La demanda de combustibles lleva tres meses a la baja y todo indica que la tendencia se sostendrá en abril. El segmento de alta calidad es, por lejos, el más afectado y tocó el piso más bajo en tres años.
La liberación del mercado de los combustibles que se tradujo en sucesivos aumentos en los precios, dejó a la demanda en un sendero descendente que aún no se estabiliza. Según el último registro oficial, la venta de naftas lleva tres meses a la baja y se espera que abril repita el mismo patrón.
La tendencia genera preocupación en el ámbito de las estaciones de servicio, que ve afectada toda su línea de productos, con los combustibles de mayor calidad como los principales damnificados.
De acuerdo al “Sistema Unificado de Información Energética” desarrollado por la Secretaría de Energía, la venta de este derivado es la más baja de los últimos tres años, incluso igualando registros del período de pandemia.
Las terminales automotrices recomiendan que cada auto utilice la nafta que indica el manual de fábrica, pero igualmente son muchos los que dejan la nafta premium.
Según el estudio oficial, que se realiza a partir de las declaraciones juradas de empresas del sector, la comercialización de las naftas premium es apenas mayor a la mitad de lo que se consumía en 2017, cuando el segmento alcanzó su máximo histórico.
El informe señala que durante el mes de marzo se vendieron 112.840 litros del derivado más costoso. Uno de los motivos que explican el escenario actual, es que en Ciudad de Buenos Aires la diferencia de precio con la nafta súper es de 23%.
Cae la venta de nafta premium, pero la de súper no crece
Al mismo tiempo, no se registra un aumento en la demanda de los combustibles de bajo octanaje y estiman que gran parte de la población directamente redujo su consumo.
Sin embargo, no se registró un aumento en la demanda de los combustibles de bajo octanaje. Los especialistas estiman que los consumidores de nafta premium migraron hacia la súper, mientras que una gran parte de la población directamente redujo su consumo en general.
“En el último mes y medio o dos meses, se va produciendo una caída en el consumo que empieza a ser, para nosotros, preocupante como sector“, advirtió al respecto el presidente de CECHA, Isabelino Rodríguez.
Las terminales automotrices recomiendan que cada auto utilice la nafta que indica el manual de fábrica, pero más allá de eso la migración de las premium a las súper no se detiene.
La nafta con mayor octanaje mejora la limpieza y el mantenimiento de las válvulas e inyectores. Por ende, favorece la vida útil del motor, debido a la mayor cantidad de aditivos que contiene este tipo de combustible, que funcionan como un escudo químico protector.
Las estaciones de servicio blancas recuperan terreno
El sinceramiento de los valores de las naftas y el gasoil a nivel minorista equiparó el panorama de las estaciones de servicio que no tienen contrato de abastecimiento con las grandes marcas del mercado, devolviéndoles la posición de competencia a las terminales no embanderadas.
En diálogo con el medio Surtidores, el empresario Ignacio Colla, que opera una estación blanca, explicó que la sobreoferta de combustibles favorece a su emprendimiento y preocupa a los puntos de carga de bandera.
“Resultaba imposible pensar en el negocio y debíamos tratar de sostener a los clientes como podíamos, trabajando sin margen de rentabilidad”, señaló.
Pero afirmó que, a partir de la liberalización del mercado, la situación se normalizó. En ese marco, los precios se encuentran muy competitivos y la sobreoferta que tienen las petroleras, ampliaron el abanico para elegir dónde abastecerse unificando oportunidades.
De esta manera, varios titulares de estaciones de servicio sin bandera aseguran que atraviesan por un período de recuperación “real y concreta”, tras un período histórico de tres gestiones de Gobierno signado por regulaciones y congelamientos de precios que dejaron al sector -a su entender- en inferioridad de condiciones.
