El Gobierno lanzó una convocatoria para las empresas interesadas en financiar y gestionar este tipo de tecnología. Hace más eficiente tanto el consumo como la gestión y distribución de la energía.
La Secretaría de Energía busca mejorar la distribución energética incentivando proyectos que incorporen sistemas ESS (Energy Storage Systemem, en inglés), una tecnología que podría implementarse aprovechando la producción de litio argentino.
Los ESS es una tecnología de almacenamiento de energía eléctrica que se utiliza para optimizar el despacho de la generación.
En la Argentina, uno de los problemas energéticos vigentes es la limitación infraestructural para la trasmisión eléctrica.
En ese escenario surge la alternativa de construir ESS que colaboren con la distribución acumulando energía para situaciones puntuales.
La instalación de sistemas de almacenamiento es clave tanto para la reducción de cuellos de botella en el sistema de transporte como para la integración de energía renovable.
Para impulsar esta tecnología, la cartera que conduce Flavia Royón abrió una convocatoria hasta el 7 de marzo para a las empresas que estén interesadas en “incorporar, gestionar y financiar sistemas de almacenamiento de energía eléctrica”, y dispuso la modalidad del sistema de manifestaciones de interés (MDI).
Según detalla la Resolución 906/2023 publicada en el Boletín Oficial, el objetivo de la iniciativa es «optimizar el despacho de la generación eléctrica y la capacidad instalada en los sistemas de transporte o distribución; y aportar servicios de reserva de potencia en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI)«.
Asimismo, se aclara que los sistemas de almacenamiento podrán ser de diferentes tecnologías y características, pero con preferencia por el litio. Para aquellos interesados, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) pondrá a disposición detalles sobre las ubicaciones que más precisan los ESS.
La información ofrecida incluye los costos marginales históricos, zonas que requieran sustituir generación forzada con gasoil, áreas con capacidad de transporte o distribución saturada, y requerimientos de regulación de frecuencia y control de tensión.
En los 60 días posteriores al cierre de la convocatoria, Cammesa elaborará un informe para la Secretaría de Energía. Una vez analizado, la cartera nacional establecerá las adecuaciones regulatorias que sean convenientes para administrar las instalaciones e implementar los mecanismos necesarios para que se incorporen al MEM «de manera confiable, eficiente y económica».
La instalación de sistemas de almacenamiento es clave tanto para la reducción de cuellos de botella en el sistema de transporte como para la integración de energía renovable, indicó el Gobierno en los considerandos de la resolución.
Almacenamiento de energía y litio argentino
Un sistema de almacenamiento de energía es una solución tecnológica para administrar y gestionar una cierta cantidad de energía eléctrica. Estos se componen de cuatro subsistemas: almacenamiento, gestión de baterías, conversión de energía y gestión de energía.
Por lo general se suele utilizar en todo aquel sistema eléctrico que requiera disponibilidad de energía confiable, segura, inmediata y en periodos determinados. En su mayoría, estos sistemas ESS O BESS (Battery Energy Storage System) utilizan baterías de iones de litio para el almacenaje.
Entre sus ventajas, se destaca que no requieren mucho mantenimiento regular y tienen una mayor densidad de energía, es decir, pueden almacenar más energía en un menor espacio.
Además, estos sistemas sirven como complemento de las fuentes renovables, como la energía solar, mareomotriz o eólica, además de ayudar a eliminar las intermitencias de la red eléctrica.
El elemento principal de los BESS son las baterías de litio. Teniendo en cuenta que la electricidad es el tránsito de electrones, el litio, por la facilidad que tiene de desprenderse de sus electrones, encaja perfecto para producir energía.
Asimismo, los sistemas de almacenamiento tienen un inversor bidireccional que conecta la batería a una fuente eléctrica. De esta manera, la energía fluya en ambas direcciones para cargar y descargar las baterías.
Asimismo, el inversor de corriente permite convertir la corriente de directa a alterna y viceversa para poder hacer la carga y descarga de la batería. Este mecanismo posibilita servicios auxiliares como la reducción de picos en la demanda eléctrica, el desplazamiento de carga en horarios punta y la gestión de excedentes de energía, evitando desperdicios energéticos.