Periodista especializado en Energía.

El mundo se encamina en las próximas décadas a incrementar sensiblemente la demanda de GNL, en un proceso de transición energética en el cual este combustible será el puente privilegiado del carbón y los fósiles más contaminantes hacia las renovables. Costos de producción, fletes e inversiones, los puntos a definir.

Se abre una gran oportunidad para el no convencional de Vaca Muerta para abastecer a distintas regiones del planeta a través del Gas Natural Licuado (GNL). La expansión del consumo de gas natural durante las últimas décadas fue posible por un crecimiento aún más sustantivo del comercio internacional, lo que dejó en evidencia la masificación en el uso de este combustible en la matriz energética mundial.

En las últimas dos décadas el comercio internacional de gas natural se expandió al 4,1% promedio anual, en tanto que trepó hasta los 478,4 millones de toneladas métricas por año (mtpa) de capacidad global de licuefacción.

A medida que el GNL se consolidó como una opción viable para garantizar el abastecimiento de gas natural a nivel global, se verificó un rápido y masivo desarrollo de la infraestructura requerida para su comercialización a través de la construcción de terminales licuefactoras (países exportadores) y regasificadoras (países importadores).

Así, el 77% del crecimiento del intercambio global de gas natural entre 2018 y 2040 se llevará a cabo vía GNL, con lo cual se espera que este pase a dominar los intercambios internacionales al 2030, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía (IEA).

En el mismo sentido, los expertos en gas y GNL de WoodMac, especulan que para mantenerse al día con el crecimiento de la demanda a mediados de la década de 2030, se requerirá una capacidad adicional de 100 mmtpa. Esto constituye un aumento sustancial del 20% en comparación con el suministro global actual de GNL, lo que confirma la perspectiva desde estas latitudes sobre la posibilidad de que la Argentina sea un jugador importante.

La carrera global por vender GNL al mundo

Pero no sólo la Argentina tiene la proyección de incursionar en el mercado global de GNL, sino que una veintena de países ya producen este combustible líquido que requiere un proceso de regasificación, por lo que la competencia promete ser amplia.

GNL, importaciones
El objetivo es lograr exportar GNL hacia China y otros paises de Asia y Europa.

Siguiendo el análisis que realiza la Unión Internacional del Gas (IGU) de los 478 mtpa actuales hay otros 178,3 mtpa de capacidad de licuefacción en construcción o aprobada, pero unos sorprendentes 997.1 mtpa en distintas etapas de prefactibilidad. Con lo cual la oferta futura puede ser abundante.

La posibilidad de ser un proveedor global se enfoca, entonces, en la capacidad de los proyectos locales de lograr una competitividad con los principales productores presentes y futuros con los que contará el mercado en los próximos diez años.

Para mantenerse al día con el crecimiento de la demanda, a mediados de la década de 2030, se requerirá un aumento sustancial del 20% en comparación con el suministro global actual de GNL.

A un costo de producción que aún no alcanzó la eficiencia del no convencional de los Estados Unidos, pero que equipara la de otros países productores, se le debe sumar el costo del flete adicional por la lejanía con los principales mercados de demanda como Europa y China.

Sin embargo, para alcanzar un salto sustantivo en los niveles de producción, que posibilite constituirnos en un exportador relevante en el mercado mundial, se requiere de un sensible incremento en los niveles de inversión, tanto en el upstream como en el desarrollo de infraestructura.

Para ello, el país tiene que sumar su aporte con un contexto que promueva las inversiones, para lo cual se debate actualmente el proyecto que el Gobierno nacional envió al Congreso que propone estabilidad fiscal y regulatoria, acceso a divisas, libertad de exportación, exención de los derechos de importación, retenciones cero cuando el precio no supere los US$ 15 el millón de BTU, y derechos promocionales por 30 años.

GNL, Gasoductos, hidrocarburos
Se requieren fuertes inversiones para desarrollar la infraestructura necesaria para poder exportar GNL.

En este sentido, se requiere de la conformación de nuevas reglas de juego que incentiven la inversión y potencien la participación activa tanto de proveedores de financiamiento como de las principales compañías del sector, las cuales deberán celebrar contratos de abastecimiento de largo plazo.

En una primera instancia, los recursos gasíferos de Argentina permitirían desarrollar proyectos de exportación de aproximadamente 25 MTPA, lo que equivale a licuar de 100 a 125 MMm3/d, implicando inversiones en el orden de los US$ 15.000 millones solo en la planta de licuefacción y en las instalaciones asociadas, pero sin considerar todas las inversiones requeridas en el desarrollo en el upstream y midstream.

Así las cosas, Vaca Muerta se podrá comparar e integrar al grupo de los 20 mercados exportadores que se identifican en la actualidad con Estados Unidos, Qatar y Australia que se consolidan en la como los mayores exportadores globales y que juntos fueron responsables del 60 % de la producción mundial de GNL, seguidos por Rusia y Malasia.

En cuanto a la demanda, el crecimiento del 5% observado en las importaciones de GNL a nivel mundial viene impulsado principalmente por un fuerte repunte en las importaciones de GNL de Asia Pacífico, las mayores importaciones en Europa para suplantar a Rusia como proveedor de gas por ductos y un incremento registrado en América Latina y el Caribe.

En 2022, Japón regresó como el mayor importador de GNL del mundo, título que mantuvo durante más de 50 años hasta 2021 cuando China se posicionó a la cabeza, seguidos por países como Corea, India, Pakistán o Bangladesh.

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