Periodista especializada en minería
Ante el desafío de la transición a energías verdes, asegurar los minerales para las cadenas industriales se volvió urgente. El acuerdo entre el país y la Unión Europea es uno de los primeros signos firmes.
La pandemia, el calentamiento global y la guerra entre Rusia y Ucrania hicieron que la transición energética se ponga primera en la lista de prioridades de buena parte de los países del mundo. Pero para reemplazar los combustibles fósiles harán falta minerales, casi cuatro veces más de los que se extraen y producen hoy.
El primer ejemplo fue el litio. Según algunos cálculos, para 2040 hará falta una producción 40 veces mayor de este metal, lo que incentivó una campaña de exploración global que solo en el país significará una inversión de USD 6.000 millones en un año. Pero no es el único, los autos eléctricos necesitarán la producción de al menos ocho minerales críticos y sucede algo similar con la generación de energías renovables.
En los últimos años surgió una nueva categoría de commodities, que de a poco define la agenda de tratados internacionales e inversiones en todo el mundo: los minerales críticos. Son los recursos naturales necesarios para asegurar estos cambios en la matriz energética mundial.
Así como desde hace más de un siglo el mundo busca hidrocarburos en distintos puntos del planeta, ahora la mirada está puesta en metales y no metales que permiten generar, distribuir y almacenar electricidad. Por eso los países del mundo firmaron un récord de tratados y acuerdos desde 2020 a la fecha intentando asegurarse las materias primas para poder hacer todo esto.
La posición argentina en la búsqueda de minerales críticos
Argentina, mientras tanto, tiene el potencial geológico en algunos de estos minerales, pero poco avance en extracción y acuerdos geopolíticos. El litio es un reflejo de cómo avanza el país en este posicionamiento global.
Con una baja historia de exploración y pocas reservas medidas, ya se sabe que Argentina cuenta con las terceras reservas más grandes del mundo de este metal. Estos valores surgen solo de lo encontrado en los salares ubicados en el triángulo del litio.
Pero en el último año, la exploración de otras zonas empezó a arrojar buenos resultados. Todavía falta que se avance en la búsqueda y cuantificación de litio en arcillas, roca y aguas subterráneas en todo el oeste nacional.
En cuanto a geopolítica, el acuerdo con la Unión Europea firmado por Alberto Fernández fue uno de los primeros avances en materia de tratados internacionales. El tratado incluye un programa para desarrollar la cadena de valor asociada a las materias primas críticas a nivel local.
La firma fue recién un primer paso, por lo que todavía resta que se conozca cuál será la estrategia argentino – europea. Está clara cuál es la ventaja local: mientras el mundo se pregunta de dónde saldrán los minerales para la transición, Argentina es puro potencial. Una de las preguntas es si serán materias primas para las cadenas de valor externas o internas.
Qué está sucediendo en el mundo
Las estrategias para asegurar cadenas de valor y producción demostraron que los países que apuntan a un modelo industrializado intentarán asegurar los minerales en un marco de demanda creciente.
Uno de los más agresivos en cuanto a leyes en los últimos años fue Estados Unidos. Desde 2020 el país incentivó la exploración con fondos públicos, creó beneficios tributarios para la producción de vehículos e iniciativas de reshoring. Una de las medidas más fuertes es un incentivo fiscal de hasta el 40% para autos eléctricos hechos con minerales extraídos de forma local o en países con tratados de libre mercado.
Japón, que perdió su presencia en el mercado de baterías frente a China, analiza medidas para poder asegurar la provisión de materiales. La Unión Europea habla de “reforzar su cadena interna” y buscar minerales o alternativas a minerales críticos entres sus socios.
China copó el mercado hace tiempo. El 75% de la explotación de cobalto, níquel y litio en el mundo es de empresas asiáticas, por lo que su cadena de valor es la más segura. Como respuesta, se creó la Mineral Security Partnership entre Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países de la Unión Europea.
En este escenario es donde Argentina deberá insertarse, con cuatro proyectos produciendo litio, un proyecto de cobre en construcción y más potencial minero. Pero también con una política minera e industrial en definición y elecciones nacionales durante este año.