Por primera vez, la generación limpia explicó más de un tercio del abastecimiento total del país. El hito se dio el 24 de agosto y refleja cómo el sector gana presencia en la matriz argentina.

No todo son hidrocarburos y minería en la industria energética de la Argentina. Con un paso más lento, pero seguro, las energías renovables ganan cada vez más terreno de la mano de nuevos proyectos, políticas que impulsan la inversión y un contexto mundial que favorece la adopción de estas tecnologías. En este marco, el segmento alcanzó un hito histórico a nivel nacional.

Según reportó la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), el pasado 24 de agosto, las fuentes renovables abastecieron el 37,61% de la demanda eléctrica de todo el país. El logro se debe, principalmente a los múltiples desarrollos de energía solar y eólica que finalizaron el último año, incluyendo iniciativas de expansión.

El desempeño de la energía eólica y la solar dentro del sistema representa el 88,9% del total de las energías renovables en la Argentina.

Al momento del récord nacional, del total generado en renovables la tecnología eólica alcanzó los 3.645 MW (51% de la oferta instantánea), la solar fotovoltaica 1.508 MW; la hidroeléctrica mayor de 50 MW alcanzó los 1.593 MW, la canasta de fuentes bioenergéticas llegó a 221,48 MW y la mini hidro a los 132,85 MW.

Además de este récord diario, el sector consolidó un primer semestre muy superior al de 2024. Entre enero y junio de 2025, la generación renovable acumulada alcanzó los 12.440 GWh, lo que representa un aumento del 17% respecto del mismo período del año anterior, cuando se produjeron 10.630 GWh.

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La generación eólica y solar conjunta de la Argentina y Uruguay alcanzó los 6.284 MW.

De acuerdo a los datos de Cammesa, la capacidad total instalada al cierre del semestre superó el promedio de los 7 GW, distribuidos en 4.476 MW eólicos, 2.192 MW solares, 333 MW en bioenergías y 113 MW en hidroeléctricas menores a 50 MW.

Asimismo, el análisis interanual muestra que, en julio de 2025, la eólica creció 26,2% respecto de julio de 2024, mientras que la solar avanzó 39,7%. La biomasa y la hidroeléctrica menor a 50 MW crecieron 25,3% y 28,3%, respectivamente, y la hidroeléctrica mayor aumentó 47%, impulsada principalmente por un mayor caudal disponible más que por nuevas obras.

Tras la reclasificación de las centrales hidroeléctricas superiores a 50 MW como renovables, la participación de estas fuentes creció de manera acelerada.

El desempeño de la energía eólica y la solar dentro del sistema representa el 88,9% del total, debido a la capacidad de generación, la evolución en la eficiencia de las tecnologías y la reducción de los costos. Esto explica las sucesivas inauguraciones de proyectos que se van sumando a la red, más los que están pautados para los próximos dos años.

La ley vigente establece que, para fines de 2025, la cobertura renovable debe alcanzar el 20% de la demanda, objetivo que ya se aproximó con picos de 20,8% en abril, 19,4% en mayo, y más aún con el reciente registro de agosto, muy por encima de esa meta.

El mini RIGI para las energías renovables

El Congreso avanza con un proyecto conocido como “mini RIGI”, que busca reemplazar la Ley 27.191, vigente desde 2015, y reducir la intervención estatal en el sector. La iniciativa propone mantener obligaciones como que los grandes consumidores aseguren al menos un 20% de su consumo a partir de fuentes limpias, pero elimina la intermediación de Cammesa y los precios máximos fijados para la energía renovable.

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El hito del 37,6% refleja el crecimiento sostenido de la capacidad instalada.

El proyecto también extiende hasta 2045 los beneficios fiscales, incluyendo exenciones de tributos, cánones y regalías para la generación y uso de energías renovables. Según Martín Maquieyra, diputado del PRO y uno de los impulsores de la iniciativa, esta medida busca «garantizar previsibilidad y estabilidad económica, condiciones esenciales para inversiones de largo plazo en el sector».

La propuesta cuenta con el respaldo de la Secretaría de Energía y del sector privado, incluyendo la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) y la Cámara de Generadores y la Cadena de Valor de Energías Renovables (CEA). Estas organizaciones destacan que la continuidad de la ley y la estabilidad fiscal son fundamentales para consolidar proyectos existentes y fomentar nuevas inversiones de gran escala.

Entre los cambios clave se incluyen la eliminación de la obligación de adquirir energía renovable a través de Cammesa para grandes usuarios, la promoción de la diversificación tecnológica y geográfica de los proyectos, y la clarificación del régimen legal para reducir litigiosidad, asegurando mayor certeza jurídica a los inversores.

El proyecto se enmarca en una política energética de largo plazo, basada en la atracción de inversiones, modernización del mercado eléctrico y consolidación de una matriz más diversificada y competitiva. Con estas medidas, se espera que Argentina continúe incrementando la participación de energías limpias, construyendo sobre los más de 6.500 MW instalados desde 2016 y los 7.500 millones de dólares de inversiones acumuladas en el sector.

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