En un seminario en el que se debatió el rol del gas natural en Chile, la importación desde Argentina fue destacada como la alternativa más viable bajo ciertas condiciones. Las relaciones binacionales con el país trasandino se fortalecen en el sector energético.
Las exportaciones de hidrocarburos a Chile están en alza, potenciadas por la reactivación del Oleoducto Trasandino S.A. (Otasa) y el incremento en la demanda del país cordillerano. En ese marco y de la mano de los proyectos de GNL sumados a los picos productivos de Vaca Muerta, auguran una mayor injerencia del insumo argentino en el mercado energético binacional.
Este, fue uno de los puntos prioritarios del seminario organizado por la USACH, la Embajada de Argentina en Chile y la Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN). El evento, titulado “La importancia del gas natural para la transición energética en Chile”, reunió a diversas personalidades del ámbito académico, gubernamental y privado para debatir sobre el futuro de este energético.
«Lo que debiese ocurrir es que el gas argentino pase de ser un gas que se mira a tan a corto plazo a brindar una posibilidad de integrarlo de mejor manera en la programación del GNL”.
Mario Camacho, gerente general de GNL Chile.
En ese sentido, el ministro de Energía del país anfitrión, Diego Pardow, planteó en la apertura de la jornada dos temas que sobrevolaron los paneles del evento: la capacidad de Argentina de equilibrar la oferta de GNL y el potencial de demanda residencial. Cabe recordar que la compra de gas desde Chile se retomó en 2018 y ya el año pasado representó la mitad de sus importaciones totales del año.
No obstante, los actores de la industria chilena de gas coinciden en que la infraestructura de importación de GNL seguirá teniendo un rol relevante en el esquema de seguridad de suministro. Durante el evento, las autoridades del país vecino coincidieron en que los gasoductos desarrollados durante la crisis de 2008 y las terminales de GNL Quinteros y Mejillones “permiten garantizar el suministro de Chile por los siguientes años”.
Asimismo, el gerente general de Mejillones, Gustavo Schettini, planteó que ahora “el desafío es cómo restablecemos el gas desde Argentina siendo que el GNL se estableció como la herramienta de seguridad y seguirá así. Tiene sus contratos y sus rigideces”. En esa línea, los panelistas señalaron la importancia de extender los plazos en los contratos para adquirir el gas argentino.
“Si queremos buscar un equilibrio que optimice el suministro en términos de garantía y de costo, lo que debiese ocurrir es que el gas argentino pase de ser un gas que se mira a tan a corto plazo a brindar una posibilidad de integrarlo de mejor manera en la programación del GNL”, explicó Mario Camacho, gerente general de GNL Chile.
«Nosotros, quienes estamos en la industria del gas en este país, tenemos el papel y la responsabilidad de garantizar un suministro al menor costo posible. En ese sentido, creo que contar con una diversificación en nuestras fuentes de suministro, como el gas argentino y el GNL, nos proporciona una situación de mayor tranquilidad y seguridad, al menos a corto plazo”, agregó.
En sintonía, María Luz Tremoli, líder de Estrategia de Mercado de YPF, señaló que “lo importante es poder sentar precedentes que permitan tener exportaciones 365 días al año y que contemplen largos plazos”. Asimismo, indicó que el gas argentino y el GNL deben ser complementarios.
El gas en la transición energética de Chile
El panel encabezado por la Embajada Argentina en Chile contó con la participación de Cristian Folgar, académico y ex subsecretario de Combustibles de Argentina, y Juan José Carbajales, director de la consultora Paspartú, y ex subsecretario de Hidrocarburos de Argentina.
Durante este segmento, tomó un lugar central el potencial de Argentina como productor y exportador de gas, destacando la relevancia de este energético para el paso hacia una matriz eléctrica más limpia en Chile y cómo este insumo puede actuar siendo un complemento clave para las energías renovables en vez de un sustituto, impulsando la transición energética y promoviendo la electromovilidad.
“Es importante corregir una concepción errónea que se tuvo inicialmente: se consideraba que las energías renovables reemplazarían al gas natural. Sin embargo, la realidad es que el gas natural puede funcionar como un excelente complemento para este tipo de energías. De hecho, podría ser incluso una condición necesaria para el desarrollo pleno de éstas”, comentó el ex subsecretario de Combustibles argentino.