Apunta a evitar embotellamientos y modernizar la infraestructura de los corredores viales. La medida es parte del proceso para dejar el cobro y mantenimiento en manos privadas, y requerirá inversiones adicionales de los privados.

El Gobierno sigue adelante con la transformación del sistema vial y luego de iniciar el proceso para licitar la concesión de rutas nacionales, anunció otro cambio: la eliminación de las cabinas en los peajes y la incorporación de tecnología para agilizar el tránsito.

El plan apunta a reemplazar los puestos de cobro tradicionales por un sistema digital sin barreras, como el que pruebgan en las autopistas Illia y 25 de Mayo porteñas, lo que permitirá mejorar la fluidez vehicular y reducir las demoras.

Según explicó el vocero presidencial, Manuel Adorni, la medida busca «eliminar los embotellamientos y modernizar la infraestructura vial«.

El modelo en desarrollo se basa en sistemas ya implementados en otros países, como Uruguay, donde cada automóvil lleva un identificador electrónico asociado a su patente y un medio de pago.

Esta iniciativa forma parte del programa de desregulación y simplificación administrativa impulsado por Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado.

En esa línea, hace un mes el Gobierno lanzó la licitación para la Red Federal de Concesiones en rutas nacionales, un esquema que abarca 9.145 kilómetros distribuidos en 13 tramos, equivalentes al 20% de la red vial del país. Por ahora el sector transportista se mantiene cauteloso ante este plan

Además del nuevo sistema de cobro, el proyecto prevé un mayor protagonismo del sector privado en la administración de los corredores nacionales, lo que podría traer cambios en el modelo de concesiones actual.

Si bien todavía no hay una fecha confirmada para la implementación, el objetivo del Gobierno es avanzar en las próximas semanas.

Características del sistema sin barreras

El nuevo sistema de peajes sin barreras funcionará con tecnología de identificación automática para registrar el paso de los vehículos sin necesidad de que se detengan.

Según explicó Adorni, este mecanismo permitirá «simplificar la circulación en las rutas nacionales y eliminar las esperas innecesarias», mejorando así el flujo vehicular y reduciendo demoras.

El modelo en desarrollo se basa en sistemas ya implementados en otros países, como Uruguay, donde cada automóvil lleva un identificador electrónico asociado a un medio de pago.

Peajes, rutas nacionales
Según explicó el vocero presidencial, Manuel Adorni, la medida busca «eliminar los embotellamientos y modernizar la infraestructura vial».

En la Ciudad de Buenos Aires, el TelePase opera con un esquema similar en las autopistas Illia y 25 de mayo (parcialmente), permitiendo el cobro automático sin interrupciones en la circulación.

Al igual que el de las barreras automáticas, el sistema funciona mediante un dispositivo adherido al parabrisas del vehículo, vinculado a una cuenta bancaria o tarjeta de crédito, lo que agiliza el proceso de cobro y elimina la necesidad de estaciones de peaje tradicionales.

En el caso de las rutas nacionales, la implementación del nuevo sistema demandará inversiones en infraestructura y adaptación tecnológica para garantizar su correcto funcionamiento.

Mejorar infraestructura de la mano del sector privado

Otro punto clave del plan es la privatización parcial de la red vial y transferir parte de esa administración al sector privado.

El motivo detrás de esta decisión es el deterioro de varias autopistas y la falta de actualización en las tarifas de peaje, lo que, según el Ejecutivo, dificulta la inversión en mantenimiento y obras.

Desde el Gobierno sostienen que “la participación privada permitirá mejorar la infraestructura y garantizar el mantenimiento adecuado de las rutas”.

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Si bien todavía no hay una fecha confirmada para la implementación del nuevo sistema, el objetivo del Gobierno es avanzar en las próximas semanas.

El esquema propuesto plantea que las concesionarias se hagan cargo de nuevas inversiones en infraestructura a cambio de la explotación de los corredores viales, lo que podría derivar en un ajuste en los valores de los peajes.

Otro aspecto que se analiza es el impacto de estos cambios en el empleo. La eliminación de las cabinas de cobro afectará a trabajadores del sector, aunque hasta el momento no se ha detallado cómo será la transición.

En Santa Fe, por ejemplo, ya surgieron denuncias sobre posibles pérdidas de puestos de trabajo en el Puente Rosario-Victoria, cuya concesión vence el 9 de abril.

Más allá de la modernización del sistema, la implementación de peajes sin barreras también tiene un objetivo ambiental: la eliminación de las paradas obligatorias reducirá la contaminación provocada por los embotellamientos, permitiendo que los vehículos mantengan una velocidad constante y disminuyan sus emisiones de gases.

Además, el cobro digital facilitará el control del pago de peajes. Actualmente, algunos conductores logran evadir el pago utilizando carriles exclusivos para vehículos pesados o aprovechando las barreras levantadas en horarios nocturnos. Con el sistema de identificación automática, el cobro será más eficiente y reducirá la evasión.

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