Según la consultora Montamat y Asociados, está por encima de la de Brasil y en un nivel similar al de Chile. Los últimos aumentos mensuales y la estabilidad del dólar oficial fueron claves.
Desde hace más de un año, el objetivo máximo para el sector de los combustibles es alcanzar la paridad de importación y que el precio del litro de naftas y gasoil se ubique en los valores estándares del mercado internacional.
La meta cobro más fuerza a partir de fines de 2023, cuando luego de meses de congelamiento y correr por detrás a la inflación, comenzaron las actualizaciones de precio. En ese momento, la brecha entre los valores internos y la cotización en el exterior había crecido más de un 70%.
Ahora, tras la desregulación dispuesta por el nuevo gobierno y las sucesivas subas definidas desde las petroleras –la última tuvo lugar este mismo mes de septiembre-, la disparidad se achicó y hoy se encuentra en menos del 9% tomando como referencia los precios en CABA -los más bajos del país-. Pero el porcentaje es incluso menor si se toma el promedio a nivel país.
Si bien se trata de una baja considerable, los estacioneros insisten en que la brecha debe desaparecer.
Tras el último aumento de principios de septiembre, el litro de súper en las estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es de $1.059 (1,10 dólares a cotización oficial).
De acuerdo al informe mensual de la consultora Montamat y Asociados, el escenario se sintetiza en que “la diferencia se fue reduciendo de manera gradual, pero aún no se ha logrado emparejar completamente, reflejando un desfasaje entre los valores locales e internacionales que afecta directamente al mercado minorista de combustibles”.
Sin embargo, tras la última actualización en surtidores y la estabilidad en el cambio de divisas, el litro de nafta súper en la Argentina dejó de ser el más barato de la región, ya que quedó por debajo del de Brasil.
“Este escenario de ajustes parciales y una devaluación controlada permitió que los importes locales no se desbarajusten significativamente, aunque la brecha aún persiste”, dijo Daniel Montamat, quien encabeza la consultora y fue presidente de YPF.
La nafta súper en Argentina y en Brasil
En la actualidad, el litro de súper en las estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuesta $1.059 (1,10 dólares) mientras que en una ciudad como Rio de Janeiro el valor es de es R$ 5,80 (1,04 dólares). De todas maneras, aún hay fuertes retrasos en lo que respecta a los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).
“Todavía estamos con un impuesto a los combustibles que refleja realidades de ajuste del tercer trimestre del año anterior, lo que indica que falta actualizarse para proyectar la evolución real del mercado“, puntualizó el ex titular de YPF.
Por último, el informe de Montamat explicita la necesidad de contar con un “mercado de petróleo y productos igualados a las referencias internacionales para convertirnos en un país exportador significativo”.
Este objetivo para el experto es crucial no solo para estabilizar el mercado interno, sino también para aprovechar oportunidades en el externo, especialmente en un contexto donde el precio del petróleo internacional está estable, con un a leve tendencia a la baja lo que facilita esta transición.
Un aumento adicional para las estaciones de servicio
A través de una disposición publicada en el Boletín Oficial, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) dio a conocer los nuevos valores del control volumétrico de surtidores.
De acuerdo a la normativa, desde la última actualización, el costo se incrementó aproximadamente un 24% para todas sus modalidades: inspecciones programadas por el organismo y por el usuario y por cantidad de mangueras disponibles.
Según consigna el texto dado a conocer por el INTI, la Subgerencia Operativa de Inversiones y Costos propuso, luego de un trabajo conjunto con las áreas interesadas, actualizar los valores de los aranceles de los servicios en base a la metodología de cálculo de costos, que están vinculado a la actualización del valor horas-hombre para los servicios (sistematizados y no sistematizados) y otros, pero de carácter indirecto.