Se trata de la segunda mayor productora mundial del mineral clave para las baterías. Tres de cada cuatro de sus más de 8 mil empleados trabajan en el país trasandino.

La caída libre que arrastra el mercado global del litio desde fines de 2022 ya empieza a golpear a los grandes jugadores del sector.

En las últimas horas, SQM –la segunda mayor productora mundial del mineral clave para baterías– comenzó a reducir su plantilla en Chile, con un recorte del 5% del personal, según confirmaron fuentes internas de la empresa y un comunicado sindical al que accedió Reuters.

El litio, que había tocado techos cercanos a los 80.000 dólares por tonelada en noviembre de 2022, se vende hoy a 8.450 dólares.

El movimiento se da en un contexto adverso: los precios del litio cayeron cerca del 90% respecto a su pico histórico, arrastrados por un exceso de oferta desde China y una demanda de vehículos eléctricos mucho más débil que la prevista.

Este combo ya obligó a varias compañías a frenar sus planes de expansión y a ajustar su estructura de costos, con despidos incluidos.

Aunque SQM evitó hacer declaraciones oficiales sobre el tema, una fuente de la compañía aseguró que el recorte –que alcanza tanto a sus unidades de litio como de fertilizantes– no afectará las operaciones estratégicas ni las metas productivas previstas. También aclaró que, al menos por ahora, no hay nuevos despidos en carpeta.

La minera, que cerró 2023 con 8.344 empleados a nivel global, tiene concentrada buena parte de su operación en el norte chileno, donde extrae y procesa litio. Tres de cada cuatro trabajadores están radicados allí.

El malestar del sindicato

El ajuste no pasó desapercibido puertas adentro. Según un memorando del Sindicato SQM Salar, la empresa anticipó que entre “el 25% y el 30% de los despidos corresponderían a ‘cargos generales’ y el resto a supervisores”. El impacto se sentirá en sus oficinas de Santiago, el Salar de Atacama y la planta de procesamiento ubicada también en el norte del país.

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La caída libre que arrastra el mercado global del litio desde fines de 2022 ya empieza a golpear a los grandes jugadores del sector.

“Como sindicato lamentamos la decisión de la empresa, que afecta a nuestros afiliados, y cuestionamos categóricamente las razones que la motivaron”, expresaron desde la entidad, al tiempo que ofrecieron asistencia a quienes resultaron desvinculados.

La situación recuerda a lo ocurrido con Albemarle, el otro gran productor de litio en Chile, que también redujo personal en 2023 como parte de un programa para contener costos y amortiguar el golpe de los precios en picada.

Precios del litio por el piso y futuro incierto

El litio, que había tocado techos cercanos a los 80.000 dólares por tonelada en noviembre de 2022, se vende hoy a apenas 8.450 dólares. El desplome, más allá de afectar la rentabilidad, empieza a dejar consecuencias visibles: proyectos frenados, empleos recortados y una sensación de parálisis generalizada.

A nivel global, las mineras de litio están en una suerte de compás de espera, evaluando cuándo se normalizará la oferta y si la demanda repunta al ritmo que necesita el negocio. En particular en China, donde el respaldo estatal sigue sosteniendo operaciones que hoy trabajan con márgenes negativos, la sobreproducción mantiene en jaque al mercado.

Por otro lado, el crecimiento de ventas de autos eléctricos –motor clave de la industria– viene más lento de lo esperado. A esto se suma el avance de nuevas tecnologías, como las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), que requieren menos níquel y están contribuyendo a una reconfiguración del consumo de metales.

De hecho, los datos globales muestran que el níquel superó al litio en volumen de consumo dentro de las baterías de autos eléctricos, a pesar de que el primero también viene enfrentando una baja en sus precios.

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