La producción de hidrocarburos offshore ya forma parte de la historia de la actividad petrolera argentina, y aporta al conjunto de la matriz energética. Este tipo de aprovechamiento de los recursos tiene ya 40 años de historia en el país sin mayores incidentes ni ambientales ni de seguridad y representa el 18% del gas que se consume.
Desde el horizonte marino frente a las costas bonaerenses hasta la Cuenca Austral se reproducen los proyectos de exploración offshore que buscan darle a un rol central al subsuelo marítimo que en este 2024 tendrá sus primeras definiciones sobre el real potencial comercial de lo que puede ser una segunda Vaca Muerta.
El desafío más inmediato es el que encara el consorcio operado por la noruega Equinor con sus socios Shell e YPF en el área denominada CAN100, a más de 300 kilómetros de la costa de Buenos Aires donde el buque BGP Prospector está culminando los estudios sísmicos 2D y 3D, y que daría lugar al inicio de la perforación hacia fines de marzo o comienzos de abril. Se estima que el bloque podría significar una producción inicial de 250 kbbl/d.
Los trabajos exploratorios del BGP Prospector se realizan en un área 15.000 km2 a más de 300 kilometros de la costa y con una profundidad de 1.527 metros al lecho marino, durante 120 días y las 24 horas.
El objetivo del relevamiento de la sísmica 2D es obtener imágenes en dos dimensiones de las capas de la tierra, sus formas y sus estructuras, mientras que la sísmica 3D genera gráficos tridimensionales que, con mayor detalle, permiten verificar la presencia o no de hidrocarburos, explicó el consultor titular de Aleph Energy Daniel Dreizzen, y ex secretario de Planeamiento Estratégico.
La embarcación de 100 metros de longitud y 24 metros de ancho, con bandera de las Bahamas, utiliza cables robustos denominados “streamers” para capturar datos sísmicos del subsuelo, que luego serán procesados con el objetivo de identificar áreas propensas a contener reservas.
Los trabajos exploratorios del BGP Prospector se realizan en un área 15.000 km2 a más de 300 kilometros y con una profundidad de 1.527 metros al lecho marino, durante 120 días y las 24 horas.
Luego de las tareas sísmicas, se espera que llegue el buque perforador en aguas profundas Valaris DS-17. La embarcación se encuentra finalizando tareas en la Cuenca de Bacalhau, ubicada frente a las costas surorientales de Brasil y es capaz de operar en profundidades de más de 3600 metros.
Su objetivo en aguas argentinas es llevar adelante la perforación del pozo offshore Argerich x-1 dentro del área CAN-100, que será el primer pozo de aguas profundas en la historia petrolera local.
De hallarse hidrocarburos, se ingresaría en la siguiente etapa, que es la de establecer los límites del yacimiento con pozos diseñados para testear el fluido a producir, y posteriormente, en una tercera etapa, es cuando se perforarían los pozos de producción.
El Clúster de Energía Mar del Plata estimó el hallazgo de petróleo convencional abriría la oportunidad de generar inversiones por US$40.000 millones en componentes nacionales y la contratación de unos 125.000 trabajadores para el sector durante las próximas tres décadas.
Proyectos offshore en la Cuenca Austral
En el mediano plazo la mirada también se extiende a los bloques AUS105, AUS106 y MLO121, adjudicados a las empresas Equinor, YPF y CGC, en las cuenca Austral y Malvinas, en donde las empresas fueron autorizadas a fines de 2023 a la exploración offshore.
Las áreas abarcan 6.700 km2, a una distancia aproximada de 25 kilómetros de Tierra del Fuego y las tareas prospectivas también estarán a cargo del BG Prospector.
Como prueba de que la producción offshore es encarada como una política de Estado, tras la redacción del Informe Técnico de Revisión Final debatido durante la última gestión kirchnerista, el informe final por parte de las direcciones nacionales de Evaluación Ambiental y de Evaluación de Impacto Ambiental y Análisis del Riesgo Ambiental, fue aprobado por el actual Ministro del Interior, Guillermo Franco.
Como cierre de año, se espera que se ponga en marcha para el último trimestre la producción offshore del proyecto gasífero Fénix, que opera la francesa Total.
También frente a las costas fueguinas se erige actualmente la plataforma que tendrá a su cargo la perforación y explotación de unos 10 millones de m3/diarios, consolidando el aporte de esa cuenca al total nacional.
Como cierre de año, se espera que se ponga en marcha para el último trimestre la producción del proyecto gasífero Fénix, que opera la francesa Total.
Con una inversión de US$750 millones, este año se realizarán en Fénix tres pozos horizontales que ofrecerán un significativo aumento de la disponibilidad de gas para la Argentina que requiere el reemplazo, principalmente, de los combustibles importados.