Si se compara el primer trimestre de 2015 y el mismo período de 2025, pasaron de 40.300 vehículos convertidos a apenas 12.896. Actualmente existen algo más de 2.000 estaciones de servicio del rubro en la Argentina, mayormente en grandes ciudades.
El uso del GNC en la Argentina viene en picada desde hace una década. La razón principal: la diferencia de precio con la nafta ya no es lo que era. Lo que antes resultaba una elección casi automática para bajar costos, hoy exige más cálculo y análisis.
Según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), las conversiones cayeron un 70% entre el primer trimestre de 2015 y el mismo período de 2025. Pasaron de 40.300 vehículos convertidos a apenas 12.896. Y si la comparación se hace contra el primer trimestre de 2024, la baja fue del 28%, cuando se registraron 17.865 instalaciones en todo el país.
El costo de instalación de los equipos, el tiempo de amortización, el uso real del vehículo y hasta la renovación de la oblea que habilita su circulación: todo suma a la hora de decidir si conviene o no reconvertir un vehículo a GNC.
En su momento, el GNC tenía una ventaja abrumadora: era muchísimo más barato que la nafta.
En 2015, la brecha de precios llegó al 70%. Hoy, esa diferencia apenas roza el 29%. Con ese margen más estrecho, otros factores empezaron a pesar más: el costo de instalación de los equipos, el tiempo de amortización, el uso real del vehículo y hasta la renovación de la oblea que habilita su circulación. Todo suma a la hora de decidir si conviene o no.
Por eso, el mercado empieza a pedir incentivos regulatorios para volver a hacer atractivo el cambio.
Una curva en descenso
Durante la 64ª Convención Latinoamericana de Estaciones de Servicio, se debatió cómo ampliar la red de gasoductos desde Vaca Muerta para llevar gas más barato al resto del país.
Un informe de la consultora Economía y Energía, dirigida por Nicolás Arceo, señala que hoy existen más de 2.000 estaciones de servicio con GNC en Argentina, mayormente en grandes ciudades.
Actualmente, 1,7 millones de vehículos funcionan con GNC, concentrados en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán. Solo esas cinco provincias reúnen el 84% del parque vehicular a gas.

La instalación de equipos tuvo su pico en 2014, cuando el diferencial de precios con los combustibles líquidos estaba en su mejor momento. Desde entonces, la caída fue constante: el piso se alcanzó en 2023 con apenas 60.252 conversiones anuales.
También bajó el volumen de gas natural expendido: el récord fue en 2005 con 8,7 MMm³/día, pero en 2023 cayó a 6,2 MMm³/día, su mínimo histórico.
GNC: abastecer a los principales corredores logísticos
Frente a este escenario, el ENARGAS busca reimpulsar el GNC enfocándose en el transporte pesado. La estrategia es clara: asegurar el abastecimiento en los principales corredores viales del país con una red de carga segura y homologada.
En octubre pasado, el organismo dispuso que todas las estaciones que quieran ofrecer GNC para vehículos de gran porte cumplan con la normativa NAG-420, que fija los requisitos técnicos para estas bocas de carga.
El objetivo es doble: ofrecer una alternativa más económica y ecológica a los derivados del petróleo, y garantizar que los camiones y buses cuenten con puntos de carga adecuados.
Ya hay más de 250 estaciones en proceso de autorización, que permitirán abastecer los principales corredores logísticos del país.

La idea es que tanto el transporte de carga pesada como los servicios públicos puedan acceder a un combustible más accesible y limpio.
El GNC, además de su competitividad en costos, se alinea con las exigencias de eficiencia energética y reducción de emisiones, pilares clave en la transición hacia una matriz energética más limpia.
En el mundo se expande
A escala global, Asia es la región que cuenta con mayor cantidad de vehículos que utilizan GNC y, de acuerdo al “Report Title Global Compressed Natural Gas (CNG) Market 2024–2033”, se espera un alza del 75% hasta el 2035.
En Europa, el total de vehículos de pasajeros con combustibles alternativos creció un 200% entre 2008 y 2023 y los vehículos que utilizan GNC se incrementaron en un 112%.
En Sudamérica se vivió un cuadro similar con una fuerte expansión en Brasil, que llegó a 2,3 millones de vehículos, Bolivia (con el 25% de su parque automotor) y Colombia incremento su uso de gas en el transporte público, aunque no hay datos precisos. En la Argentina, que aloja la extraordinaria reserva de gas natural de Vaca Muerta, la tendencia es la contraria, en favor de los combustibles fósiles más contaminantes y -todavía- algo más caros para el consumidor.