La hoja de ruta establece una salida gradual, pero en apenas dos años, para 2027. “Putin ha demostrado que no le importa militarizar el gas. No debemos volver a ponernos en una situación tan vulnerable», advirtieron al oficializar el programa.

La Unión Europea presentó su hoja de ruta para cortar definitivamente las importaciones de gas natural ruso en apenas dos años, para 2027. El plan incluye el fin del suministro de gas natural licuado (GNL) proveniente de Rusia, que paradójicamente creció tras la invasión a Ucrania y se volvió un punto de tensión con la administración de Donald Trump en Estados Unidos.

“Hoy la Unión Europea envía un mensaje muy claro a Rusia: nunca más permitiremos que utilice la energía como arma contra nosotros”, afirmó Dan Jorgensen, comisario de Energía de la UE.

Uno de los ejes más claros del plan es terminar con las importaciones de GNL desde Rusia. En 2024, la UE compró 52.000 millones de metros cúbicos de gas ruso: 32.000 millones vía gasoductos y 20.000 millones por GNL.

La salida será gradual. Primero, en 2025, se prohibirán los contratos nuevos y a corto plazo. Luego, para fines de 2027, deberán rescindirse los contratos a largo plazo, que aún representan dos tercios del gas ruso que llega al continente.

El plan también apunta a ponerle un tope a las importaciones de uranio y materiales nucleares.

Para diciembre de 2025, cada país miembro deberá presentar un plan nacional que explique cómo va a eliminar el gas, el petróleo y la energía nuclear rusos de su matriz energética.

El documento, que aún debe traducirse en legislación concreta, se esperaba dentro de los primeros 100 días de gestión de la nueva Comisión. Sin embargo, las demoras se acumularon en medio de la incertidumbre geopolítica y del impulso de Trump para reiniciar negociaciones entre Ucrania y Rusia.

Adiós al GNL ruso en Europa

Uno de los ejes más claros del plan es terminar con las importaciones de GNL desde Rusia. En 2024, la UE compró 52.000 millones de metros cúbicos de gas ruso: 32.000 millones vía gasoductos y 20.000 millones como GNL, por barco.

También importó 13 millones de toneladas de petróleo crudo y más de 2.800 toneladas de uranio enriquecido.

Mientras tanto, redujo en un 19% sus compras totales de GNL durante el último año, pero aumentó su dependencia del gas licuado ruso, que llegó a un nuevo récord: 17,8 millones de toneladas, según Rystad Energy.

GNL, union europea
La Unión Europea presentó su hoja de ruta para cortar definitivamente las importaciones de gas natural ruso en 2027.

Desde la Comisión Europea sostienen que el plan también puede ser útil para destrabar la agenda comercial con EE.UU., en especial los aranceles a productos y servicios europeos.

“Aunque hubiera paz mañana, no sería sensato que volviéramos a depender del combustible ruso”, advirtió Jorgensen.

“Ante todo, Vladímir Putin ha demostrado que no le importa militarizar el gas. No debemos volver a ponernos en una situación tan vulnerable. Y en segundo lugar, no queremos llenar su cofre de guerra y apoyar su economía de guerra porque quién sabe qué países serán los siguientes”, finalizó.

En esa línea, diez países miembros —entre ellos Polonia, Finlandia, Lituania y Suecia— ya reclamaron una prohibición total del gas ruso, incluido el GNL.

“La capacidad de Rusia para sostener sus esfuerzos bélicos está profundamente entrelazada con sus ingresos energéticos”, afirmaron en una carta conjunta.

¿Una puerta para el GNL argentino?

Este nuevo escenario podría abrir una oportunidad estratégica para los proyectos de GNL de Argentina, que busca posicionarse como proveedor confiable en un mercado cada vez más necesitado de diversificación.

Horacio Marín, CEO de YPF, encabezó en los últimos meses varias misiones comerciales por Europa y Asia para abrir el mercado y posicionar la futura oferta argentina.

“Hablamos de Japón, Corea, India, Alemania, Turquía, Hungría e Italia. Ven que Argentina es otra Nación que está creciendo y va a ser un país libre económicamente, donde se va a poder invertir”, aseguró.

Según detalló, ya hay 19 acuerdos firmados que representan un total de 38 millones de toneladas anuales (MTPA). En Japón, el volumen ronda los 7 u 8 MTPA; en India alcanza los 10 millones; en China se proyectan entre 7 y 8 MTPA; Italia estaría en el orden de los 4 o 5 millones; Alemania en 4 MTPA; y Corea, Hungría y Turquía sumarían 2 MTPA cada uno.

“Estamos muy avanzados con tres empresas de Alemania. Con la India firmamos un MOU (memorando de entendimiento) con tres empresas y ya empezamos a ver la negociación de la compra de LNG”, recordó Marín.

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