Entre los datos más destacados aparece la consolidación de la industria nacional y el fuerte crecimiento de Brasil. El desempeño de la región a nivel global.
A lo largo de todo el año pasado, la producción de litio fue un sector estrella para la economía nacional y evidenció un incremento continuo que elevó todos los indicadores mineros. Esta tendencia se replicó en otros países de la región, incluso por fuera del famoso Triángulo de Litio, que incluye además de la Puna argentina, a Bolivia y Chile.
De acuerdo a los datos relevados por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el 30% de la extracción mundial del “oro blanco” tuvo lugar en Chile, Brasil y Argentina. Así, Latinoamérica sigue aprovechando la segunda reserva más grande de litio.
La Argentina tuvo un alza anual del 46%, pasando de una producción de 6.590 toneladas a casi 10 mil.
El listado que elaboró el departamento norteamericano indica que Chile se mantuvo como la mayor productora de la región, la Argentina fue escolta y Brasil, que no integra el triángulo, cerró el podio.
Si bien el 2023 fue un buen año para el sector en general, el crecimiento en el país carioca se duplicó con respecto al 2022 y fue lo más destacado del informe.
En contrapartida, Bolivia no aparece en las estadísticas por su bajo nivel productivo a pesar de tener una de las mayores reservas mundiales. Sucede que tiene la mayoría de sus proyectos en etapa de pre factibilidad y no han arribado muchas inversiones.
El top ocho de los países con mayor producción anual durante 2023 quedó de la siguiente manera: la primera posición fue para Australia con 86.000 toneladas (tn); en segundo lugar quedó Chile con 44.000 tn; mientras que el tercer lugar fue para China.
El cuarto puesto fue de la Argentina, que registró 9.600 tn, superando al ascendente Brasil, que alcanzó las 4.900.
Más atrás quedó Canadá con 3.500 tn, luego Zimbabue con apenas menos de 3.400 tn y el listado lo cierra Portugal con 380 toneladas.
El crecimiento de la producción
El sector litífero tuvo un rápido desarrollo de la mano de tendencias como la electromovilidad y los acuerdos internacionales para descarbonizar la economía mundial.
El mineral es uno de los insumos clave para la tecnología implementada por los autos eléctricos y las baterías de litio tienen un abanico cada vez más amplio de usos.
El escenario favorable se vio reflejado en un 2023 mucho más positivo que el 2022 en casi todos los países que se dedican a la actividad.
La Argentina tuvo un alza anual del 46% pasando de una producción anual de 6.590 tn a casi 10.000, mientras que el crecimiento de Brasil entre un año y otro fue del 86%. Record.
Chile, por su parte, cuenta con una industria más consolidada por lo que su incremento fue menos pronunciado. La nación trasandina subió su producción en un 16% anual.
En tanto, China tuvo un alza del 46% en su producción y Zimbabue triplicó sus indicadores.
Caída en el precio del litio
Sin embargo, no son todas buenas noticias para este sector minero. En el último año, el valor del carbonato de litio cayó un 47%, cifra que se va a 64% en comparación con el pico de junio de 2022.
Otro de los factores que contribuyen a la baja es que las refinerías y fabricantes que usan el mineral siguen utilizando las existencias de reserva, y la producción se acumula.
A pesar de este panorama, las iniciativas extractivas siguen multiplicándose más aceleradamente que los proyectos de industrialización.
De hecho, SQM, la segunda productora de litio a nivel mundial aseguró que seguirá con las ampliaciones previstas mientras opera a plena capacidad. Desde el gobierno de Chile, ratifican la postura y señalaron que su objetivo para este año es duplicar sus operaciones.