El documento indica que los autos eléctricos se expanden en Latinoamérica, pero aún hay una gran brecha respecto a países como China o Estados Unidos. En el país, sigue siendo clave expandir la oferta de cargadores.
El uso de autos eléctricos es un pilar para la transición energética y desde hace una década que se han instalado como los “vehículos del futuro”. Si bien la electromovilidad sigue muy detrás de los autos tradicionales a combustibles líquidos, no hay dudas de que han ganado terreno en el mercado, especialmente en los países más desarrollados.
No obstante, la electromovilidad también ha crecido en Latinoamérica, aunque a una velocidad mucho más baja. Así lo releva un informe elaborado por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), que además arroja que la Argentina se encuentra entre las cinco naciones de la región que encabezan el desarrollo.
El parque de vehículos livianos electrificados ha crecido más de 14 veces en Lationamérica, pero a un ritmo por debajo del esperable: llevó 4 años.
Según el estudio de la entidad, el parque de autos eléctricos e infraestructura de carga ha crecido de manera constante en casi todo el continente, pero no al paso esperado. Una de las claves para impulsar su uso, es que las estaciones de servicio incorporen sistemas de carga, ingresando en la categoría de “electrolineras”.
“Esto implica que, además de seguir abasteciendo combustibles tradicionales, ofrecerán una gama de servicios diversificados, que incluirán la carga de vehículos eléctricos y el despacho de hidrógeno verde”, dijo Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de OLADE.
En esa línea, el director de estudios, proyectos e información Frizgerald Cantero, comentó que “grandes petroleras ya están invirtiendo en infraestructura eléctrica, transformando el mercado, mientras que en países como Uruguay ya se observa un fuerte avance en la red pública de cargadores eléctricos instalados en estos establecimientos”.
La electromovilidad en Latinoamérica
El informe de la organización internacional denominado “Monitor de Movilidad Eléctrica de América Latina y el Caribe (ALC)” busca dar seguimiento al desarrollo de esa tendencia en la región.
La publicación muestra que, en los últimos cuatro años, el parque de vehículos livianos electrificados ha crecido más de 14 veces.
Sin embargo, el indicador per cápita de 3,8 vehículos eléctricos por cada 10.000 habitantes aún está lejos de los 241 de China, 183 de Europa y 72 de Estados Unidos.
En tanto, el número de buses eléctricos en la región ha aumentado un 160% en los últimos tres años. En 2023, la región contaba con 5.084 buses eléctricos, lo que representa 7,7 unidades por millón de habitantes, superando a Europa (3) y Estados Unidos (0,9), aunque aún lejos de China, con 299.
El obstáculo sigue siendo la infraestructura
Para que los autos eléctricos sean los vehículos más elegidos debe haber lugares donde cargarlos. En China, los usuarios tienen la posibilidad de cargarlos desde sus hogares –en caso de que cuenten con el equipo adecuado- y hay una extensa red de terminales adecuadas a las distancias y la autonomía del auto.
En América Latina y el Caribe hay menos opción, pero hay una disponibilidad de 4.848 estaciones públicas, lo que equivale a 3,3 estaciones por cada 100 vehículos eléctricos, superando a Europa y EE.UU. De todas maneras, estos lugares tienen un porcentaje más grande de su parque automotor compuesto de autos híbridos y eléctricos respecto al continente amerciano.
Según explicó Rebolledo, la Argentina debe para expandir su red de cargadores y alcanzar un mayor porcentaje de vehículos eléctricos.
“La electromovilidad está en pleno proceso de desarrollo y se espera que el verdadero auge llegue en la próxima década. La clave para Argentina y los demás países de la región será avanzar en la armonización de los marcos regulatorios y en la implementación de corredores internacionales verdes con infraestructura de carga estandarizada”, ponderó el titular de la entidad.
Por último, el especialista asegura que «2025 será el año de la electromovilidad para el país» y que las estaciones de servicio serán claves en su desarrollo. “En Argentina, con más de 4.500 estaciones de servicio, las posibilidades de que estas se conviertan en electrolineras son amplias”, subrayó.
“Sin embargo, para lograr que los cargadores eléctricos predominen sobre los surtidores de combustibles fósiles, será necesario un esfuerzo sostenido en los próximos años”, completó.