Neuquén reflota una iniciativa de 2012 que con los récord de fracturas en la roca madre cobra sentido. La concretaría una empresa estatal con financiación de las petroleras. Es clave para reducir la huella de carbono.
El gobierno de Neuquén anunció que renueva el impulso a una vieja iniciativa para llevar agua a los yacimientos de Vaca Muerta, que requieren grandes cantidades de este recurso para la fractura en la roca madre, que en junio marcó un nuevo récord histórico.
El ministro de Infraestructura de la provincia, Rubén Etcheverry, destacó este proyecto durante la presentación del plan Edificamos Neuquén, respaldado por la Legislatura tras la sanción de una ley de reactivación de la obra pública.
El proyecto consiste en construir ductos de agua desde los ríos Colorado y Neuquén hasta la maraña de pozos de Vaca Muerta.
Ideado en 2012, el plan es construir ductos desde los ríos Colorado y Neuquén hasta los pozos de Vaca Muerta.
La estrategia para reflotar la iniciativa es a través de la empresa estatal Emhidro, que estará a cargo de la obra con financiación de las empresas petroleras, que aportarán el dinero a cuenta del agua que utilizarán para la explotación hidrocarburífera no convencional.
La obra requerirá una inversión estimada de 100 millones de dólares y ya cuenta con un anteproyecto terminado, aunque aún falta analizar su impacto ambiental.
El proyecto se llama Red Azul y “es vital para disminuir el impacto hídrico y también la huella de carbono, bajar los costos y mejorar la seguridad”, señaló Etcheverry.
Además, agregó que en una etapa posterior se buscará convertir la Red Azul en una Red Verde, con una red de irrigación en las puntas de los acueductos que se diseñarán.
Etcheverry espera contar con esta nueva infraestructura para principios del próximo año. Ahora se debe ajustar con los nuevos volúmenes y caudales que necesitan las empresas, y con esta información se completará el diseño y la valorización del proyecto.
Un viejo proyecto que hoy tiene más sentido para Vaca Muerta
Diseñada hace 12 años bajo la tutela de la empresa estatal Gas y Petróleo de Neuquén (GyP), la iniciativa de llevar agua a los yacimientos de Vaca Muerta quedó en proyecto.
El objetivo original era reducir el impacto ambiental de transportar agua en camiones o mangueras hacia los yacimientos para su uso en fracturas.
Tras un diseño preliminar, se están realizando avances en colaboración con las empresas operadoras, con quienes ya se han llevado a cabo dos reuniones.
Las operadoras deben definir la cantidad de agua industrial que necesitarán para poder planificar la construcción de un acueducto que reduzca el impacto ambiental y mejore la seguridad. Al ser una construcción fija, también podría utilizarse en el futuro para riego.
El proyecto, conocido como Red Azul, planea crear una red de suministro de agua desde el río Colorado para la zona de Rincón de los Sauces y dos redes desde el río Neuquén, destinadas a suministrar agua industrial para operaciones de fractura en la búsqueda de hidrocarburos no convencionales.
El entonces gobernador, Jorge Sapag, destacó que la iniciativa sentaba «un precedente importante en la historia argentina» y dijo creer que «, y creo que «no hay precedentes en el mundo» de una obra similar.
Según precisó, gracias a la fuente hídrica disponible se podía ofrecer este servicio adicional a los inversores.
Guillermo Coco, quien era titular de GyP en ese momento, señaló que la iniciativa podría reducir significativamente los costos de acarreo de agua hacia las piletas de fractura, que por encontces se realizaba con camiones, que no no solo impactan en las rutas y caminos, sino que también implican un consumo considerable de combustible.
Coco explicó que, en ese entonces, que el costo del transporte de agua representaba aproximadamente el 1% del costo total de un pozo.
Por ejemplo, para un pozo de 10 millones de dólares, el transporte de agua costaba alrededor de 100.000 dólares.
