El cargo fijo mensual para la categoría R será de $2.544,09 en la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno argumentó que el incremento es calve para “prevenir un deterioro que comprometa la sostenibilidad del sector”.
Desde el 4 de diciembre comenzaron a regir las nuevas tarifas de gas publicadas por el Enargas. La actualización, que afecta tanto a la Ciudad de Buenos Aires como al conurbano bonaerense, se suma a los recientes aumentos en electricidad, agua y combustibles.
El incremento fue oficializado a través de la Resolución 825/2024 que lleva la firma del interventor del Ente Regulador, Carlos Alberto María Casares, detallando los cargos por categoría. De acuerdo al texto, la medida se enmarca en la política del Gobierno para mantener la estabilidad de precios en el sector energético.
El consumo por metro cúbico (m³) se unificó en $192,67 para todas las categorías.
De este modo, en la Ciudad de Buenos Aires, el cargo fijo para usuarios de la categoría R es de $2.544,09, mientras que en la provincia asciende a $2.938,02. Para otras categorías, los valores varían según el nivel de consumo y la región.
En tanto, los usuarios de la subzona R3 en la Ciudad deberán abonar entre $14.249,63 y $60.781,07, dependiendo del escalón tarifario. En la provincia, esos montos oscilan entre $13.426,27 y $33.030,83, según lo establecido en el nuevo cuadro tarifario.
Por otro lado, el consumo por metro cúbico (m³) se unificó en $192,67 para todas las categorías. Este ajuste también incluye un aumento del 3% en las tarifas de transporte y distribución de gas natural, según el Ministerio de Economía. Además, se determinará el costo del Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) bajo la fórmula estipulada en la Resolución 41/2024.
El Gobierno justificó el ajuste como una medida para evitar el deterioro del sector energético. Asimismo, se recordó que la emergencia del sector continuará hasta julio de 2025, según el Decreto 1023/2024. Por último, la Secretaría de Energía instó a garantizar costos competitivos y servicios adecuados.
La suba del gas, después de ajustes en la luz y las naftas
Desde el 1° de diciembre comenzaron a aplicarse las nuevas tarifas eléctricas de las principales distribuidoras en Argentina. El gobierno oficializó el incremento, que será el último del año, y marca un ajuste promedio del 2% en las boletas, aunque el impacto variará según el segmento de los usuarios y los niveles de consumo.
La medida llega en un momento clave para el sistema energético, que se prepara para un verano extra caluroso y con mucho consumo, y un riesgo creciente de cortes en el suministro en los momentos de mayor demanda.
De acuerdo a lo señalado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) el incremento forma parte del “proceso de sinceramiento de precios que busca reflejar los costos reales de los servicios públicos”.
El organismo detalló los cambios a través de resoluciones que establecen los valores actualizados para el Costo Propio de Distribución (CPD), el Costo de la Energía Suministrada en Malas Condiciones (CESMC) y el Costo de la Energía No Suministrada (CENS). Los anexos publicados especifican las tarifas que regirán para usuarios residenciales según sus niveles de consumo e ingresos.
En tanto, los precios de los combustibles aumentaron en todo el país el domingo pasado. El ajuste se debe al 2% de devaluación mensual del tipo de cambio oficial, más el leve incremento que marcó el precio del barril de petróleo en el mercado internacional y un 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y dióxido de carbono.
Aunque varía de acuerdo a la región y empresa, el aumento promedio en los surtidores fue de entre 1,8 y 2,88%. Producto de la suba aplicada, en CABA, la nafta súper pasó a costar $1.108 y la premium $1.370 el litro, con lo que los aumentos fueron, respectivamente, del 2,88 y 2,85 por ciento.