Con más compañías operando, acuerdos bilaterales ampliados y una temporada alta que promete cifras inéditas, el sistema aerocomercial argentino empieza a mostrar el impacto concreto de la desregulación impulsada en los últimos dos años.
La política de Cielos Abiertos y el proceso de desregulación del transporte aéreo comenzaron a traducirse en resultados tangibles durante 2025, año en el que se incorporaron tres nuevas compañías al mercado local y se habilitaron 57 rutas adicionales, de las cuales 50 corresponden a vuelos internacionales y siete a servicios de cabotaje.
El contraste con 2024 es notorio: en ese período habían comenzado a operar solo dos aerolíneas y se habían sumado 12 rutas en total. La aceleración del proceso confirma que el nuevo marco regulatorio empezó a desplegar su potencial pleno recién en 2025.
Autoridades y el sector privado anticipan niveles de operación internacional sin precedentes, con más rutas, mayor capacidad y un número creciente de frecuencias.
Uno de los pilares de esta expansión fue la firma de memorandos de entendimiento en materia de Cielos Abiertos. A la fecha, la Argentina rubricó 54 acuerdos de este tipo: 11 durante 2024 y 43 en lo que va de 2025.
Estos instrumentos eliminaron restricciones históricas sobre frecuencias, capacidades y destinos, habilitando a las aerolíneas a diseñar sus redes con mayor flexibilidad.
El año pasado, las liberalizaciones alcanzaron a países clave de la región y América del Norte, como Perú, Brasil, Chile, México, Panamá y Canadá, además de otros mercados estratégicos.
En 2025, la lista se amplió de forma significativa e incluyó naciones de Europa, Asia, África y Medio Oriente, entre ellas Alemania, Italia, España, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Qatar.
El alcance geográfico de estos acuerdos explica, en buena medida, la diversificación de destinos que comenzó a observarse en las programaciones aéreas.
En paralelo, se habilitaron esquemas de quintas y sextas libertades, que permiten a las compañías utilizar a la Argentina como punto intermedio en rutas intercontinentales.
Un caso emblemático es el regreso del enlace Santiago–Buenos Aires–Miami operado por LATAM Airlines Group, que restableció su presencia en uno de los corredores más demandados del mercado argentino.
Cielos abiertos con nuevos operadores y vuelos de largo alcance
El proceso de apertura también se reflejó en el desembarco de nuevas aerolíneas. Entre las incorporaciones más relevantes se cuentan JetSMART Airlines Perú, con vuelos entre Buenos Aires y Lima; LEVEL, que comenzó a operar la ruta Barcelona–Ezeiza; y China Eastern Airlines, que reanudó la conexión entre Shanghái y Buenos Aires mediante un servicio triangular con escala técnica en Auckland.
Este último movimiento tiene un valor simbólico y estratégico. El retorno de un enlace regular con Asia-Pacífico, operado con Boeing 777-300ER y dos frecuencias semanales, recompone un corredor intercontinental que había quedado interrumpido tras la pandemia.
Desde la compañía asiática señalaron que el objetivo era reincorporar a la Argentina a su red de largo alcance, una meta que finalmente se concreta en esta temporada.
A futuro, el cronograma de incorporaciones continúa. Para 2026 está previsto el inicio de operaciones de las aerolíneas españolas World2Fly, con vuelos entre Rosario y Madrid, y Plus Ultra, que sumará servicios entre Buenos Aires y la capital española. Ambas ampliarán la oferta transatlántica y reforzarán la competencia en uno de los mercados de mayor volumen.
Temporada alta y récord de oferta internacional
El cierre del año coincide con el pico estacional del transporte aéreo, impulsado por las fiestas y las vacaciones de verano. En ese contexto, las autoridades y el sector privado anticipan niveles de operación internacional sin precedentes, con más rutas, mayor capacidad y un número creciente de frecuencias.
Entre los destinos más elegidos vuelve a destacarse Miami. La ruta desde Ezeiza registra un nivel de competencia superior al de años anteriores, con el regreso de LATAM a los vuelos directos, el refuerzo de American Airlines y la ampliación del servicio de Delta Air Lines hacia Atlanta. La combinación de frecuencias alcanza valores que no se veían desde mediados de la década pasada.
Brasil constituye otro eje central de la expansión. Ciudades como Florianópolis concentran una oferta diversificada, con vuelos desde Buenos Aires y desde múltiples provincias. En este frente participan aerolíneas como Aerolíneas Argentinas, Flybondi, GOL Linhas Aéreas y JetSMART.
El Caribe también suma protagonismo. Arajet inauguró la ruta Punta Cana–Córdoba con cinco frecuencias semanales, introduciendo una alternativa directa para el interior del país y reduciendo la dependencia de conexiones vía hubs tradicionales. La estrategia apunta a descentralizar la conectividad y ampliar las opciones para los pasajeros fuera del área metropolitana.
