Luego de años de caída en sus reservas y el corte de las exportaciones a la región, YPFB confirmó el hallazgo más importante desde 2005. Estiman que contiene 1,7 trillones de pies cúbicos de gas.
En medio de una crisis de producción gasífera y política en Bolivia, la compañía estatal de petróleo y gas, YPFB, anunció el descubrimiento de un gran yacimiento de gas natural, el mayor hallazgo de este tipo en casi dos décadas en el país.
Según las estimaciones, el yacimiento Mayaya Centro X1 contiene 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, lo que lo convertiría en el tercer pozo productor más grande del país.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que este descubrimiento «marca el comienzo de un nuevo capítulo» para la región norte del país, ofreciendo la esperanza de que Bolivia pueda mantener su estatus de gran exportador de gas natural y entrar en una nueva era de producción de petróleo y gas.
La perforación en el yacimiento comenzó en noviembre de 2022 en el campo Mayaya, ubicado en la provincia de Caranavi, La Paz, como parte del Plan de Reactivación Upstream de YPFB.
Las pruebas realizadas en el pozo confirmaron la presencia de gas y líquidos en las formaciones Copacabana media e inferior y Tomachi. La inversión total en este proyecto fue de 50 millones de dólares.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que este descubrimiento «marca el comienzo de un nuevo capítulo» para la región norte del país, ofreciendo la esperanza de que Bolivia pueda mantener su estatus como gran exportador de gas natural y entrar en una nueva era de producción de petróleo y gas.
Arce también destacó que «se trata del mayor descubrimiento en el país desde 2005«.
La caída del negocio gasífero en Bolivia
La producción de gas natural en Bolivia ha disminuido drásticamente en los últimos años, enfrentándose a grandes dificultades para encontrar nuevos recursos.
Este país, que alguna vez estuvo entre los diez mayores productores de gas natural del mundo, ahora se ha convertido en un importador neto de petróleo y gas.
Actualmente, Bolivia atraviesa una crisis de escasez de combustible y de reservas de divisas.
Las estadísticas recientes muestran que Bolivia gastó 2.900 millones de dólares en importaciones de diésel, mientras que sus ingresos por exportaciones de gas natural fueron de solo 2.000 millones de dólares.
Esta disminución ha llevado al sector de hidrocarburos a pasar de ser la principal fuente de exportaciones del país al tercer lugar, superado por la minería y los productos no tradicionales.
Cómo afecta la falta de gas boliviano en Argentina
En octubre de 2006 los gobiernos de Argentina y Bolivia firmaron un acuerdo de venta de gas natural desde el país del norte que contemplaba desde un volumen base de 7,7 millones de m3 diario (MMm3/d) un sendero de exportaciones incrementales hasta los 27 MMm3/d.
Pocos años después, debido a los incipientes inconvenientes de producción de los yacimientos, YPFB notificó e a la empresa Energía Argentina (Enarsa) que a partir del 1 de julio no estará garantizado el abastecimiento en firme de gas natural y que desde esa fecha el servicio pasará a condición de interrumpible en su totalidad.
Este año se confirmó, sólo hasta esa fecha, un suministro diario en firme de apenas 4 MMm3/d en los meses del verano y hasta 8 MMm3/día en los del invierno. Lo que representa el 40% de las exportaciones alcanzadas 12 meses atrás cuando las importaciones llegaron hasta 14 MMm3/día.
Sin embargo, el 18 de junio Enarsa llegó a un convenio para que YPFB continúe proveyendo con gas de Bolivia al Noroeste argentino, y el contrato que venció a finales de julio finalmente fue prorrogado por dos meses más.
Brasil, a la espera de gas de vaca Muerta
El gas de Vaca Muerta podría llegar a Brasil durante el próximo verano, representando una posible solución al déficit de ese recurso que enfrenta la región.
Empresas con base en Argentina y Brasil han iniciado conversaciones para revertir el flujo de gas hacia el sur de una red de ductos que conecta a los tres países desde Bolivia.
Esta medida se vuelve crucial, ya que el suministro de gas desde el país del altiplano está disminuyendo rápidamente y podría no estar disponible después de 2029.
A principios de julio, Willman Yabeta, vicepresidente de Administración y Contratos de la petrolera estatal, dijo que el Sistema Integrado de Gasoductos de YPFB está disponible para las empresas productoras de gas natural de Vaca Muerta y el gobierno de Argentina para el transporte de gas hacia el mercado de Brasil.
Según Yabeta, se espera obtener una respuesta sobre las negociaciones en breve. A partir de entonces, Bolivia estará en condiciones de transportar 3 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) y, a mediano plazo, prevé escalar hasta 10 MMm3d a través de obras de ampliación, según datos de la empresa.
Vaca Muerta es la segunda formación a nivel mundial y se posiciona casi de manera lógica como la próxima gran proveedora. A sus vastas reservas se le suman las distintas inversiones e iniciativas vinculadas a potenciar la capacidad de transporte, como la puesta en funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner.
De todas maneras, para que los recursos de la Cuenca Neuquina lleguen a la infraestructura ociosa de Bolivia, más allá de lo que decida YPFB, es fundamental la reversión del Gasoducto Norte y su avance se espera con expectativas desde ambas naciones.