La compañía acaba de dar un paso importante para incorporar la embarcación en 2025, al asegurarse la financiación con un «préstamo azul» asociado al cuidado ambiental. De qué se trata.
Con el objetivo de innovar y contribuir a la descarbonización del transporte marítimo, Buquebus está avanzando en la puesta en marcha de su nuevo ferry eléctrico, el más grande del mundo en su categoría. Y acaba de dar un paso importante para poder concretar el proyecto en 2025.
El 15 de mayo, la compañía recibió el esperado apoyo de la Corporación Financiera Internacional (CFI) para la adquisición de un ferry eléctrico que conectará Buenos Aires y Colonia.
La inversión asciende a 170 millones de dólares, financiada por un banco español y respaldada por la CFI. Este nuevo ferry sustituirá a un buque diésel de la flota actual.
Un ferry eléctrico para más de 2 mil pasajeros
La embarcación, desarrollada por Incat Tasmania y aún sin nombre, tendrá 130 metros de eslora, cinco más que el buque Silvia Ana que actualmente opera la compañía.
Diseñada para maximizar el espacio interior, la nave eléctrica podrá transportar 2.100 pasajeros y 225 vehículos, y contará con un área Duty Free de 2.000 metros cuadrados en un solo nivel.
Fue diseñada para maximizar el espacio interior. De este modo, podrá transportar 2.100 pasajeros y 225 vehículos, y contará con un área Duty Free de 2.000 metros cuadrados en un solo nivel.
, los avances en las negociaciones por el ferry eléctrico reavivaron los ánimos de la compañía.
En medio de un buen momento para las energías renovables en la Arghentina,
El nuevo ferry cubrirá la ruta entre Buenos Aires y Montevideo, una distancia de 270 km que actualmente se recorre en 2 horas y 45 minutos.
Incat Tasmania prevé entregar la embarcación a Buquebús en 2025, y la firma finlandesa Wärtsilä suministrará la línea de propulsión y el sistema de carga en muelle a fines de este 2024.
Las especificaciones técnicas del fabricante
“El conjunto de módulos de batería y sistema de almacenamiento de energía es cuatro veces mayor que el de cualquier barco eléctrico/híbrido actualmente en funcionamiento», asegura la empresa Wärtsilä.
Además, afirma que se trata de «la solución más eficiente disponible actualmente en el mercado para este rango de velocidades y este tipo de aplicación».
Wärtsilä, especializada en la fabricación industrial de generadores eléctricos y motores de barcos, es responsable del suministro completo para esta innovadora embarcación.
Esto incluye el convertidor de energía y los propulsores, compuestos por ocho motores eléctricos con chorros de agua de flujo axial que reemplazan las hélices tradicionales.
El astillero, conocido por su enfoque en embarcaciones de bajo impacto ambiental, también planea construir otro ferry más pequeño y contratar a 200 empleados en los próximos 12 meses.
Buquebús y el crédito azul para la protección de los océanos
El organismo dependiente del Banco Mundial (BM) autorizó a Buquebus, dirigida por Juan Carlos López Mena, a concretar un acuerdo de compromiso asociado o garantía de crédito parcial (PCG, por sus siglas en inglés).
Esta figura jurídica permitirá a la empresa de transporte de pasajeros del Río de la Plata cubrir un préstamo corporativo senior garantizado, proporcionado por Banco Santander (Uruguay), para financiar la adquisición del ferry eléctrico.
Según el reporte de la CFI, el proyecto será propiedad y operado por Los Cipreses SA, la sociedad controlante de Buquebús, una empresa uruguaya que opera en el área del Río de la Plata entre Uruguay y Argentina.
La entidad financiera del BM ayudará a estructurar el financiamiento como un «préstamo azul», convirtiendo esta transacción en el primer crédito de este tipo en Uruguay.
Los préstamos azules están destinados a preservar y proteger los océanos y sus ecosistemas. A través de la movilización de capital público y privado, estos proyectos buscan impactar favorablemente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en la economía azul.
Hasta julio de 2022, el mercado de los bonos azules estaba en sus primeras etapas, con 12 emisiones valoradas en 2.856 millones de dólares, según el Banco Mundial.
