Desde las cámaras del sector avalan una medida «pendiente hace muchos años» pero advierten sobre la necesidad de avanzar hacia una «infraestructura adecuada».
El Ministerio de Economía dio un paso clave en la política de transporte de cargas al autorizar la circulación de camiones bitrenes en la red vial de todo el país.
La norma establece que podrán transitar de manera libre, salvo en aquellos tramos o puentes donde la infraestructura no lo permita.
Hasta ahora, estos camiones de gran porte estaban limitados a corredores específicos y en horarios limitados. El nuevo esquema introduce un principio de “exclusión negativa”: se permite su uso en todo el territorio nacional, con excepciones puntuales.
Según cálculos de CEDOL, el uso de estos equipos permite transportar el mismo volumen de carga con la mitad de vehículos, consumiendo cerca de dos tercios del combustible que requeriría la flota convencional, con lo cual las emisiones de CO2 equivalente se reducen un 32%.
El presidente de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), Cristian Sanz, también celebró la decisión: “Era una medida que estaba pendiente desde hace muchos años. Para que la misma sea todo lo efectiva que se espera hay que resolver cuestiones de infraestructura como capacidades de puentes, que deseamos sea lo antes posible”.
La declaración refleja una de las principales demandas del sector: que la normativa se acompañe con inversiones viales que garanticen seguridad y operatividad plena.
En busca de mayor eficiencia logística
La medida también fue respaldada por la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL), que destacó: “Aún con excepciones específicas, (la decisión) alienta los avances en proyectos estratégicos en la búsqueda de mayor eficiencia y productividad”.
La entidad remarcó que desde las primeras pruebas con bitrenes en Argentina no se verificaron los temores iniciales: “No han aparecido evidencias de una mayor siniestralidad vial, y por su configuración de ejes y suspensión, el bitren genera un menor desgaste de la infraestructura”.
Además, según cálculos de CEDOL, el uso de estos equipos permite transportar el mismo volumen de carga con la mitad de vehículos, consumiendo cerca de dos tercios del combustible que requeriría la flota convencional, con lo cual las emisiones de CO2 equivalente se reducen un 32%.
En la misma línea, la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (FAETYL) expresó: “Reafirmamos nuestra predisposición y compromiso para profundizar el diálogo y la cooperación, acompañando la plena y real implementación de esta política transformadora”, dijo.
Y agregó: “resaltamos el compromiso del sector con la capacitación y la seguridad vial, pilares indispensables para garantizar una operación profesional, responsable y sostenible en el tiempo”.
El presidente de CEDOL, Hernán Sánchez, subrayó: “La resolución representa un avance importante para el sector. La libre circulación de bitrenes habilita una alternativa que para ciertos segmentos puede resultar altamente competitiva, y que hasta el momento se encontraba restringida en sus posibilidades de utilización”.

No obstante, el dirigente empresarial aclaró que no se trata de una sustitución completa: “Al igual que al momento de su primera implementación a nivel nacional, queda de manifiesto que el bitren es una opción que suma, pero que no viene a reemplazar a los camiones existentes, ya que muchas cargas simplemente no tienen beneficios esperados por usar el bitren. Para aquellas que sí los tienen, la mejora en la eficiencia será notable”.
Los bitrenes en el mundo
La nueva normativa argentina se inscribe en una tendencia global hacia los llamados High Capacity Vehicles (HCVs).
En Australia, los “road trains” alcanzan 53 metros de largo y transportan hasta 130 toneladas, fundamentales para conectar regiones aisladas.
En Canadá, circulan desde los años setenta con extensiones de 25 metros y 63,5 toneladas, adaptados a largas distancias. En Brasil, las configuraciones oscilan entre 25 y 30 metros y llegan a 74 toneladas.
Además del impacto económico, los bitrenes se asocian a beneficios ambientales, al requerir menos unidades y menos combustible para movilizar la misma carga.
La resolución, que empieza a regir de inmediato, abre así un nuevo capítulo en el transporte de cargas, con el desafío de armonizar la normativa con la infraestructura disponible y de garantizar que la modernización logística se traduzca en competitividad, seguridad y sustentabilidad.