Periodista especializado en Energía.
El Mercado Eléctrico Argentino agrupa la oferta y la demanda de energía eléctrica en un sistema segmentado verticalmente en las actividades de generación, transporte y distribución. Pero ese esquema clásico atraviesa en la Argentina un proceso de disrupción con la aparición del usuario-generador.
Esa posibilidad de revertir la verticalidad de la oferta de energía está contemplada en lo que se denomina régimen Generación Distribuida pero, exclusivamente, a partir de energías renovables, en particular la tecnología solar por las características que le permiten mayor adaptabilidad y dispuesto a partir de la Ley 27.424 de 2018 y su reglamentación de 2019.
Pero la teoría también indica la posibilidad de sumar como equipos generadores dispositivos de energía eólica verticales, mucho más adaptables a ámbitos urbanos que los imponentes molinos, pequeños sistemas hidroeléctricos o las múltiples fuentes de biomasa para la generación de biogás orientados a ámbitos rurales.
El prosumidor residencial representa el 60% de los proyectos ya en funcionamiento, pero en cuanto a la potencia instalada -por razones casi lógicas- el segmento comercial e industrial es el 68% del total.
Cada día se vuelve más habitual ver instalaciones de generación en distintos escenarios urbanos como una vivienda particular, un centro comercial, una fábrica o una dependencia oficial, encaminado hacia un modelo de smart city.
Esta revolución energética mejora sensiblemente la gestión de los recursos, reduce pérdidas de los sistemas de transporte, promueve la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y tiene una, no menos relevante, consecuencia de reducción de los costos económicos.
El incremento de uso en el país, no obstante, está siendo pausado por tratarse de un cambio de paradigma al que se tienen que amoldar los distintos actores de la cadena, a pesar de lo cual en los últimos 12 meses de acuerdo a las cifras de marzo de la Secretaría de Energía la cantidad de usuarios-generadores aumentó un 41%, mientras que el incremento por potencia fue del 76%.
Pero lo que anticipa el fuerte desarrollo que se avecina en este sistema está marcado por el salto exponencial de la potencia reservada y aprobada, la que respecto a un año atrás registra un crecimiento 642% de proyectos que se encuentran en distintas etapas de desarrollo.
A pesar de tratarse de una Ley Nacional, la adhesión al esquema de generación distribuida es voluntaria en cada una de las provincias, por lo cual su implementación resulta gradual de acuerdo a cómo avance la legislación en cada una de las provincias. Asi hasta marzo eran 13 los distritos cuyos habitantes están en condiciones de sumarse al nevo régimen: Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Córdoba, Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego.
En total, son 218 distribuidores y cooperativas inscriptas, de las más de 600 que se estima hay en el país.
Fuerte crecimiento interanual
Siempre a cifras de marzo, 1.167 proyectos en total completaron la instalación de los generadores y los medidores bidireccionales y se convirtieron en usuarios-generadores, frente a los 867 que había en abril del año pasado. En tanto, son 551 los proyectos con reserva de potencia aprobada, de los cuales 110 ya solicitaron el cambio de medidor, frente a los 135 que había presentados en abril de 2022.
Cuando la comparación se realiza a partir de la potencia, se destaca que hay a marzo 21.228 kw instalados y conectados a la red mediante un medidor bidireccional, un salto importante desde los 12.060 kw de un año atrás. A la vez, hay 12.558 kw de potencia reservada por el distribuidor, de los cuales 2.400 kw están a la espera de la conexión del medidor, con un crecimiento exponencial respecto a abril del año anterior cuando era de 1.642 kw.
En un ránking virtual por provincia, la delantera la lleva Córdoba con 619 usuarios y 10.057,7 kw de potencia, lo que equivale al 47% de la capacidad instalada en el país de generación distribuida: le siguen Buenos Aires con 304 usuarios y 5.252,9 kw (25%); Ciudad de Buenos Aires 86 usuarios y 1.800,6 kw (8%); San Juan 41 usuarios y 1.716,9 kw (8%) y Mendoza con 39 usuarios y 1.110,1 kw (5%), entre los más avanzados.
Por tipo de usuario, el prosumidor residencial representa el 60% de los proyectos ya en funcionamiento, pero en cuanto a la potencia instalada -por razones casi lógicas- el segmento comercial e industrial es el 68% del total.
Esta transición energética entre modelos plantea al consumidor nuevos desafíos en cuanto a formas de consumir y producir energía, pero su papel resultará cada vez más relevante dentro del esquema energético. La evolución de esta figura también es muy dependiente de la madurez de las tecnologías de generación y eficiencia energética, de los costos de los equipos y de la facilidad para disponer de ellos e instalarlos, teniendo en cuenta que por las características del usuario unas tecnologías serán más apropiadas que otras.