Pasará a tener 2.750, en lugar de los poco más de 3,5 kilómetros que eran fundamentales para las escalas de los históricos vuelos transpolares de Aerolíneas Argentinas, algo que ya no tiene sentido. La terminal aérea permanecerá casi cuatro meses cerrada, a partir del 1° de septiembre.
A partir del 1° de septiembre de 2025, un importante aeropuerto de la Patagonia Argentina entrará en obras en su pista de aterrizaje y permanecerá casi cuatro meses fuera de operación. El plan implica una rehabilitación integral de su pista principal, que demanda una inversión de 24 millones de dólares y se extenderá durante 113 días, con fecha estimada de finalización el 23 de diciembre del mismo año.
La intervención contempla la recuperación total de los 2.750 metros operativos de la pista, que hoy alcanza los 3.550 metros y es la más larga del país. Esto implica una reducción de 800 metros, que se justifica porque la longitud original era crucial cuando el aeropuerto funcionaba como escala del histórico vuelo transpolar de Aerolíneas Argentinas, algo que difícilmente vuelva a suceder.
Con esta modificación, la pista del aeropuerto internacional de Río Gallegos, en Santa Cruz, dejará de ser la más larga del país, condición que les cedera a las de Ezeiza y Puerto Iguazú, ambas con 3.300 metros.
Mientras tanto, también crece la incertidumbre entre los pasajeros que ya compraron pasajes con origen o destino Río Gallegos. Muchos deberán reorganizar viajes, asumir nuevos costos y adaptar sus agendas ante el eventual traslado de operaciones a El Calafate.
El proyecto incluye la demolición de la losa actual, la preparación del terreno y la construcción de nuevas bases y losas de hormigón, con espesores que alcanzan los 36 centímetros.
En total, se utilizarán unos 12.000 m³ de hormigón. Para los sectores con pavimento flexible, se realizará un fresado total del asfalto existente y su reemplazo por nuevas capas que requerirán 38.000 toneladas de mezcla asfáltica.
Obras en la pista de aterrizaje de Río Gallegos
Además de las tareas estructurales, se renovará el sistema de balizamiento y se incorporará un sistema de detección de hielo para el monitoreo superficial de la pista, una medida clave considerando las duras condiciones climáticas de la región.
Actualmente, el aeropuerto conecta con destinos nacionales como Aeroparque, Ezeiza, El Calafate y Ushuaia, además de Mount Pleasant (Islas Malvinas) y Punta Arenas (Chile), con vuelos internacionales mensuales operados por LATAM. En 2024, movilizó 177.000 pasajeros, una caída del 23% respecto al año anterior.

La obra forma parte del plan de inversiones de Aeropuertos Argentina 2000, que asegura haber destinado más de 1.000 millones de dólares en los últimos cinco años en infraestructura aeroportuaria. Además de Río Gallegos, están previstas intervenciones similares en Río Cuarto, Resistencia, Santiago del Estero y Aeroparque.
Alerta por el cierre
El anuncio de obras generó preocupación en el Gobierno de Santa Cruz. El jefe de Gabinete, Daniel Álvarez, expresó su inquietud por el impacto que tendrá el cierre del aeropuerto en los vuelos sanitarios y el traslado aéreo de insumos médicos, como tratamientos oncológicos, que llegan regularmente por esa vía.
“La principal inquietud del Ejecutivo radica en la continuidad de los vuelos sanitarios y la llegada de insumos médicos esenciales”, advirtió Álvarez.
Por eso, la provincia convocó a una reunión clave con todos los actores del sistema aeroportuario —ANAC, Aeropuertos Argentina 2000, la Dirección Provincial de Aeronáutica, el Ministerio de Salud y la Caja de Servicios Sociales—, con el objetivo de acordar medidas que garanticen el funcionamiento de los servicios críticos durante el cierre.
Desde la Dirección de Aeronáutica y la Caja de Servicios Sociales señalaron que, en caso de que los vuelos sanitarios deban operar desde El Calafate, los tiempos de traslado podrían alargarse, afectando derivaciones urgentes a centros de mayor complejidad, sobre todo en Buenos Aires.
De todos modos, trascendió que estos vuelos no estarían alcanzados por la clausura de la pista.
Además de la cuestión sanitaria, el Ejecutivo provincial buscará precisiones sobre la reubicación de los vuelos comerciales. “Será otro de los temas que abordaremos en la reunión con ANAC y Aeropuertos Argentina 2000”, anticipó Álvarez.
Mientras tanto, crece la incertidumbre entre los pasajeros que ya compraron pasajes con origen o destino Río Gallegos. Muchos deberán reorganizar viajes, asumir nuevos costos y adaptar sus agendas ante el eventual traslado de operaciones a El Calafate.