Apunta a reducir los costos de las estaciones de servicio, pero sus detractores lo cuestionan por los riesgos para la seguridad. Tradicional en EE.UU y extendido también en Europa, el sistema es inusual para Latinoamérica.

El Gobierno Nacional oficializó la autorización del autodespacho de combustibles en Argentina a través del Decreto 46/2025, publicado este lunes, que permite a las estaciones de servicio ofrecer esta modalidad de manera optativa.

Con la medida, las expendedoras podrán elegir si implementan surtidores de autoservicio en la totalidad de sus instalaciones o solo en algunos puntos.

Se espera que la medida reduzca costos operativos y amplíe la disponibilidad del servicio, permitiendo una atención continua durante las 24 horas.

Sin embargo, su aplicación dependerá de la decisión de cada empresa y del cumplimiento de requisitos de seguridad establecidos por la Secretaría de Energía.

La normativa también contempla la posibilidad de instalar tanques de almacenamiento sobre la superficie.

En Estados Unidos, el autoservicio se implementó en 1964 y actualmente es la norma en la mayoría de las estaciones. En Europa, su adopción es generalizada, mientras que en América Latina existen experiencias en Perú, Uruguay, Colombia y Venezuela. La decisión del Gobierno busca alinear el mercado argentino de combustibles con estas tendencias globales, bajo el argumento de que la tecnología disponible permite garantizar condiciones seguras para los usuarios.

Uno de los principales puntos a favor de la medida es su potencial para reducir los costos operativos de las estaciones de servicio. Al eliminar la necesidad de personal en determinados horarios, las empresas pueden ofrecer precios más competitivos a los clientes que opten por el autoservicio.

 Desde el Ejecutivo destacaron que esta modalidad podría representar una alternativa especialmente conveniente para aquellos que necesitan abastecerse en horarios nocturnos, cuando algunas estaciones suelen operar con personal reducido o directamente cerrar.

La normativa también contempla la posibilidad de instalar tanques de almacenamiento sobre la superficie del terreno, en lugar de los tradicionales depósitos subterráneos. Según el decreto, esta modalidad tiene ventajas económicas y ambientales, ya que reduce los costos de instalación y mantenimiento, además de permitir una detección más rápida de fugas.

Se argumenta que, al estar visibles, los tanques sobre superficie facilitan inspecciones y previenen filtraciones que podrían contaminar el suelo o las aguas subterráneas.

Autodespacho de combustibles y seguridad

A pesar de estos beneficios, la implementación del autodespacho no está exenta de desafíos. Un punto clave es la seguridad, ya que la manipulación de combustibles conlleva riesgos de incendio o derrames. En otros países, este modelo ha sido acompañado por estrictas regulaciones, como la prohibición de utilizar teléfonos móviles durante la carga o la obligación de instalar sistemas de corte automático ante cualquier irregularidad.

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El autodespacho rige para todo el territorio nacional.

 En Argentina, la Secretaría de Energía será la encargada de definir los protocolos específicos que deberán cumplir las estaciones que opten por esta modalidad.

Otro aspecto en discusión es el impacto en el empleo. Si bien el Gobierno argumenta que el autoservicio no eliminará puestos de trabajo, sino que reconfigurará las funciones dentro de las estaciones, algunos sectores sindicales han manifestado su preocupación.

. En experiencias internacionales, la transición al autoservicio ha implicado una reducción de personal en algunos casos, mientras que en otros se ha optado por redistribuir a los trabajadores en tareas de supervisión y mantenimiento.

En algunas provincias, la medida ha encontrado resistencia debido a regulaciones locales que prohíben el autoservicio por razones de seguridad o empleo. Hasta el momento, no se ha confirmado si habrá excepciones en la implementación del decreto a nivel nacional, o si se permitirá a cada jurisdicción establecer restricciones adicionales.

Otro factor a considerar es la experiencia del usuario. En mercados donde el autoservicio es predominante, los conductores han desarrollado hábitos y conocimientos sobre cómo operar los surtidores de manera segura. En Argentina, la transición podría requerir campañas de información y capacitación para garantizar que los conductores utilicen correctamente los sistemas sin generar riesgos innecesarios.

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