Junto a empresas estatales, la tecnológica china implementó un sistema de transporte minero con tecnología 5G avanzada e inteligencia artificial. Ya lo usan 100 vehículos en uno de los yacimientos de carbón más grandes del mundo. Y apunta a traerlo a Sudamérica.
En la región de Hulun Buir, en China, la mina Yimin se convirtió en un laboratorio del futuro a cielo abierto. Allí, 100 camiones autónomos transportan carbón sin intervención humana directa, en lo que ya se considera el sistema de minería automatizada más grande del mundo. Y en un tiempo no muy lejano, esta tecnología inteligente podría llegar a la Argentina, asociada a la extracción de cobre.
Los vehículos, pintados de blanco para distinguirlos de los camiones operados por humanos, se comunican entre sí y con el centro de control a través de 5G Avanzado.
Cada camión puede cargar hasta 90 toneladas de mineral en menos de un minuto y descargarlo en pozos de 60 metros de profundidad con una precisión imposible de alcanzar manualmente.
La Inteligencia Artificial (IA) procesa datos en la nube para coordinar recorridos, evitar colisiones y optimizar la carga y descarga del material.
En Yimin, no hay choferes ni cabinas. En su lugar, las unidades incorporan baterías de litio que impulsan su funcionamiento.
Cada camión puede cargar hasta 90 toneladas de mineral en menos de un minuto y descargarlo en pozos de 60 metros de profundidad con una precisión imposible de alcanzar manualmente.
Detrás de este desarrollo hay una alianza entre empresas estatales y privadas: Huawei, China Huaneng Group, Xuzhou Construction Machinery Group y StateGrid Smart Internet of Vehicles. Huawei aporta la infraestructura de 5G Avanzado, con velocidades de 500 Mbps y una latencia de solo 20 milisegundos, fundamental para el control remoto en tiempo real.
“Nuestro objetivo es reducir entre 60% y 70% la cantidad de operarios en la extracción”, explicó Shao Qi, gerente general de la división de Petróleo, Gas y Minería de Huawei.
Según la empresa, en China ya operan más de 5.000 camiones autónomos en flotas mixtas, transformando la minería en un proceso continuo, con vehículos que mantienen distancias milimétricas incluso en terrenos escarpados.
Cuatro años de pruebas y 2.000 fallas controladas
El director de la mina, Shu Yingqiu, recordó que el proyecto demandó cuatro años de pruebas intensivas. Todo comenzó con una flota piloto de nueve camiones y diez versiones distintas de software, durante las cuales se analizaron más de 2.000 tipos de averías.
Hoy, el sistema ya está en producción plena, y la meta es alcanzar 300 camiones autónomos en 2026. Desde un centro de control ubicado a kilómetros del yacimiento, ingenieros supervisan las operaciones en un edificio hipertecnológico que recuerda más a una planta industrial que a una mina.
Camiones autónomos y minería inteligente: el modelo Huawei
El modelo de “mina inteligente” combina IA, cloud computing y 5G para lograr un ciclo de producción 100% automatizado.
Además de reducir tiempos muertos, la automatización disminuye el riesgo de accidentes: los camiones emiten bocinazos automáticos al acercarse a otros vehículos y estacionan con precisión en zonas peligrosas. En caso de incidente, las pérdidas son solo materiales.

El sistema estandariza procesos, elimina pausas y aumenta la productividad, acercando el trabajo minero al esquema de una fábrica totalmente automatizada.
¿Un sistema exportable a la minería argentina?
La experiencia china plantea una pregunta inevitable: ¿podría una tecnología así llegar a las minas argentinas de cobre, impulsadas por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI)? Desde Huawei Argentina confirman que sí.
“Con el advenimiento de las redes privadas celulares en Argentina, Huawei puede ofrecer soluciones de vehículos autónomos no solo para minas de carbón, sino para cualquier extracción a cielo abierto, como el cobre”, señalaron fuentes de la compañía.
El plan de Huawei es exportar el modelo de minería inteligente a América Latina, con Argentina, Brasil, Chile, Perú y México como principales destinos. En Brasil, la empresa mantiene conversaciones con operadores de minas de hierro, mientras que en los Andes busca alianzas en proyectos de cobre y otros metales. En México, apunta a utilizar minas a cielo abierto como campo de pruebas.


