El titular de la Administradción de Puertos el país vecino admitió que la caída del tránsito ronda el 50% y anticipó gestiones para recuperar operadores. Desde Uruguay señalan que la crisis comenzó el año pasado, pero se acentuó a partir de febrero.
La pérdida de protagonismo del puerto de Montevideo en el tránsito regional de contenedores continúa profundizándose, y esta vez fue el propio presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Pablo Genta, quien puso en cifras la magnitud del retroceso.
En una entrevista con Radio Carve, Genta reconoció que entre enero y mayo de 2025 el movimiento de contenedores en tránsito y transbordo cayó cerca de un 50% respecto del mismo período del año anterior, mientras que la baja total en la operatoria —incluyendo importación y exportación— rondó el 30%.
El corrimiento de estos flujos representa un reordenamiento de las rutas logísticas regionales.
El fenómeno impacta de lleno en la carga paraguaya que históricamente utilizó Montevideo como escala intermedia en su tránsito hacia puertos de ultramar. Sin embargo, las dificultades operativas, los conflictos entre privados y los problemas de infraestructura llevaron a que empresas navieras clave como MSC decidieran trasladar esos servicios a terminales argentinas.
Genta explicó que la tendencia se arrastra desde el segundo semestre de 2024, pero se agudizó a partir de febrero de este año. Según detalló, uno de los detonantes fue la falta de acuerdo comercial entre la naviera MSC y la Terminal Cuenca del Plata (TCP), lo que derivó en el retiro de los servicios de tránsito paraguayo que ahora operan desde Buenos Aires.
También se retiró otro servicio de la línea Mediterráneo, que optó por finalizar su recorrido en el puerto brasileño de Río Grande. El corrimiento de estos flujos representa un reordenamiento de las rutas logísticas regionales, donde Argentina comienza a recuperar espacios perdidos en la última década.
Las problemáticas portuarias en Montevideo
Uno de los puntos críticos mencionados por Genta es la limitada capacidad de TCP durante la etapa de obras para ampliar el muelle. En ese período, la terminal priorizó buques de gran calado y relegó la atención a las barcazas paraguayas, que —aunque de menor tamaño— concentraban buena parte de los contenedores en tránsito.
“Al tener que dar prioridad a un buque más grande no había espacio para atender estas barcazas portacontenedores y tenían que esperar más días de lo previsto. Eso genero problemas de mala atención”, señaló el funcionario.
Justamente, un punto crítico es el aumento en los tiempos de espera, que desincentivó a los operadores fluviales, quienes optaron por redireccionar sus cargas a terminales que ofrecieran mayor previsibilidad y menor congestión. En paralelo, la falta de acuerdos entre actores privados uruguayos también contribuyó al deterioro del esquema logístico.

El corrimiento del tránsito paraguayo hacia Buenos Aires fue facilitado por el control que MSC tiene sobre su propia terminal en la ribera argentina, lo que le permite integrar verticalmente sus operaciones y reducir costos. Esta ventaja, sumada a la reciente flexibilización de procesos en puertos argentinos y al impulso de políticas para captar carga regional, reconfigura el mapa portuario del Cono Sur.
Mientras tanto, Montevideo enfrenta una combinación adversa de factores: pérdida de volumen, retrasos en obras clave, disputas laborales y falta de acuerdos operativos que comprometen su posición como hub logístico del Río de la Plata.
Los próximos pasos para la ANP de Uruguay
Genta anticipó que la ampliación del muelle de TCP recién estaría finalizada entre mediados y fines de 2027, lo que sugiere que la recuperación plena de la competitividad podría tardar varios años, en un contexto donde cada trimestre perdido consolida nuevas rutas alternativas.
Asimsimo, ANP iniciará una ronda de reuniones con actores estratégicos de la cadena logística regional. Según Genta, se buscará abrir un canal de diálogo con las dos principales cámaras de armadores paraguayos, además de exportadores y operadores marítimos que hasta hace poco trabajaban con el puerto uruguayo.
El objetivo será identificar qué aspectos debe mejorar Uruguay para recuperar el atractivo de sus servicios y frenar la fuga de carga hacia Argentina y Brasil. «La idea es hablar con ellos para saber qué aspectos puede mejorar nuestro país para garantizar buenos servicios para estos tránsitos y así, incrementarlos», completó Genta.