Mientras se espera por el inicio de las reparaciones que se realizarán en el reactor de Atucha II, la ARN extendió la licencia de operación de Nucleoeléctrica hasta fines de mayo del próximo año.
La Autoridad Regulatoria Nuclear oficializó este martes la extensión de la licencia de operación de la Central Nuclear Atucha II “Presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner” (CNA II) y Nucleoeléctrica Argentina S.A. seguirá al frente hasta el 26 de mayo del próximo año.
La medida quedó plasmada en la Resolución 285/2023 publicada en el Boletín Oficial. Nucleoeléctrica se hizo cargo de la operación de Atucha II en mayo de 2016 cuando obtuvo una licencia de cinco años, fue renovada por otros dos y que se le acaba de extender por un año más.
El otorgamiento de la licencia de operación en 2016 fue considerado un hito en su momento ya que desde 1983 no se ponía en operación un reactor nuclear.
El reactor de Atucha II ofrece una potencia de 745 Mw y, como las otras dos centrales con que cuenta el país que son Embalse y Atucha I, utiliza como combustible uranio natural y agua pesada como moderador y refrigerante.
La Central Nuclear Atucha II comenzó a suministrar energía el 27 de junio de 2014, luego de que en 2006 se retomara la construcción paralizada en 1994 por cuestiones presupuestarias.
El reactor ofrece una potencia de 745 Mw y, como las otras dos centrales con que cuenta el país que son Embalse y Atucha I, utiliza como combustible uranio natural y agua pesada como moderador y refrigerante.
En tanto la Autoridad Regulatoria Nacional cumple tareas de fiscalización en Atucha II, en el marco del control regulatorio asociado a la operación de la central nuclear, evaluando, inspeccionando y vigilando los aspectos regulatorios de seguridad radiológica y nuclear, protección física, salvaguardias, protección radiológica, así como aspectos referidos a los planes de emergencias.
Atucha II volverá a operar en julio
La operación de Atucha II está detenida desde octubre pasado, primero por el inicio de su parada programada anual y luego por la detección de un inconveniente mecánico. Las tareas de reparación comenzarán a mediados de junio luego que Nucleoeléctrica Argentina logró completar el diseño y fabricación del herramental necesario para la tarea, con lo cual el reactor podría estar nuevamente aportando electricidad al sistema en julio.
Para el operativo de reparación se afectarán unas 200 personas que trabajarán en el interior de la central durante dos semanas, con un presupuesto estimado en casi 20 millones de dólares.
Se trata de una falla mecánica que consistió en el desprendimiento de uno de los cuatro soportes internos que se alojó en el fondo del tanque del reactor, lo cual no implica riesgos para la seguridad de las personas o el ambiente, detectada durante las inspecciones de rutina realizadas en octubre del año pasado, lo que motivó la detención del rector de manera preventiva para evitar incidentes mayores.
El presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez, explicó que «el inconveniente es muy simple y en circunstancias normales se hubiera reparado en dos semanas. El problema es que se produjo en el fondo del reactor de la central, el lugar de más difícil acceso por su distancia, por la dificultad de llegar y además porque hay que realizarlo bajo agua».
Esta situación demandó analizar las distintas alternativas posibles, a partir de lo cual se creó un equipo interdisciplinario con personal de la empresa, y mediante estudios mecánicos, hidráulicos y el análisis de documental, se realizó un diagnóstico de la situación y la recomendación de realizar la extracción de la pieza que resultaría menos costosa y rápida.
Por eso el equipo comenzó a trabajar en el uso de métodos de ingeniería de última generación para la implementación de herramientas robóticas y tecnológicas que permitan optimizar los tiempos de reparación, con el fin de volver al servicio tan pronto como sea posible, ya que, desde la identificación del desperfecto en octubre, la planta se mantiene en parada.