El impacto de la recesión y el aumento de precios de naftas y gasoil se hace notar en estaciones de servicio y refinerias. El informe de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de Hidrocarburos, Energía y Combustibles.
El sector de los combustibles inició el 2024 con fuertes incrementos de precios y una demanda que tiende a la baja. En la comparación interanual de febrero, la compra de combustibles se redujo en un 1,8% e impactó en la producción y el procesamiento de crudo.
Así lo indica el informe elaborado por la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados Hidrocarburos, Energía y Combustibles (Catheda). De esta manera, se extiende la tendencia registrada con mayor fuerza en enero, cuando la baja fue del 5%.
De acuerdo a la entdida, este escenario se debe al incremento en los Impuestos al Combustible Líquido (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que puntualmente empezó aimplementarse en el segundo mes del año, la caída del poder adquisitivo y el contexto inflacionario general.
La importación de combustibles fue otro de los canales que presentaron un colapso en febrero.
De acuerdo al documento de Catheda, la recaudación fiscal en el sector de los combustibles durante febrero evidenció una suba del 15,3% interanual. El aumento fue producto de la venta de 1.870 millones de litros de combustible, un 1,8% menos que en el mismo período de 2023, a un precio considerablemente mayor que en el mismo período de 2023.
Una de las novedades más salientes fue que YPF se unió a la tendencia de caída de ventas por primera vez desde la fuerte recomposición del precio de diciembre del 2023.
Según los datos de febrero de la consultora Economía & Energía, la petrolera nacional vendió un 7,5% menos nafta que en enero y un 8,4% menos de gasoil.
Hasta el momento, el comportamiento era el inverso y la petrolera lograba recibir parte de la migración de otras empresas como Shell, Axion y Puma, cuyos números desde diciembre fueron netamente contractivos. El dato consolida, entonces, que la baja es a nivel general.
Esa misma línea siguió la producción de la refinería La Plata, que se redujo en un 10,4% respecto a enero, mientras que en la comparación interanual el descenso fue del 2,3%. En tanto, la refinería de Campana de Axion produjo un 20,2% menos que en enero y la de Dock Sud de Shell un 5,5%.
La importación de combustibles fue otro de los canales que presentaron un retroceso en febrero. Las necesidades de compras externas de nafta desaparecieron completamente y las de gasoil se redujeron a apenas 25.000 m3 en febrero, cuando en diciembre se ubicaba en torno a los 400.000 m3 en conjunto con la nafta.
¿Más aumentos de los combustibles?
Tras la devaluación del 55% del peso en diciembre y la «liberación de precios» puesta en marcha por el nuevo gobierno, la nafta acumula un aumento del 106% en menos de cuatro meses y hay un incremento más planificado para principio de mayo.
A pesar de los aumentos significativos en las bocas de expendio de todo el país, la brecha con respecto a los valores globales sigue siendo considerablemente elevada.
De acuerdo al informe elaborado por el exsecretario de Energía, Daniel Montamat, los precios en las pizarras de las expendedoras se sitúan actualmente un 20% por debajo de la comparación mundial para el caso de las naftas.
El incremento más reciente tuvo lugar a principios de mes y fue impulsado por el aumento en los impuestos. De esta manera, no se experimentaron diferencias trascendentes en el sendero de precios relativos y la diferencia se mantuvo.
En este contexto, Montamat subrayó la necesidad de poner fin al barril criollo como la clave para alcanzar el esperado import parity.