
Desde ese lugar Royón afirmó que la minería es uno de los sectores con mayor potencial en la Argentina y advirtió que “hay una ventana de oportunidad para aprovechar, porque el mundo demanda minerales críticos y Argentina los tiene».
Y afirmó que el “Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones” incluido en el texto del proyecto de la denominada Ley Ómnibus “puede ser un punto de inflexión en el desarrollo minero en Argentina. Si este régimen se concreta y si se concretan los proyectos de cobre, que ven con buenos ojos al RIGI, puede ser un punto de inflexión para nuestro país”.
«Hay una ventana de oportunidad para aprovechar, porque el mundo demanda minerales críticos y Argentina los tiene».
Flavia Royón, secretaria de Minería.
En diálogo con Bloomberg, Royón señaló que de acuerdo con las proyecciones que maneja la Secretaría que conduce, en 2024 “las exportaciones mineras crecerían a 4.500 millones de dólares y estos son cálculos conservadores”.
En el desagregado de esta expansión, Royón señaló que el liderazgo de las exportaciones seguirá estando en manos del oro, pero con un fuerte aumento en la participación total del litio, mineral que explicaría por sí solo exportaciones por 1.700 millones de dólares.
Para 2025, estas estimaciones prevén un salto de las exportaciones de carbonato de litio, liderando el sector minero y alcanzando los 4.300 millones de dólares. En 2030 la minería exportaría por 19.100 millones de dólares, con el litio en 12.200 millones de dólares.
El gobierno espera además la primera producción de cobre para el 2027. Y saltaría de 600 millones de dólares a 5.000 millones de dólares (2031) en apenas cuatro años.
En lo que respecta a inversiones extranjeras directas, la secretaría de Minería espera este año ingresos por 4.786 millones de dólares con un importante incremento en 2025, cuando se alcanzaría la marca de los 8.206 millones de dólares, a la expectativa de que entren en construcción los principales proyectos de cobre.
Seguridad jurídica, la prioridad de Flavia Royón
En cuanto al desarrollo del cobre, uno de los minerales clave en la transición energética y que la Argentina no produce desde el cierre de Bajo la Alumbrera, Royón destacó que la Argentina tiene potencial para convertirse en uno de los principales productores del mundo.
En ese sentido advirtió que “lo que demanda la inversión es seguridad jurídica, acceso a importaciones; en definitiva lo que se necesita es ordenar la macroeconomía».
Y agregó: «Uno de los grandes problemas o restricciones que manifiestan los inversores es poder importar con previsibilidad, tener acceso al mercado de cambios, tener la certidumbre de poder pagar a los accionistas”.
“Argentina ha dado muestras, y sobre todo en las provincias mineras, de que la minería ha sido una política de estado, una política continua con seguridad jurídica. Hay una discusión respecto a si el litio es una ventana de oportunidad pero que el recurso al que se debe apostar es el cobre. Acá no es litio o cobre. Es el litio, cobre, oro, plata, todo”, señaló.
Y recordó que los proyectos de cobre “van a ser un punto de inflexión en provincias como San Juan, Catamarca, Salta, por la magnitud de cada proyecto, que equivalen a inversiones entre 4.000 millones y 8.000 millones de dólares cada uno. Cada proyecto puede aportar en exportaciones entre 1.500 millones y 2.500 millones de dólares anuales”.
“El cobre tiene que ser un objetivo para Argentina, porque tiene los recursos. Argentina tiene ocho proyectos en estadíos avanzados, ojalá en los próximos años podamos ver la construcción de uno o dos de estos proyectos. Cada proyecto en su pico máximo de construcción genera directa e indirectamente hasta 8.000 puestos de trabajo, algo que para una provincia es una demanda más que importante”, concluyó.
