Diez proyectos sumaron 515 MW de prioridad de despacho en la última ronda del Mercado a Término, sin necesidad de desempate. Empresas como Genneia, SolarDQD y Ambiente y Energía lideraron las adjudicaciones. Los principales proyectos habilitados.
Con fuerte predominio de proyectos de energía solar, La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) adjudicó 515 megavatios (MW) de prioridad de despacho en la última ronda del Mercado a Término de Energías Renovables (MATER), correspondiente al tercer trimestre del año.
Diez proyectos resultaron ganadores, marcando una continuidad en la expansión de la oferta renovable del país y destacándose por no haber requerido el tradicional sistema de desempate, algo poco habitual en este esquema.
Buena parte de estos últimos proyectos incluye sistemas de almacenamiento (BESS) o infraestructura eléctrica asociada, con entrada en operación prevista entre marzo y octubre de 2030.
La asignación de capacidad se distribuyó de la siguiente manera: 140 MW en la región de Misiones–NEA–Litoral, 30 MW en la Costa Atlántica, y 345 MW en el corredor Centro–Cuyo–NOA.
El dominio de la generación fotovoltaica fue casi absoluto: 485 MW provienen de siete parques solares, mientras que los 30 MW restantes corresponden a la segunda fase del parque eólico Vientos del Atlántico, desarrollado por AES Argentina en la Costa Atlántica.
De la capacidad total adjudicada, 140 MW operarán bajo el esquema MATER Pleno —sin limitaciones de inyección al sistema— y 375 MW mediante la modalidad Referencial A, que permite un recorte operativo del 8% (curtailment) hasta que se concreten obras de transmisión.
Buena parte de estos últimos proyectos incluye sistemas de almacenamiento (BESS) o infraestructura eléctrica asociada, con entrada en operación prevista entre marzo y octubre de 2030.
Los Principales proyectos de energía solar que adjudicaron
Entre los desarrollos más relevantes figuran:
–Catamarca II (60 MW), de Solar Energy: central híbrida con sistema BESS de 60 MW/240 MWh, cuyo desempeño equivale al de un parque eólico en el mismo corredor.
–Mendoza Sur (105 MW), de Genneia: contempla obras de refuerzo del sistema de transmisión, como la instalación de un segundo transformador en ET Río Diamante 500 kV, un nuevo vínculo Embalse–Almafuerte 500 kV y mejoras en la compensación shunt 132 kV.
–Sierras Renovables I, II y III (180 MW), de ARN Tech Partner S.A., vinculada a EPEC Córdoba: un complejo híbrido que combina generación fotovoltaica y almacenamiento BESS Montecristo.
–PS Sol del Valle (120 MW), también de Genneia: incluye obras eléctricas en la región Centro–Cuyo–NOA, como la compensación shunt Malvinas 132 kV y el reemplazo de capacitores en ET Recreo.
Los grandes ganadores del trimestre
Tres compañías concentraron más del 60% de la capacidad adjudicada: Genneia, SolarDQD y Ambiente y Energía.

Genneia, líder del sector con más de 1.400 MW operativos, obtuvo prioridad para sus parques solares Mendoza Sur y Sol del Valle, ambos con obras de transporte asociadas.
Por su parte, SolarDQD, habitual protagonista en el MATER, obtuvo luz verde para sus plantas Leonesa (30 MW) y Puente Libertad (15 MW), ubicadas en la región Misiones–NEA–Litoral, consolidando una trayectoria que ya supera los 1.000 MW construidos.
En tanto, Ambiente y Energía consiguió prioridad para El Sol de Formosa (15 MW) y El Sol de Clorinda (50 MW), ambos en territorio formoseño. Estos proyectos le permitirán escalar su participación en el mercado, con la meta de alcanzar 400 MW solares entre 2026 y 2027 y 100 MW de generación propia en ese mismo período.
Una ley fundamental para el sector renovable
La Secretaria de Energía de la Nación, María Tettamanti, presentó recientemente ante la Cámara de Diputados los lineamientos de la modificación que apoya el oficialismo, cuyo eje central es extender por 20 años la estabilidad y previsibilidad tributaria para proyectos renovables nuevos y existentes.
El balance inicial de una década de vigencia de la norma fue el salto de competitividad de las energías renovables, sobre lo cual Tettamanti contextualizó el cambio de enfoque al señalar que la Ley 27.191 «fue fundamental para impulsar el desarrollo del sector en un momento en que las tecnologías eran poco competitivas».
La ley, vigente desde 2015, sentó las bases para el despegue de las fuentes renovables en la matriz energética, logrando una transformación estructural.
«El mejor incentivo a la inversión es reducir riesgos mediante estabilidad macroeconómica, reglas claras y baja carga impositiva. Las energías renovables ya pueden competir en igualdad de condiciones con otras fuentes», sostuvo la Secretaria de Energía.
La estabilidad jurídica propuesta es la pieza clave para viabilizar inversiones estratégicas en infraestructura de transmisión, consideradas el principal cuello de botella para la expansión renovable.



