Pese al fuerte impulso del gobierno nacional y bonaerense, el llamado a licitación para la obra del Canal Magdalena resultó desierto, dado que las empresas de dragado no presentaron ofertas. Los motivos de las empresas y los próximos pasos del proyecto.
La apertura de sobres de la licitación para la apertura -el dragado- del Canal Magdalena quedó desierta ayer, cuando se confirmó que no se recibieron propuestas económicas por parte de las empresas del sector que pudieran llevar adelante las obras.
Se trata de la obra que generaría una traza alternativa al actual ingreso a la Hidrovía, y que apuntaba esencialmente a mejorar la conexión entre los puertos del sur y el norte bonaerense, evitando tener que ir hasta el borde de Uruguay para reingresar por el canal de Punta Indio.
Para ayer, 17 de agosto, estaba prevista la apertura de sobres de antecedentes técnicos y ofertas económicas de las empresas interesadas, pero finalmente nadie se presentó para realizar las tareas anunciadas. Originalmente estipulada para el 31 de agosto, la fecha se había postergado dos semanas más, debido a las dudas y consultas de las empresas.
Si bien se trata de un monto millonario, las firmas del sector desconfiaban de la estructura de la licitación presentada por el gobierno nacional en un acto que compartieron el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof en Ensenada.
Uno de los principales cuestionamientos es que la obra fue presupuestada en pesos. El monto de 40.421 millones puede resultar una cifra importante para cualquiera, pero las empresas globales de dragado tienen sus costos atados al dólar, con lo cual la posibilidad de una devaluación -como la que ocurrió a comienzos de esta semana- y la misma inflación atentaban contra la sostenibilidad de dicha cifra.
También, desde el sector esgrimieron lentitud en los procesos de licitación, adjudicación y certificación y pago de las obras, que no se contemplen costos en dólares, las dificultades para lograr extender los plazos de obra y la poca flexibilidad frente a las vicisitudes lógicas de una obra de tamaña magnitud, entre otras cuestiones técnicas.
Esa, sostienen en el sector, fue la misma traba que imposibilitó el avance de la licitación lanzada casi 10 años atrás, a fines del 2014.
Cómo era la licitación
El proyecto del Canal Magdalena es la prolongación en línea recta del tramo del Canal Punta Indio a partir de la curva llamada el Codillo en el Km 143,9 hasta la zona de profundidades naturales en el Río de La Plata con una longitud aproximada de 61,5 kms.
Las firmas del sector desconfiaban sobre la estructura de la licitación, organizada en pesos y bajo el régimen de contratación de obra pública.
La ejecución de la obra de dragado de apertura del canal Magdalena constaría de dos etapas. La primera consistía en trabajos de campo para preprarar el terreno a una profundidad de 11 metros que permita la navegación de buques de hasta 335 metros de eslora y de 48 de manga. Luego se procedería a hacer lo mismo a una profundidad de 12,2m (40′) de una longitud aproximada de 56,34 Km, y a una profundidad de 14,3m (47′) de una longitud aproximada de 61,4 kilómetros.
La segunda etapa comprendería el balizamiento y la apertura formal -administrativa- del Canal. En total, se estimaba un plazo de al menos 28 meses para las tareas de la primera etapa.
Cabe recordar que la obra se había anunciado en la Asamblea Legislativa del 1° de marzo, y presentado nuevamente en abril, en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández. Un mes después se anunció la fecha de la licitación, que tendría lugar el 31 de julio. Ese mismo día, se publicó en el Boletín Oficial la postergación de la apertura de sobres hasta el 17 de agosto.
Con la licitación desierta, hasta el momento no hubo pronunciamiento alguno por parte del ministerio de Transporte, gobierno bonaerense ni de los principales impulsores del proyecto respecto de cuáles serán los próximos pasos.
