La compañía controlada por la brasileña Cosan junto a Shell inició contactos preliminares con potenciales interesados en su operación local. El proceso incluye la refinería en Dock Sud y una amplia red de estaciones de servicio.
Raízen, la empresa brasileña controlada por Shell y Cosan dio los primeros pasos de un proceso para vender sus activos en la Argentina. La firma autorizó al banco de inversión BTG Pactual a firmar acuerdos de confidencialidad con empresas interesadas, como parte de un estudio de mercado que no implica necesariamente una decisión definitiva de desinversión.
Los activos en cuestión incluyen la refinería ubicada en Dock Sud y una red de más de 890 estaciones de servicio distribuidas en todo el país. El proceso se produce en un contexto complejo para Raízen, cuya situación financiera en Brasil se deterioró en los últimos meses, motivando un cambio en su conducción ejecutiva y una revisión estratégica de sus operaciones regionales.
Raízen deberá encontrar un comprador dispuesto a desembolsar entre 1.500 y 2.000 millones de dólares.
Si bien la operación en Argentina se encuentra entre las más sólidas del portafolio, la compañía no descarta realizar desinversiones para cubrir necesidades financieras que, según fuentes privadas, podrían alcanzar los 3.000 millones de dólares. Se espera que las ofertas provengan de empresas que ya se desempeñan en el sector.
La refinería de Dock Sud, en particular, resulta atractiva por su capacidad de conversión, considerada una de las más avanzadas del país. No obstante, el hecho de que existan NDA firmados no implica un cierre inminente de operaciones.
Para que una eventual venta se concrete, Raízen deberá encontrar un comprador dispuesto a desembolsar entre 1.500 y 2.000 millones de dólares, cifra considerablemente superior a los 950 millones que le pagó a Shell en 2018 para ingresar al país.
Según informó el diario O Estado de São Paulo, hay dialogos en marcha con algunas compañías que hicieron sondeos concretos, pero todo el proceso se encuentra en una etapa muy incipiente. La prensa brasileña habla de al menos dos empresas que manifestaron interés en adquirir la instalación de Dock Sud.

Una de ellas sería Trafigura, que en la Argentina gestiona la red de estaciones Puma, y la otra sería la firma anglosuiza Glencore, con presencia local a través de sus operaciones en los sectores agroindustrial y minero.
La crisis de Raizen
La posible cesión de la refinería no constituiría la única desinversión por parte de Cosan, el conglomerado de empresas energéticas brasileñas. La compañía evalúa también desprenderse de ingenios azucareros y plantas de producción de alcohol, elementos centrales dentro de su actividad principal.
En conjunto, estas operaciones podrían permitirle recaudar aproximadamente 1.200 millones de dólares. A ello se añadirían entre 1.300 y 1.400 millones de dólares estimados por los activos de Raízen en Argentina, con lo cual, según analistas consultados por medios brasileños, lograría recomponer su balance financiero. A priori, parece complejo que un jugador del mercado doméstico esté dispuesto a estirarse hasta esos montos.
Más allá de la refinería, Raízen cuenta en el país con una amplia infraestructura operativa. Su portafolio incluye una red de más de mil estaciones de servicio, una planta de producción de lubricantes, tres terminales terrestres, dos bases de abastecimiento en aeropuertos y activos vinculados al negocio de gas licuado de petróleo (GLP).
Más allá de la coyuntura, Raízen continúa adelante con una inversión de 700 millones de dólares para modernizar su refinería en Dock Sud. Ese dato refuerza la idea de que la compañía aún no tomó una decisión definitiva sobre su continuidad en el país, aunque abre una ventana de análisis sobre el valor de liquidación que podría alcanzar una unidad operativa en plena expansión.