La provincia avanza con líneas de transmisión clave para incorporar más capacidad renovable. Y lidera un proyecto minero-energético que atravesará la provincia por la alta montaña, desde el norte de Neuquén hasta el sur de San Juan.

La Empresa Mendocina de Energía (EMESA) lleva adelante un plan para ampliar el sistema de transmisión eléctrica e incorporar mayor capacidad renovable en la provincia.

“Mendoza cuenta con más de 1000 MW de proyectos solares en marcha y desde EMESA nos enfocamos en líneas de alta tensión”, señaló recientemente Pablo Magistocchi, quien hasta hace pocos días presidía la empresa y ahora ocupa el cargo de Country Manager en la recientemente privatizada IMPSA.

Uno de los avances clave en este proceso fue la inauguración, en agosto del año pasado, de la línea de alta tensión Cruz de Piedra–Gran Mendoza, un proyecto impulsado y financiado por el gobierno provincial a través de los procedimientos de CAMMESA para la expansión del sistema de transporte.

“Estamos trabajando con el EPRE de San Juan y con la Secretaría de Energía de Neuquén. Es un proyecto valuado en 1.200 millones de dólares en su totalidad, pero nos enfocamos en un tramo clave, el que une Valle de Uco con el sur de San Juan», dijo Magistocchi.

“Ese proyecto nos permitió aumentar la capacidad de transporte en 600 MVA y operar con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI). También posibilitó que los proyectos solares en Mendoza, que originalmente tenían módulos de entre 20 y 30 MW, pasaran a escalas de 200-300 MW”, destacó Magistocchi a Energía Estratégica.

Según explicó, los desarrollos que en su momento fueron pensados para el Programa RenovAr ahora pueden alcanzar módulos de entre 100 y 400 MW de potencia, un crecimiento que fue sido posible gracias al rol de EMESA en la estructuración de proyectos y la atracción de inversiones privadas.

Entre los emprendimientos más avanzados se encuentra el Parque Solar Malargüe I, recientemente inaugurado por Genneia.

Con una capacidad instalada de 90 MW y una inversión superior a los 90 millones de dólares, se trata del primer proyecto solar de la compañía en Mendoza y su cuarto desarrollo fotovoltaico en Argentina.

Ubicado en una superficie de 312 hectáreas, el parque cuenta con más de 160.000 paneles bifaciales de última tecnología, capaces de captar radiación tanto directa como reflejada, lo que mejora la eficiencia hasta en un 10% adicional.

Parques solares y sistemas de transporte en Mendoza

Genneia también anunció la construcción del parque fotovoltaico San Rafael, que contará con una potencia de 150 MW y demandará una inversión de 150 millones de dólares.

Este desarrollo se sumará al Parque Solar Anchoris (180 MW), actualmente en construcción en Luján de Cuyo, y al proyecto Río Diamante (340 MW), que aún se encuentra en etapa de prospección.

mineria mendoza
Mendoza avanza con un ambicioso proyecto minero-energético: una línea de alta tensión que cruzará por la alta montaña, conectando el norte de Neuquén con el sur de San Juan.

“También logramos traer a YPF Luz, que adquirió el proyecto El Quemado (305 MW), el primero aprobado bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Ese parque ya está en ejecución y, si todo avanza según lo previsto, podría estar operativo entre finales de este año y principios de 2026”, explicó Magistocchi.

Otro actor que apuesta fuerte en la provincia es la empresa Aconcagua, que compró a EMESA un proyecto de 115 MW y ya inició su construcción. “Seguramente entre en operación a fines de 2026”, agregó el ejecutivo.

Más energía para las mineras

En paralelo, EMESA avanza con un ambicioso proyecto minero-energético: una línea de alta tensión que cruzará toda Mendoza por la alta montaña, conectando el norte de Neuquén con el sur de San Juan.

“Estamos trabajando con el EPRE de San Juan y con la Secretaría de Energía de Neuquén. Es un proyecto valuado en 1.200 millones de dólares en su totalidad, pero nos enfocamos en un tramo clave, el que une Valle de Uco con el sur de San Juan, porque hay mineras desarrollando proyectos en la zona. La idea es contar con una línea de 500 kV operativa para 2028”, explicó Magistocchi.

Además, Mendoza impulsa la creación del Distrito Occidental Minero en Malargüe, lo que refuerza la necesidad de mejorar la infraestructura energética.

En este contexto, la segunda etapa del proyecto contempla el tendido de otra línea de 500 kV a lo largo de la nueva ruta en desarrollo, con el objetivo de acompañar la expansión minera en la región.

Sin embargo, más allá del dinamismo provincial, la conexión con los grandes centros de consumo sigue siendo un desafío a nivel nacional.

“Mendoza necesita que el Estado Nacional avance”, remarcó Magistocchi, recordando que sigue pendiente la línea de 500 kV Río Diamante – Charlone – Plottier – Plomer, una obra clave que permitiría liberar capacidad de transporte para nuevos proyectos.

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