La mala cosecha repercute en el sector de transporte de cargas que registra una caída en las operaciones del 50% en los puertos del Gran Rosario. Los datos del último mes son los primeros indicadores de una anticipada tendencia a la baja.

El traslado de granos es uno de los rubros complementarios de la industria agroexportadora más afectados por la sequía histórica que tuvo lugar durante los primeros meses del 2023. Tras una campaña negativa de la soja y el maíz, las cámaras del sector indicaron que en el año se perderán alrededor de un millón de viajes en comparación con 2022.

Dado que la sequía afectó en mayor magnitud a la Región Centro del país que al resto, el nodo rosarino pierde proporcionalmente más carga que los puertos del sur bonaerense lo que se reflejó en una fuerte caída en el número de toneladas recibidas.

Este escenario explica por qué el ingreso de camiones al Gran Rosario en abril fue el más bajo en los últimos 12 años. Los datos se desprenden del informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) donde se evidencia que los envíos de mercadería a los puertos santafesinos quedaron en valores mínimos.

El total cumulado de arribo de camiones por mes fue 161.159 unidades, lo que significa un 68% menos que los ingresos registrados en el mismo período del 2022.

En ese sentido, la información de las empresas entregadoras indica que durante el mes entraron 62 mil camiones de soja, lo que se traduce en una merma interanual del 50%. Además, se negociaron sólo 2,9 Millones de toneladas (Mt) en el mercado doméstico entre ventas y fijaciones.

En tanto, la tendencia se repite en los embarques de maíz que exhibieron una caída pronunciada en marzo y abril. En lo que va de la campaña comercial, habrían ingresado unos 67 mil camiones, lo que representa cerca de 2 millones de toneladas de mercadería y es un 60% menos de lo ingresado el año pasado.

Cabe destacar que, además de la menor producción esperada del cereal, hubo una mayor proporción de maíces de siembras tardías en la campaña, dado que los productores buscaron aprovechar una potencial reversión en el patrón de precipitaciones sobre el final del verano. En esa línea, se espera notar un incremento relativo en los ingresos de mercadería en los próximos meses.

Principal damnificado: el nodo Gran Rosario

La ubicación estratégica de los puertos que componen el Gran Rosario, proveen las vías naturales por donde circula la mayor cantidad de cargamento de exportación. Es el principal canal de salida para los productos de la región central del país, así como también para las mercaderías de la parte norte.

Además, dado que en esta zona es donde se ubican la gran mayoría de las plantas de industrialización de oleaginosas que posee el país, cerca del 95% de la soja que se procesa en la región. Es por esto que el impacto de la sequía es más profundo y se evidencia con más claridad en el área portuaria del nodo rosarino.

Ingreso de camiones
A los puertos y plantas del Gran Rosario ingresó un total de 62 mil camiones portando soja en abril.

Según las estimaciones de la BCR, durante el trimestre inicial del año, el total cumulado de arribo de camiones por mes fue 161.159 unidades, lo que significa un 68% menos que los ingresos registrados en el mismo período del 2022 y un 25% menos que la marca más baja que tuvo lugar en 2014.

Estimaciones para la campaña 2023

La menor producción sojera se tradujo en el ingreso a las terminales de un escaso volumen de leguminosas. Según información desde sistema SIO-Granos, en abril de 2023 se negociaron apenas 2,9 millones de toneladas de soja en Argentina, muy por debajo de los 4,6 millones de toneladas negociadas en el mismo período de 2022.

Actualmente, la producción de soja para este año se estima en 23 Mt, un 45% menos que lo obtenido en la campaña anterior. En el caso del maíz, la producción se estima en 32 Mt, 37% por debajo de lo obtenido en la campaña pasada, mientras que el trigo se derrumbó a 11,5 Mt.

De esta manera, las proyecciones señalan que el 2023 finalizará con un acumulado de 808.000 camiones de trigo, maíz y soja arribados a los puertos y plantas de la región. Cerca de un 60% menos que el 2022 y que el promedio de la última década. Y representa menos del 50% de los ingresos en las sequías previas de 2014 y 2018.

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