Un grupo de nadadores y kayakistas vivió momentos de pánico cuando la embarcación los cruzó en su recorrido. El video y la investigación en marcha.

Momentos de extrema tensión se vivieron el sábado 8 de noviembre en las aguas del río Paraná, cuando un barco carguero que circulaba por la Hidrovía atravesó el trayecto de una travesía a nado organizada por la Municipalidad de Corrientes y les pasó a centímetros a los particiupantes y los kayac que los guiaban.

Un video que registró el incidente, difundido por El Litorial, se viralizó en las redes sociales. Muestran a los nadadores y kayakistas intentando alejarse desesperadamente mientras la enorme embarcación pasa muy cerca de ellos. Incluso, en las imágenes se esucha que quien estaba filmando alcanza a gritarles que se aparten para evitar el golpe de la corriente provocada por el buque.

Una de las nadadoras contó que fue succionada por la barcaza y que permaneció casi un minuto sumergida, sin poder salir a la superficie.

Aunque no se registraron heridos, el susto fue generalizado entre los deportistas y sus familias. La actividad formaba parte de una travesía oficial, con inscripción y control de grupos, que cubría el recorrido desde la playa Molina Punta hasta Arazaty II, siguiendo la tradicional ruta sobre el Paraná.

Horas después, la Comisión Deportiva El Puente, una de las entidades vinculadas a la organización, difundió un comunicado en el que expresó su preocupación por el incidente.

“Lamentamos profundamente lo ocurrido y compartimos la preocupación y el mal momento vivido por cada uno de los participantes y sus familias”, señalaron.

“Desde la Comisión Deportiva El Puente asumimos el compromiso de analizar en detalle las causas del hecho y de trabajar con total responsabilidad junto a las autoridades competentes para que algo así no vuelva a repetirse”, agregaron.

Según informaron, tras finalizar la competencia se reunieron con los nadadores para brindar tranquilidad y ratificar que se están elaborando los informes correspondientes.

“Ayer nací de nuevo”: el relato de una nadadora

Entre los testimonios más estremecedores está el de Claudia Miño, una de las nadadoras que quedó bajo el agua al paso del carguero. La deportista contó que fue succionada por la barcaza y que permaneció casi un minuto sumergida, sin poder salir a la superficie.

“Sé que esa barcaza no tenía que estar ahí. Tengo entendido que Prefectura le había dado orden de que no continuara y se mandó igual. Tienen hecho una denuncia con eso”, afirmó, apuntando a la responsabilidad de la empresa propietaria del buque.

La nadadora relató el instante en que fue arrastrada hacia el fondo: “Puse los brazos hacia arriba y ahí como que me succionó hacia abajo. Yo tenía miedo de que me diera un golpe fuerte en la cara, en la cabeza, por lo menos que me quebrara los brazos y ahí me llevó para abajo y con las manos tocaba la base de la plancha. Son casi dos metros que se hunde. Ahí te lleva dos metros para abajo y bueno, en ese momento, estuve abajo casi un minuto ”.

“Traté de trabajar la amnea, todo lo que mi profesor me enseñó -añadió-. Sentía que el oxígeno ahí paraba, hay como un revuelto de agua abajo, creo que tragué un poco de agua y con aire, como que se hace un burbujeo. Y lo único que pensaba era que, bueno, Dios si yo me estoy por ahogar ahora por favor desmayame antes para no tener la sensación de ahogo porque es horrible”, recordó.

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Sobre las aguas del río Paraná, un barco carguero atravesó el trayecto de una travesía en aguas abiertas organizada por la Municipalidad de Corrientes.

Finalmente, la corriente la liberó detrás del barco. “La Prefectura me ayudó a subir a la lancha porque la verdad que yo no tenía fuerza para moverme”, explicó, detallando que solo sufrió raspones leves.

Otra persona, identificada como Carlos, también resultó afectada aunque con heridas menores. “Ayer nací de nuevo y este señor también, fuimos los dos”, concluyó la nadadora.

Hidrovía: investigación en marcha

Tanto la Municipalidad de Corrientes como las autoridades fluviales iniciaron una investigación para determinar las causas del episodio y esclarecer por qué el buque navegaba en el mismo sector que los deportistas.

El incidente reavivó el debate sobre la seguridad en competencias deportivas en el Paraná, especialmente en áreas de intenso tráfico fluvial donde circulan embarcaciones de gran porte.

El caso deja en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de coordinación entre los organizadores, Prefectura y las empresas navieras, para evitar que un evento recreativo vuelva a estar tan cerca de una tragedia.

El episodio, además, reavivó el recuerdo de la llamada Tragedia del Paraná, ocurrida en enero de 2010 durante una competencia de aguas abiertas entre Encarnación y Posadas, en la que murieron ocho nadadores.

Aquel hecho marcó un antes y un después en la seguridad de las competencias sobre el río, y dejó una lección que todavía resuena en la región: la necesidad de extremar los controles y la coordinación entre organizadores y autoridades fluviales.

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