La potencia instalada superó los 7.100 megavatios en los primeros meses del año, aunque se espera un amesetamiento y difícilmente alcance a cubrir el 20% de la matriz del país en este año, como establece la Ley 27.191. Qué sigue a diez años de su sanción.
La potencia instalada de energías renovables en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) ya trepó a 7.133 megavatios (MW) bajo el paraguas de la Ley 27.191, según datos oficiales de CAMMESA.
Se trata de un nuevo récord para el sector, aunque también vuelve a quedar en evidencia una deuda pendiente: la participación efectiva de estas fuentes en la cobertura de la demanda eléctrica sigue por debajo de los objetivos legales.
Aunque la potencia instalada marca un avance importante, el porcentaje de cobertura de la demanda con renovables está estancado en torno al 16%. Ese número todavía está lejos del 20% que la Ley 27.191 exige alcanzar antes del 31 de diciembre de 2025.
El crecimiento no es menor. Solo en los primeros meses del año se sumaron 463 MW nuevos, lo que representa la mitad de todo lo que se incorporó en 2024 (que cerró con 6.670 MW operativos).
La radiografía actual de la capacidad renovable instalada muestra un claro dominio de la eólica, que ya concentra 4.343 MW (60,9% del total). Le siguen la solar fotovoltaica con 1.955 MW (27,4%), las hidroeléctricas menores a 50 MW con 502 MW (7%) y las bioenergías, con 333 MW (4,7%).
Ahora bien, si se incluyen también las grandes hidroeléctricas —aquellas con más de 50 MW de potencia—, el total renovable en operación dentro del MEM asciende a 17.968 MW.
Detrás del crecimiento, el Mercado a Término de Energías Renovables (MATER) viene jugando un papel cada vez más importante.

Este esquema, que permite contratos directos entre generadores y grandes consumidores, ya explica el 45% de la capacidad eólica y el 39% de la solar. Su impacto fue clave para sortear los cuellos de botella en transmisión y sostener el dinamismo del sector.
Sin embargo, todo indica que en los próximos meses la curva de crecimiento se va a amesetar. Según proyecciones de CAMMESA, hasta junio sólo se agregarían 5 MW eólicos y 30 MW solares, a la espera de que empiecen a entrar en operación los proyectos adjudicados en las últimas rondas del MATER y en la licitación RenMDI.
Un objetivo que todavía está lejos
Aunque la potencia instalada marca un avance importante, el porcentaje de cobertura de la demanda con renovables está estancado en torno al 16%.
El promedio de 2024 cerró en 16,3%, el mismo nivel que se registró en el primer trimestre de este año. Y ese número todavía está lejos del 20% que la Ley 27.191 exige alcanzar antes del 31 de diciembre de 2025.
Los datos mensuales muestran cierta variabilidad: enero registró un 15,9%, febrero bajó a 15,5% y marzo repuntó al 17,6%. Pero, a menos de un año de la fecha límite, crece la presión para acelerar obras, destrabar financiamiento y ampliar la infraestructura de transmisión si se quiere llegar a cumplir con lo que marca la normativa.
Una ley que cumplió, pero se acerca a su final
La Ley 27.191 fue un verdadero punto de inflexión para las renovables en Argentina. Aprobada casi por unanimidad en 2015, al final del gobierno de Cristina Kirchner, fue reglamentada con rapidez durante la gestión de Mauricio Macri. Bajo su implementación, se lanzó el programa RenovAr y se pasó de un escueto 2% de renovables en la matriz energética a más del 12% hacia el final de ese mandato.
Durante la presidencia de Alberto Fernández, la ley se mantuvo firme y se afianzó el MATER como una herramienta clave. Y, con Javier Milei en el Ejecutivo, el marco legal sigue vigente.

En diez años, la expansión fue sostenida: se invirtieron más de 7.000 millones de dólares y se alcanzaron más de 7.000 MW instalados, de los cuales 5.200 llegaron a partir de 2016. Como lo define Héctor Ruiz Moreno, gerente general de la Cámara Eólica Argentina (CEA), “fue una irrupción impresionante en un corto lapso”.
Ahora, con la ley a punto de expirar a fines de 2025, ya se instaló la discusión sobre su continuidad. ¿Actualizarla, renovarla o reemplazarla?
Cómo seguir con las energías renovables
Ruiz Moreno reveló que ya se abrió el diálogo con legisladores de la Comisión de Energía del Congreso para definir el rumbo.
“La industria requiere estabilidad regulatoria y definiciones claras sobre la transición energética, no subsidios”, dijo.
El gerente de la CEA también advirtió sobre el freno que enfrentan estas conversaciones: “Hemos mantenido conversaciones en todos los niveles: ejecutivo, autoridades regulatorias, legislatura. Cuando se plantean estos temas te aceptan la razonabilidad del planteo, pero es como que hay una especie, como dirían los franceses, de ralentizar el tema y no te lo terminan resolviendo”.
Con la cuenta regresiva ya en marcha, el sector renovable argentino entra en una etapa decisiva. Las inversiones están, el potencial también. Lo que falta, otra vez, es la decisión política de encender el interruptor.