Con la apertura comercial, nuevas marcas y vehículos llegan al país. La velocidad de gestión es un factor clave. La oferta portuaria y la cercanía al futuro cliente.
El mercado automotor cambió, con nuevas reglas de juego y nuevos jugadores disputando un terreno hasta ahora dominado por las marcas tradicionales. Los autos eléctricos y las empresas de origen chino salieron a competir y ya disputan ventas y clientes en el país.
En esa nueva cancha, la logística de importación también se adapta a la nueva realidad. Hoy la agilidad en tiempos operativos y la cercanía a los puntos de venta, así como el manejo de lotes menos numerosos de vehículos, son herramientas estratégicas para llegar al consumidor de forma rápida y eficiente.
La forma tradicional de importar autos, vía un buque Ro-Ro (roll on-roll of, que significa manejar el auto dentro y fuera del buque) requiere cantidades masivas para ser eficiente. Hoy el mercado busca otras opciones.
Considerando el origen (China) y el proceso de instalación de nuevas marcas como GAC, BAIC o BYD, por mencionar algunas, la carga de vehículos dentro de contenedores tradicionales gana terreno en la competencia portuaria regional.
La forma tradicional de importar autos, vía un buque Ro-Ro (roll on-roll of, que significa manejar el auto dentro y fuera del buque) requiere cantidades masivas para ser eficiente. Hoy el mercado busca otras opciones.
Así, la operatoria que se concentraba casi exclusivamente en el puerto de Zárate –especializado en la operatoria Ro-Ro- hoy se realiza en el Puerto Buenos Aires, que debe competir frente a opciones como Dock Sud y Rosario.
TRP, una de las terminales de Buenos Aires, concretó las primeras operaciones de GAC en el país, logrando resultados acordes a las nuevas necesidades del mercado automotriz.
Así se gestionan la importación de los autos en contenedores
Para la operación portuaria, aprovechar al máximo cada contenedor es clave para mantener costos competitivos.
De ahí que las empresas hayan encontrado un mecanismo para “transformar” cada contenedor en un mini camión “mosquito” (los que llevan los vehículos), ubicando dos autos dentro de cada unidad, y generando un tercer espacio que viaja inclinado como en los camiones que transportan autos hacia las concesionarias.

En un mercado con cupos que el gobierno va abriendo en determinados momentos para la importación sin aranceles, el transit-time es una clave estratégica. De ahí que puertos como Buenos Aires o Dock Sud –con conexiones fluidas hacia y desde China- tengan un diferencial a su favor.
En ese marco, las empresas ya no traen los vehículos para tener en el país “por las dudas”. Es un mercado a demanda, donde las automotrices reponen los modelos que mejor funcionan en un escenario todavía en desarrollo.
“La operación en contenedores nos ahorra tiempo y costos, y simplifica todo el proceso”, dijeron a Dinamicarg los operadores.
Otro factor clave es la cercanía al mercado. En el caso de GAC, las unidades se desconsolidan en un depósito fiscal que se utiliza también como estacionamiento de los vehículos hasta que se determine su traslado a los concesionarios.
Ese mismo lugar funciona también para realizar las inspecciones técnicas a los autos que llegan al país, garantizando su buen estado.
En menos de una hora, la empresa puede tener un vehículo en el concesionario, partiendo desde el corazón del AMBA.
En un escenario cambiante, con nuevas opciones y nuevos requisitos, la logística portuaria de la importación automotriz se rediseña, con la velocidad y la eficiencia como valores esenciales para satisfacer las necesidades de los empresarios.


