Un reconocido consultor señala que el precio base de la terminal ofrece hasta siete días de plazo para movilizar la carga, un beneficio clave para los operadores logísticos. La ubicación con acceso rápido a los principales centros de consumo, al igual que en Dock Sud, es otro de los diferenciales.
El Puerto de Buenos Aires y el de Dock Sud ofrecen una propuesta de valor muy favorable para la movilización de cargas. La terminal ofrece muchas ventajas en términos de tiempo y distancia respecto a otras alternativas, especialmente cuando se trata del comercio exterior.
Así lo analiza el consultor en infraestructuras portuarias y logísticas, Gustavo Muller, quien destacó una serie de factores que hacen de las terminales metropolitanas de la CABA centrales para el ingreso y egreso de mercancías del país, que ofrece varias alternativas para que se efectúen las transacciones internacionales.
El valor del puerto de Buenos Aires no solo radica en su ubicación estratégica, sino también en la planificación eficiente que permite, según Gustavo Muller.
Lo que tiene a su favor la terminal porteña es que su ubicación y condiciones de almacenamiento permiten una reducción significativa de los costos logísticos, lo que beneficia tanto a importadores como exportadores.
“Por eso es llamativo cuando algunas asociaciones empresarias pretenden presentar como elevados los precios que se pagan en los puertos de Buenos Aires y Dock Sud, como si no existieran alternativas operativas desde Montevideo hasta Rosario”, señaló Muller en referencia a algunas consideraciones recientes sobre los puertos.
Almacenamiento extendido
El valor de un puerto no solo radica en su ubicación estratégica, sino también en la planificación eficiente que permite. En Buenos Aires, las cargas pueden permanecer hasta siete días con el mismo precio base, lo cual otorga una ventaja significativa en comparación con otras terminales de la región que limitan este tiempo a solo 2 ó 3 días.
Este plazo extendido para el almacenamiento facilita una mayor flexibilidad operativa para las empresas. Además, permite a los importadores y exportadores optimizar su logística sin incurrir en costos adicionales.
La capacidad de mantener contenedores durante una semana entera se traduce en ahorros energéticos y de espacio. Para los productos de productos perecederos, como frutas, pescados o carnes, este tiempo adicional garantiza que los productos mantengan la cadena de frío antes de embarcar, lo cual es esencial para su conservación.
Más del 40% de los importadores aprovechan los siete días de almacenamiento para organizar sus operaciones sin tener que apresurarse, lo que resulta en un uso más eficiente del tiempo y los recursos. Esta flexibilidad, apunta Muller, es un factor clave en la elección de Buenos Aires como puerto de entrada y salida.
Ubicación y conectividad en el Puerto de Buenos Aires
En una era donde el comercio electrónico ha establecido la expectativa de entregas rápidas y directas, el valor de los servicios portuarios se mide también por su proximidad a los principales centros de consumo. La ubicación estratégica de la terminal en la ciudad más grande de la Argentina, permite un acceso rápido a todo el terriotorio.
Justamente, Buenos Aires se situa en el corazón del tejido industrial argentino y cuenta con conexiones a todos los medios de transporte. Entre 2017 y 2019, se construyó el Paseo del Bajo, un proyecto que une a la terminal con las autopistas principales.
Además, la infraestructura ferroviaria asegura que todas las formaciones lleguen directamente a los muelles, mientras que la traza fluvial completa esta red de accesos al interior del país.
Aunque solo el 14% de las exportaciones y el 18% de las importaciones gestionadas por el Puerto de Buenos Aires y Dock Sud provienen directamente de la ciudad, el puerto atiende eficientemente a todo el país.
Esta cobertura nacional es posible gracias a la conectividad y los servicios que ofrece, lo que refuerza su posición como un hub logístico clave para cargas de todo el territorio argentino.