Las petroleras están ajustando el negocio de Vaca Muerta en el nuevo contexto regional y mundial de reducción de la huella de carbono y de transición hacia una nueva matriz energética. Esto lleva a alinear a un objetivo de descarbonización todas las operaciones de las compañías, y en lo que hace a las grandes operadoras con una mirada especial en Vaca Muerta.
Es que no se trata solamente de bajar las emisiones de carbono en procura de aportar a contener las consecuencias del cambio climático sino, además, desarrollar energías más limpias para satisfacer la demanda actual, es decir de hacer un esfuerzo adicional para obtener un barril de crudo con menor impacto en el medio y en la actividad de sus consumidores.
Para la Argentina se impone también la necesidad de aprovechar la ventana de oportunidad que ofrecen los hidrocarburos durante las próximas décadas, lo que además lleva a las petroleras a diversificar hacia nuevos productos como litio, renovables e hidrógeno.
Mientras tanto, la riqueza de hidrocarburos también tiene sus propios desafíos y esa meta de obtener un barril bajo en emisiones de carbono cuenta con un camino que se empieza a recorrer con la electrificación de la operaciones –en reemplazo del gas y el gasoil-, algo que se está haciendo visible en las primeras áreas productivas de Vaca Muerta.
A fines del año pasado, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) autorizó a petroleras de Vaca Muerta al acceso y ampliación de la capacidad de transporte de energía eléctrica. Las operadoras Total Austral, Wintershall DEA, Pan American Energy e YPF, que integran la UTE Aguada Pichana Este buscaban emplazar una estación transformadora y también una línea de alta tensión para electrificar yacimientos y reducir emisiones.
Se trata de bajar las emisiones de carbono en procura de contener las consecuencias del cambio climático y desarrollar energías más limpias para obtener un barril de crudo con menor impacto en el medio y en la actividad de sus consumidores.
YPF ya venía encabezando la tarea en los últimos años con la puesta en marcha de una central de generación térmica en su área emblemática de Loma Campana, en la cual aprovecha el gas asociado que producen los pozos de petróleo para abastecer de energía eléctrica a buena parte de sus operaciones en toda la región.
Pocas semanas atrás, Vista -el segundo operador de petróleo no convencional de la Argentina-, dio un paso clave en su plan para descarbonizar sus operaciones al electrificar el primer equipo de perforación de Vaca Muerta alimentado íntegramente con energías renovables.
Un año antes ya había cerrado un contrato con la generadora eléctrica Genneia para el abastecimiento hasta 2037 de energía renovables para cubrir el 100% de su demanda futura proveniente de parques eólicos y solares.
En similar sentido, Shell Argentina firmó un acuerdo similar por siete años con la misma prestadora para abastecer con energía limpia la demanda de sus bloques operados en Vaca Muerta, a través del sistema privado Mercado a Término de Energías Renovables (MATER).
Barril bajo en carbono
Así, las principales operadoras están dando avances en abastecer con electricidad sus plantas de procesamiento y consumo de pozos productivos traerá un avance muy importante en nuestras metas de reducción de emisiones en el país.
Todo este desarrollo en búsqueda de un barril de petróleo de baja emisiones aportará al objetivo que tiene la Argentina de convertir a Vaca Muerta en su gran vector exportador de las próximas décadas, junto a otras grandes industrias que atraviesan procesos similares.
Es que la reducción de la huella de carbono en nivel 1 de las operaciones propias, nivel 2 de su cadena de valor, y nivel 3 de sus clientes y consumidores, es la clave que permitirá un mejor acceso a los mercados de exportación, la gran aspiración del no convencional neuquino.
Así, el barril de crudo podrá responder a las regulaciones ya existentes o próximas a entrar en vigencia en Europa, Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y Canadá, que están legislando sobre los contenidos de Gases Efecto Invernadero de los productos a importar.
Para 2027, se espera que las compañías petroleras que van a exportar tengan un sistema de medición, monitoreo y reporte para que en 2030 todos los contratos de importación en los mercados europeos tengan que ajustarse a la intensidad de carbono y metano impuestas.
Estos mecanismos no sorprenden porque ya se aplican en materias primas desde 2023 con límites de CO2 para hierro, acero, cemento y fertilizantes, y dentro de este 2024 se espera que se extienda a madera, papel y productos alimenticios.
En la práctica, estas regulaciones se están convirtiendo a través del Carbon Tax en una nueva barrera para arancelaria del comercio internacional también llegará a la industria del petróleo por sus contenidos de CO2 en sus productos.
Objetivo exportador: Vaca Muerta «verde» 2030
Más temprano que tarde, todos los exportadores de crudo deberán atender en sus contratos de exportación las exigencias de carbono y metano en los productos. Y por otro lado los grandes consumidores van a ser exigentes del producto como insumo que van a recibir para fabricar sus productos finales.
Para 2027 se espera las compañías que van a exportar tengan un sistema de medición, monitoreo y reporte para que en 2030 todos los contratos de importación tengan que ajustarse a la intensidad de carbono y metano impuestas por esos mercados.
Ahora, además de responder a los requerimientos de la demanda, el otro gran factor que también hará a la subsistencia de la industria es el acceso a financiamiento de bajo costo, para lo cual los proyectos de reducción de carbono también tienen una gran influencia en la perspectiva de las agencias de crédito y las instituciones financieras.
Si en la última década el esfuerzo central fue abandonar la industria del carbón, en la actualidad la del Oil & Gas esté inserta en un momento de la transición energética en la cual se valoriza a las empresas que tiene un plan de bajar contenido de GEI.
El cambio climático es una nueva categoría de riesgo crediticio, al analizar una compañía si es sujeta de crédito, y cumplir con esas aspiraciones permite un financiamiento en mejores condiciones y mayor competitividad, tema clave en la ecuación de Vaca Muerta para salir al mundo.