Una argentina y una brasileña trabajan como instructoras en Volvo Trucks. Apasionadas desde chicas por los vehículos pesados, hoy tienen prestigio en un mundo históricamente reservado a los varones.
El sector del transporte de carga fue históricamente dominado por los hombres y las mujeres camioneras hasta hace muy poco tiempo no existían. Pero en los últimos tiempos, algo empezó a cambiar.
De eso da testimonio la historia la argentina Andrea Paredes y la brasileña Luciana Carneiro, dos expertas al volante de vehículos pesados que ocupan un rol preponderante en una de las fabricantes de camiones más importantes a nivel global: les enseñan a manejar a los camioneros. Nada menos.
Se trata de las únicas dos instructoras de conducción de camiones de Volvo Trucks, que a partir de una política de igualdad de género, lleva adelante un plan para que en 2040 el 50% de su plantilla de colaboradores esté compuesta por mujeres.
Puntualmente, en la Argentina, un mercado en el que la brecha entre hombres y mujeres en el transporte pesado es muy amplia, la automotriz sueca se propone que alcancen a ocupar el 35% de los puestos de liderazgo de la compañía.
Según los últimos datos del ex Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, a fines de 2021 los puestos de trabajo en el sector transporte terrestre sumaban 310.644, repartidos en 29.782 empresas.
De ese total, apenas 20.666 estaban ocupados por mujeres. Esto representa un 7% del total, mientras que el 93% restante (289.978) son para varones.
“Para no tener miedo, prepárense, conozcan la rutina, los desafíos. Y nunca se rindan. Con enfoque y objetivo siempre logramos lo que queremos».
Andrea Paredes, camionera argentina
El sector incluye los servicios de transporte automotor urbano y suburbano de mercadería y animales; transporte automotor de pasajeros; y otros servicios de transporte como escolares, de fletes y mudanzas.
En lo que respecta específicamente al transporte de carga, el total de empleos ronda los 95.000 puestos a nivel país, de los cuales el 83% son ocupados por varones y el 17% por mujeres.
En ese contexto, las historias de Luciana y Andrea se destacan no solo como ejemplos inspiradores de superación y dedicación en un entorno reservado a los hombres, sino que también ejemplifican los resultados que se pueden obtener en el sector privado cuando se jerarquizan la inclusión y la diversidad, la conducción eficiente y segura, y la capacitación.
Andrea y Luciana, mujeres camioneras
Andrea Paredes, con una trayectoria de casi siete años en Volvo, encontró su pasión por los camiones desde muy chica, influenciada por su padre, quien también era conductor de camiones.
Cuando en 2017 entró a la automotriz sueca, contra todos los pronósticos pudo empezar a desarrollar con éxito lo que la apasionaba: la conducción de vehículos pesados.
“En Volvo Trucks y Buses de Argentina, jamás el género fue un aspecto que determinara un trato distinto. Tengo un compañero hombre con el que comparto viajes, capacitaciones y reuniones, y las tareas se distribuyen por igual, teniendo una relación de compañeros que se desarrolla con normalidad», cuenta la camionera argentina.
“Para mí, ser instructora en Volvo es un sueño hecho realidad. Me tomó 10 años conseguir este puesto. Los valores de la marca están en línea con los míos, por lo que es algo fluido y me da mucha tranquilidad para realizar el trabajo necesario», agrega Luciana.
En Brasil, Luciana Carneiro, con una vasta experiencia en logística y seguridad laboral, descubrió su pasión por los camiones también desde que muy pequeña.
«Siempre me han fascinado los vehículos grandes. Aprendí a conducir con una camioneta que tenía mi padre. Y a mi hermano siempre le han apasionado los camiones Volvo, y nos lo contagió a mí y a mi papá. Éramos mecánicos los fines de semana y nos gustaban las máquinas y los motores. Íbamos a carreras de camiones cuando estaban en la ciudad. A partir de entonces comenzó este amor», rememora.
Con un año y siete meses en Volvo, Luciana también recuerda cómo terminó al volante de un coloso de las rutas: «Necesitaba tener habilitación para manejar camiones, porque necesitaba hacer entrenamiento de seguridad con esas unidades. Ahí empezó. Ahí, como decimos en Brasil, fue ‘ladera baja’. No paró más».
Desde su función de instructora, Paredes alienta a las mujeres a seguir sus pasiones y superar los obstáculos: “A las mujeres les diría que lo importante es hacer aquello que desean, lo que les apasione, porque cuando uno persigue ese objetivo los obstáculos o desafíos se vuelven menores», propone.
Manejo seguro y eficiente
Ambas coinciden en la importancia de promover la seguridad y la eficiencia en la conducción. Andrea señala: “Como instructora siento que transmitimos la importancia de esos dos valores en el transporte cada vez que damos nuestros cursos de instrucción. La finalidad es que el chofer que se encuentra a cargo de una de las unidades Volvo aplique esos principios al manejar.»
Luciana complementa este punto destacando la necesidad de aplicar los conocimientos en la práctica: “La principal idea cuando se capacita a alguien para manejar un camión es la aplicación práctica de todos los conocimientos abordados en el curso, es decir, que el chofer logre siempre una conducción eficiente y segura utilizando toda la tecnología que tienen nuestros vehículos.»
Respecto a la evolución del rol de la mujer en la industria automotriz, Andrea no tiene dudas: “Es algo evidente. Ya hemos llegado a ocupar altos cargos. Está el ejemplo de Luz Elena Jurado, que es la actual presidenta de Volvo Trucks y Buses de Argentina».
Luciana respalda la idea y describe una situación similar en Brasil: “Definitivamente. Cada día las mujeres están más presentes en las industrias. Sus perfiles son excelentes para el uso industrial del día a día. Son estrategas y retadoras. Todo lo que necesitamos para cambiar e innovar”, destaca.
A pesar de los desafíos que aún enfrentan las mujeres en la industria automotriz, tanto en Brasil como en Argentina, Luciana y Andrea son ejemplos de cómo la determinación y el compromiso pueden superar las barreras de género.
Ambas esperan que su testimonio anime a más mujeres a seguir sus pasos y a perseguir sus sueños en un mundo donde la igualdad de género y la diversidad empiezan a ser valores cada vez más presentes en grandes empresas, de alcance global.
«No importa si no hay mujeres en lo que quieren hacer o si les cuesta un poco más llegar a su objetivo; siempre hubo una precursora que hizo el camino y nosotras actualmente tenemos que ser las precursoras para las mujeres del futuro», dice Luciana.
Y Andrea se suma : “Para no tener miedo, prepárense, conozcan la rutina, los desafíos. Y nunca se rindan. Con enfoque y objetivo siempre logramos lo que queremos. Sean honestas y sinceras y todo llegará a su debido tiempo.»